El 19 de noviembre de 2002, la vida de Michael Carroll cambiaría para siempre. El joven que trabajaba como recolector de basura se convirtió en millonario al ganar la Lotería Nacional Británica, que le entregó una suma de 9,7 millones de euros. Instantáneamente abandonó su trabajo y se sumergió en una vida de lujos.
Era basurero, ganó millones de dólares pero el alcohol y las malas inversiones lo llevaron a la quiebra: hoy reparte carbón
Se tiende a creer que luego de ganar la lotería, los problemas financieros no vuelven a aparecer en la vida, pero para Michael Carroll no fue así
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A los 18 años recibió una herencia multimillonaria y decidió no compartirla con su familia
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Todos pensaban que era un ingenuo estudiante, pero este joven multimillonario terminó acusado por más de 130 casos de abuso sexual
La riqueza parecía inagotable y Carroll decidió disfrutarla al máximo. Compró una majestuosa mansión, una innumerable cantidad de joyas y camiones de champán para abastecer sus fiestas al mejor estilo "El Gran Gatsby", apodo por el que sería reconocido más adelante.
La historia de Michael Carroll, el joven basurero que fue millonario y terminó en quiebra
Su vida se convirtió en un continuo espectáculo, una celebración constante de excesos que más temprano que tarde comenzarían a mostrar problemas. Las decisiones imprudentes y los gastos desmesurados no tardaron en traer consecuencias irreversibles para la fortuna del joven británico.
Intentó mantener a flote su patrimonio a través de inversiones diversificadas, pero una a una se derrumbaron. La mansión se deterioró rápidamente. De esta manera, Carroll se aferró a una estrategia desesperada, invertir lo que le quedaba en billetes de lotería. Pero la suerte no le sonrió otra vez. La mansión tuvo que ser vendida a un cuarto de su valor y tuvo que regresar a su antigua vida como recolector de basura. Comenzar sus días con 3 líneas de cocaína y una botella de vodka, no era la mejor manera de intentar sostener durante más tiempo la fortuna conseguida.
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