Si bien no hay una ley específica, las buenas prácticas aconsejan que las entidades encuestadoras de precios actualicen su canasta de referencia cada 15 años como máximo, para reflejar los hábitos reales de consumo de los ciudadanos. La última vez que esto ocurrió seriamente entre nosotros fue en 2005.
El INDEC continúa demorando la adopción del nuevo IPC por cuestiones electoralistas
Con todo listo hace casi un año para lanzar la nueva medición, y que los argentinos tengan una medida más certera de cómo los golpea la inflación, el organismo continúa negándose a hacerlo hasta después de octubre.
-
Confirmado por ANSES: a quiénes le siguen depositando el bono de $70.000 en septiembre 2025
-
La UIA presenta al Gobierno su propuesta de un nuevo contrato productivo

Como el Arlequín de Carlo Goldoni, Marco Lavagna ha sido servidor de múltiples patrones y no tiene pruritos en poner el INDEC al servicio de lo político. La ironía del caso es que en enero de 2023 Sergio Massa propuso blindar y devolverle al INDEC su autarquía, un tema sobre el cual lo Libertarios no quieren ni oír hablar.
A principios de septiembre del año pasado Marco Lavagna, por entonces uno de los funcionarios más respetados de la actual administración, anunció que en noviembre lanzaría por fin un IPC optimizado según los cambios en los hábitos de consumo de Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017-18 (OK, esta medición ya está también vieja ya que los cambios del consumo en estos 7 años fueron brutales, pero es la última medición que tenemos). Con esto, entre otras cosas, el número de precios relevados crecería 56% a medio millón y el de las fuentes 43% a 24.000
Mas allá de la mayor precisión en la recolección de datos, lo gravitante son algunos cambios en la estructura del índice, donde, por ejemplo, vivienda y servicios cuya ponderación en el índice actual es de 9.44%, pasarían a 14.5%, transporte de 11% a 14.3% y comunicaciones de 2.83% a 5.2%, mientras alimentos y bebidas no alcohólicas caería de 26.96% a 22.7%, y salud de 8.03% a 6.4% (ya sé, coincido… con una población que envejece y la liberación de las prepagas, esto luce como un disparate).
… pero llegó noviembre y nada pasó; luego vino diciembre y ya nadie hablaba del tema; en enero, la niebla del olvido; febrero, marzo, abril, cuando el mandamás del Indec volvió a reiterar que la reforma estaba lista para ser implementada a la brevedad. Sin embargo: ¿Dónde está el nuevo índice?
El 22 de octubre el hijo de Roberto le pidió la renuncia (en buen castellano: “le dio una patada”) a Analía Calero, la Directora de Estadísticas y Precios a cargo de la elaboración del nuevo índice desde 2021 argumentando “cuestiones operativas y forma de trabajo”. ¿El pecado de Analia? tener el índice listo desde principios de aquel mes, con el beneplácito del FMI, junto a una actualización del índice de precios de la construcción y del de salarios. ¿Fue su “forma de trabajo”, trabajar bien?.
La realidad es que no es la primera vez que sucede algo así en el INDEC. A fines de enero de 2007 Graciela Bevacqua, a cargo del IPC desde 1992, fue “inducida” por el secretario de Comercio Guillermo Moreno a renunciar, tras negarse a modificar los datos de la inflación. Pero la historia no acaba aquí, ya que mientras se dedicó a la actividad privada, el oficialismo de entonces le inició una serie de causas judiciales -fue sobreseída en todas- buscando acallarla.
Dado su status de “heroína de las estadísticas”, entre las primeras medidas de Mauricio Macri en diciembre de 2015 estuvo su reincorporación al INDEC solo para ser desplazada al poco tiempo al negarse a “demorar la difusión de las estadísticas”
Volviendo al demorado futuro/nuevo índice, el “quid” tras la demora es que el cambio en los contrapesos implica, por una mera cuestión matemática, un salto en torno al 1% del IPC del mes en que ello suceda y agrega cerca de 16 puntos al 118% acumulado en 2024 -esto no lo veremos porque se informará hacia adelante, no desde 2018 como debería ocurrir-.
Claro que los escándalos con Marco en el INDEC no acaban aquí, a mediados del mes pasado se le abrió la puerta a Guillermo Manzano, a cargo de la dirección de Estadísticas de Condiciones de Vida, en castellano, el que mide la pobreza y el trabajo (sin reemplazante) y a Georgina Giglio, la encargada del IPC (la reemplaza María Josefina Rim; hoy es posiblemente quien más sabe de estadísticas en el Indec, ojalá le vaya bien).
Una semana más tarde, Marco Lavagna anunciaba -por tercera vez- que el nuevo algoritmo estaba listo. “Terminamos los trabajos en marzo pasado y estamos esperando poder implementarla”, “Internamente, tenemos la nueva canasta terminada; la analizamos y testeamos”, “No es cierto que queremos ocultar datos ni que el cambio altera drásticamente los resultados”, claro que por alguna razón han optado por no dar a conocer estos números.
Tarde o temprano al gobierno no le quedará más remedio que publicar el nuevo IPC, claro que cuanto más tarde mejor, así que están haciendo hasta lo imposible para demorar esta “puesta a punto”.
Como desliza el Director del Indec la causa de esa demora ha sido lisa y llanamente, la conveniencia política:
“Estamos en momentos que no son los más indicados para hacer estos cambios, que son muy sensibles, y estamos esperando el momento para hacerlos”, “Son índices que siempre generan muchos ruidos para un lado y para el otro”, por eso “hay que tener cuidado cuándo se hace”, “Si todo sale bien esperamos después de las elecciones poder implementar el cambio, estamos con una discusión técnica si conviene hacerlo justo después de las elecciones o conviene desde lo técnico, es lo mas indicado conviene empezar el año 2026 con el índice nuevo para tener los años bien comparables. Pero sí lo que tenemos que esperar es este proceso que termine”.
Alunas vez increíblemente prestigioso, capaz incluso de soportar la voluntad de los gobiernos dictatoriales, desde que Guillermo Moreno lo intervino, el INDEC es poco más que un títere del ministro de Economía de turno. Si algo de prestigio le queda es solo gracias a algunas de sus mujeres -y unos pocos hombres-, que han sabido enfrentar las presiones de todo tipo.
- Temas
- INDEC
- Inflación
- Marco Lavagna
Dejá tu comentario