Después de ocho días consecutivos de retención de tareas, los trabajadores de Lácteos Verónica resolvieron suspender la medida de fuerza que había paralizado las plantas de Clason, Lehmann y Suardi. La decisión fue tomada tras una audiencia realizada en Rosario, en la sede del Ministerio de Trabajo de Santa Fe.
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Lácteos Verónica retoma la producción tras ocho días de paro, pero sigue bajo presión
La empresa santafesina reanudó la actividad luego de un principio de acuerdo con el gremio. Los trabajadores esperan avanzar en la negociación salarial ante la Secretaría de Trabajo de la Nación.
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Lácteos Verónica tiene tres plantas de producción y alrededor de 700 empleados.
La protesta, liderada por Atilra, se interrumpirá al menos hasta este viernes, día en que las partes volverán a reunirse, esta vez en la Secretaría de Trabajo de la Nación, en busca de una solución estructural.
Sueldos en cuotas y clima de incertidumbre
El detonante del conflicto fue la modalidad fragmentada en el pago de salarios. Al comenzar la semana, los sueldos de abril apenas estaban cubiertos en un 30%, porcentaje que subió al 42% tras dos depósitos adicionales realizados entre martes y miércoles. Según explican trabajadores de la compañía, si bien no hay haberes de otros meses adeudados, la mayor preocupación es una profundización de la crisis de la empresa.
Además del reclamo salarial, el sindicato planea exigir la regularización de aportes previsionales, pagos a obras sociales y cumplimiento de bonos paritarios acordados previamente con otras empresas del rubro.
El dato a tener en cuenta, es que a comienzos de año, más precisamente entre enero y marzo, la compañía acumuló más de 100 cheques rechazados por más de $400 millones. En aquel entonces desde Lácteos Verónica detallaron que el incumplimiento de sus obligaciones se debía a un problema puntual con una entidad financiera y que pronto se regularizaría la situación. Algo que en la práctica sucedió porque, según los registros actualizados del BCRA, la empresa abonó más del 98% de esos cheques.
Producción en caída libre y temores
Mientras tanto, el freno a las actividades coincidió con un deterioro productivo más amplio. En los últimos años, la empresa pasó de procesar 700.000 litros de leche diarios a apenas 200.000. Parte del problema radica en la pérdida de confianza de los tambos proveedores que tuvieron inconvenientes para cobrar cheques de la empresa durante este año.
El mayor riesgo que perciben tanto los trabajadores como los proveedores es que Lácteos Verónica vuelva a entrar en un proceso de reestructuración, como ya ocurrió en 2019, cuando la empresa inició un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) que implicó una fuerte reducción de personal.
La compañía, con más de un siglo de historia, sigue bajo el control de la familia Espiñeira y arrastra desde entonces un historial de dificultades financieras que no logró dejar completamente atrás, pese a haber superado aquella instancia judicial con una readecuación de pasivos.
Actualmente, emplea a unas 700 personas distribuidas entre sus plantas santafesinas, oficinas comerciales y centros de distribución, incluida su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su portafolio incluye leche UHT, leche en polvo, chocolatada, crema, manteca, dulce de leche, quesos crema y quesos de diversas pastas.
En cuanto a su situación financiera, la firma mantiene una deuda bancaria en situación 1 (normal, sin atrasos en los pagos), que alcanza los $8.544 millones. Los principales acreedores son el Banco Nación, Galicia, Santander, Catalinas Cooperativa de Crédito, Trend Capital, Credibel, entre otros jugadores del sistema financiero.
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