27 de julio 2024 - 09:45

Fue un magnate multimillonario de la tecnología pero la obsesión por la felicidad lo dejó solo y viviendo como un pordiosero

De la revolución tecnológica a la soledad total por el abuso de sustancias nocivas para su organismo.

Tony Hsieh, el multimillonario obsesionado con la felicidad.

Tony Hsieh, el multimillonario obsesionado con la felicidad.

Tony Hsieh fue un innovador revolucionario de las empresas digitales. Con el tiempo se fue encerrando en las investigaciones, utilizando drogas para mantenerse despierto, y su obsesión por conseguir la absoluta felicidad lo fue alejando de la vida social hasta quedar en la ruina.

El 18 de noviembre de 2020 ocurrió un hecho trágico. En un tinglado que la dueña de esa casa utilizaba como depósito, en New London, Connecticut ocurrió un incendio muy feroz. Los bomberos intentaron ingresar rápidamente pero la puerta estaba completamente cerrada desde adentro. Entre las llamas, bajo una manta yacía el cuerpo agonizante de Tony Hsieh, y aunque lograron salvarlo, luego de 9 días los daños sufridos se hicieron irreversibles, y el ex magnate multimillonario murió el 27 de noviembre.

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Tony Hsieh, fundador de Zappos entre otras compañías exitosas.

Tony Hsieh, fundador de Zappos entre otras compañías exitosas.

La trágica historia de Tony Hsieh, el multimillonario obsesionado con la felicidad que acabó con su vida

Tony Hsieh nació en 1973, hijo de padres inmigrantes taiwanenses. Luego de un excelente rendimiento escolar, obtuvo una beca para Harvard, donde se recibió a sus 22 años de ingeniero informático. Su primer emprendimiento, LinkExchange fue un éxito total, la empresa de avisos publicitarios llegó a manejar más de 10 millones de avisos diarios.

2 años después de su fundación, él y sus socios la vendieron a Microsoft por la suma de 265 millones de dólares. De todas maneras, no la vendió por el dinero, sino porque era infeliz. Trabajaba demasiado y los elogios de las industrias no eran suficientes para él. Luego puso una consultora llamada Venture Frogs. A esa consultora le llevaron la idea de poner una tienda virtual de zapatos, y si bien al principio no le interesó, luego creó Zappos, una tienda virtual que se volvió un éxito rotundo. La clave estuvo en la intención de satisfacer al cliente.

Además de la atención, incluyó la posibilidad de devolver los productos, cualquiera sea el motivo, para que los clientes estuvieran satisfechos. El concepto de felicidad lo obsesionó, tanto que implementó todo tipo de beneficios como libertad de movimiento, horarios flexibles, buenos sueldos y buen trato. Se decía que en sus oficinas parecían estar de fiesta.

Finalmente, Amazon compró esa empresa por 1200 millones de dólares, aunque Hsieh quedó al mando. Desde ahí, intentó una nueva forma de trabajo horizontal, donde no existieran rangos jerárquicos para que todos fueran iguales y eso generó un desorden y bajó la productividad, porque los empleados perdieron organización y guía.

Tiempo después, intentó crear una ciudad utópica en Park City, Utah. Estaba obsesionado con la felicidad perpetua. Entre propuestas disruptivas y creativas, se fueron imponiendo excentricidades y excesos. Más adelante, la adicción al alcohol, juegos y drogas lo fueron desmoronando. Consumía marihuana, ketamina y óxido nitroso en cantidades preocupantes. Estaba convencido de que el consumo de óxido nitroso modificaba de manera positiva los niveles de oxígeno en sangre y que eso le permitía casi no dormir.

Pretendía vivir en una espiral plena de productividad. Su cambio de actitud lo empezó a alejar de la gente a su alrededor. Se volvió más impredecible y empezó a generar miedo en sus amigos cercanos. Se fue quedando cada vez más sólo.

Llegó a perder muchos kilos y rara vez se bañaba. Casi no dormía. Su mansión estaba en ruinas, desordenada, había materia fecal por todas partes, comida podrida abajo de la mesa, sus canillas estaban abiertas todo el tiempo porque quería escuchar agua cayendo, en fin, el panorama era desolador.

Poco tiempo después, fue encontrado en ese incendio, rescatado por los bomberos, aunque tarde, y murió a los pocos días.

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