1 de julio 2025 - 09:00

Nació en la pobreza, trabajó en campos de algodón y hoy es multimillonario: la increíble historia de Harold Hamm

Dejó su hogar rural en Oklahoma para perseguir un sueño, fundó una petrolera y marcó un antes y un después en el sector energético.

Es un multimillonario que creció en la pobreza.

Es un multimillonario que creció en la pobreza.

Con un pasado marcado por la necesidad y el esfuerzo físico, Harold Hamm se las ingenió para cambiar su vida con una determinación muy poco común. Desde sus primeros años en un entorno rural, hasta ser millonario gracias al manejo de una de las compañías más influyentes del petróleo en EE.UU., su historia es digna de una película de Hollywood.

El ejemplo de Harold no solo habla de éxito económico, sino que también es un ejemplo de cómo una decisión que parece insignificante, puede modificar el rumbo de toda tu vida, incluso cuando hasta las condiciones hacen que todo parezca imposible.

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La vida de Harold Hamm

Harold Hamm nació en 1945, en una granja en Lexington, Oklahoma, como el menor de 13 hermanos. Su familia apenas podía cubrir lo básico, vivían todos juntos en una precaria casa de un solo ambiente y se ganaban la vida cosechando algodón. A los 16 años, Hamm se sumó a las tareas rurales para aportar algo de dinero, pero siempre sintió que ese no era su lugar.

Apostando a un futuro distinto, se mudó a Enid, una ciudad más industrializada dentro del mismo estado, donde consiguió trabajo como despachante de combustible y mecánico. Esa experiencia lo acercó a la industria petrolera, que rápidamente lo cautivó. Completó sus estudios mientras trabajaba, y antes de los 22 años ya había fundado su primer emprendimiento: una empresa de transporte de petróleo llamada Harold Hamm Tank Trucks.

Con el tiempo, y luego de varios descubrimientos exitosos, rebautizó su empresa como Shelly Dean Oil Company, en honor a sus hijas. A los 25 años, ya extraía petróleo de su primer pozo propio. A partir de ahí, todo cambió.

Durante los años ‘90, su compañía pasó a llamarse Continental Resources, la misma que lo llevaría a la fama. En lugar de buscar petróleo en los lugares clásicos, Hamm apostó por zonas poco exploradas como el yacimiento de Bakken, donde usó por primera vez la técnica del fracking a gran escala.

Patrimonio de Harold Hamm

Continental Resources comenzó a cotizar en la bolsa en los 2000 y Hamm vendió una parte de sus acciones por 300 millones de dólares. Con el paso del tiempo, amplió su dominio en el sector con una producción de hasta 200.000 barriles diarios.

Por el otro lado, su vida personal tuvo altibajos. En 2014 enfrentó un divorcio millonario, que terminó con uno de los acuerdos económicos más caros en la historia de Estados Unidos: 975 millones de dólares.

Hoy, con más de 79 años, su fortuna supera los 14.500 millones de dólares, según Forbes. Harold Hamm pasó de recolectar algodón en una granja a ser llamado “el rey del fracking”. Su historia nos muestra cómo la ambición y el trabajo te pueden llevar a lo más alto.

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