28 de enero 2014 - 18:21

Volvió a trabarse la negociación de paz entre el régimen sirio y los opositores

El vocero de los opositores Louay Safi (izq.) y el defensor de derechos humanos Haitham al-Maleh.
El vocero de los opositores Louay Safi (izq.) y el defensor de derechos humanos Haitham al-Maleh.
El mediador en el proceso de paz para Siria, Lajdar Brahimi, suspendió una sesión negociadora debido a profundas discrepancias entre las partes, confirmó el portavoz de la delegación opositora, Louay Safi.

La decisión fue comunicada por Brahimi a los equipos negociadores del Gobierno sirio y la oposición tras la conclusión de la sesión de la mañana.

Las negociaciones de paz iniciaron con la esperanza de comenzar el debate político pese a que un sector importante de los rebeldes había llamado a sabotear el diálogo y a que el único acuerdo alcanzado todavía no se pudo poner en práctica.

En realidad, la discusión política se inició en la ronda de ayer. Pero Brahimi ya había tenido que suspender la sesión por el clima de confrontación que había entre ambas delegaciones, con las que se reunió a solas más tarde.

Los opositores alegaron que el principal problema fue que la delegación gubernamental acudió con una lista de principios para guiar las conversaciones, lo que molestó a la oposición por considerarlo un intento de imponer condiciones y desviar el proceso de sus objetivos.

Para la oposición, la principal aspiración de este proceso es la creación de un órgano de gobierno transitorio que sustituya el actual gobierno de Bashar al Asad, cuyo partido gobierno Siria desde hace más de medio siglo.

Sin embargo, este objetivo, que el gobierno cuestiona al no contemplar la salida de Al Assad, parecía muy lejos de alcanzarse cuando, además, la misma oposición aparece dividida y el único acuerdo alcanzado con el gobierno, de sesgo humanitario, todavía no pudo llevarse a cabo. 

Previo al inicio de esta frustrada etapa de negociaciones, el Frente Islámico, una de las principales alianzas de la oposición armada de Siria, hizo un llamado a los opositores que negocian con el gobierno a que abandonen la cumbre Ginebra II.

Hasan Abud, líder del Frente Islámico, pidió a la delegación de la Coalición Nacional Siria (CNFROS) que está en Suiza que "vuelva por donde vino, porque los tiranos, liderados por (el presidente sirio) Bashar al Asad, no entienden otro idioma más que el de los bombardeos y los disparos".

Es "una falta de respeto a la vida" entablar conversaciones como si se tratara de un mercado "para vender la sangre de los mártires y negociar con las masacres" de los sirios, dijo Abud en un mensaje de audio difundido por Internet.

La semana pasada, antes del inicio de la conferencia de Ginebra II, el Frente Islámico había rechazado cualquier solución política hasta que se cumplan una serie de condiciones.

Esos requisitos son la liberación de prisioneros, el cese del bloqueo a zonas asediadas, el fin de los bombardeos del Ejército, el retiro del gobierno, la salida del país de todas "las milicias sectarias" y garantías para que no haya injerencias extranjeras tras el derrocamiento de Al Asad.

Prácticamente no se han conseguido ninguna de esas reivindicaciones. Un convoy con ayuda humanitaria para 2.500 personas está listo para entrar en el casco antiguo de la ciudad siria de Homs -donde no ha llegado casi ninguna ayuda humanitaria en los dos últimos años-, pero aún no ha recibido autorización, según la ONU.

El acceso humanitario a Homs fue el primer tema acordado en las negociaciones de paz que se iniciaron el viernes pasado en Ginebra pero ya han pasado más de 48 horas y todavía no puede concretarse.

"El centro de almacenamiento en Homs está preparando un convoy para distribuir asistencia humanitaria urgente a las familias bajo asedio, que no han recibido ayuda durante casi dos años", declaró la portavoz del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Elizabeth Byrs.

Este organismo, que funciona como uno de los principales brazos humanitarios de la ONU, tiene "camiones cargados a la espera de entregar alimentos a las familias cercadas".

También está preparado para suministrar raciones alimenticias listas para el consumo a las mujeres y niños que decidan evacuar la zona bajo asedio armado, como lo prometió el gobierno a través de su equipo negociador.

El cargamento incluye material médico para "varios miles de personas durante uno a dos meses", 500 dosis de vacunas de polio y medicinas para casos de cólera, además de medio millar de paquetes con ropa de invierno para niños.

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