La educación financiera es crucial en todo el mundo. A nivel global hubo un proceso acelerado de financiarización. En 1980 por cada dólar de activos reales había un dólar de activos financieros. En 2007 dicha relación había subido a 14 veces el total de activos financieros en relación a los activos reales.
La importancia de la educación financiera
Argentina como todo el planeta ha sido y es escenario recurrente de estafas piramidales y esquemas Ponzi. Un inversor educado entiende que toda inversión conlleva riesgo y que los rendimientos pasados no garantizan resultados futuros.
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La falta de educación financiera es crítica: gran parte de la población no comprende conceptos básicos como el riesgo-rendimiento, el interés simple o compuesto o la diversificación, siendo presa fácil de promesas irracionales.
Tanto el mundo como Argentina han estado expuestos a diversas crisis financieras por la yuxtaposición de inconsistencias macro, fallas en la regulación y supervisión financiera, malos incentivos y ausencia de educación financiera. De manera voluntaria o compulsiva el público está expuesto directa o indirectamente al mercado financiero.
Vamos a analizar la necesidad de brindar una adecuada educación financiera para evitar estafas y cuidar los ahorros de los ciudadanos como para potenciar en forma sana los mercados de capitales para promover el ahorro y el crecimiento.
Estafas Piramidales y esquemas Ponzi
Argentina como todo el planeta ha sido y es escenario recurrente de estafas piramidales y esquemas Ponzi, por la combinación de desconfianza en el sistema financiero tradicional y la atracción de supuestos rendimientos exorbitantes. Riesgos que se potencian en momentos de crisis por desesperación, fuera de la codicia que hace olvidar la sabiduría popular “Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”.
Veamos los matices entre ambas situaciones. El esquema Ponzi utiliza el dinero de nuevos inversores para pagar "rendimientos" a inversores antiguos. La estafa piramidal: recluta participantes que pagan para ingresar y ganan solo si convencen a otros participantes. El colapso es inevitable al agotarse el flujo de nuevos incautos.
Las características comunes son las promesas irracionales. Incluyen como vimos rentabilidades garantizadas (ej.: 5% mensual en dólares) sin justificación, opacidad y falta de transparencia en operaciones o "estrategias secretas". Generalmente se emplea a figuras públicas o “influencers” para generar confianza y lograr más adeptos o los que están inviertan mas dinero.
Estos fraudes, que prometen ganancias rápidas y seguras mediante supuestas inversiones innovadoras, han dejado en cada ciudad y pueblo miles de víctimas y pérdidas multimillonarias, revelando falencias no solo en la regulación y la supervisión financiera sino la ausencia de educación financiera.
La falta de educación financiera es crítica: gran parte de la población no comprende conceptos básicos como el riesgo-rendimiento, el interés simple o compuesto o la diversificación, siendo presa fácil de promesas irracionales.
También, existen vacíos regulatorios y problemas de supervisión: muchas estafas operan bajo figuras legales ambiguas (como "sociedades de hecho", "plataformas educativas" o “sitios web del exterior”) que no caen bajo la órbita del Banco Central o la Comisión Nacional de Valores, permitiéndoles operar antes de ser detectadas. La lentitud de la justicia para recuperar los activos agrava el problema.
La educación financiera (EF) es un pilar esencial para la protección del consumidor financiero, especialmente los más vulnerables y lograr una mayor confianza en los mercados y promover el desarrollo económico. La EF es mucho más importante en momentos en que la regulación financiera y la supervisión es más laxa como ocurre en la actualidad.
La EF implica como vimos conocer nociones básicas de matemática como por ejemplo entender el concepto de costo financiero total (CFT) o la diferencia entre una tasa nominal y una tasa efectiva, lo que ayuda para comparar el costo real de un crédito o el rendimiento de una inversión y de finanzas básicas como poder armar un presupuesto personal para poder organizar los gastos en función de los ingresos.
Un consumidor educado comprende los productos que contrata: desde los términos de una tarjeta de crédito (intereses, comisiones, saldos mínimos a pagar) hasta los riesgos asociados a un seguro o un plan de ahorro. Esto reduce la posibilidad de contratar productos inadecuados o a sobreendeudarse.
La educación financiera permite conocer qué derechos tiene un ciudadano como consumidor financiero (acceso a información clara, mecanismos de reclamo, portabilidad de productos al cambiar de proveedor) y cómo ejercerlos ante los reguladores, organismos de defensa del consumidor o ante la propia justicia.
Educación financiera para fortalecer el proceso de ahorro e inversión
Los mercados de capitales son percibidos como una timba. Lo es si uno desconoce de finanzas. La educación financiera permite aprender conceptos como acciones, bonos, fondos de inversión, diversificación y riesgo-rendimiento. Esto permite que más personas, con alguna capacidad de ahorro accedan a oportunidades de inversión que antes les estaban vedadas.
Un inversor educado entiende que toda inversión conlleva riesgo y que los rendimientos pasados no garantizan resultados futuros. Sabe que la volatilidad es normal y puede tomar decisiones a largo plazo sin temer ante fluctuaciones del mercado. Esto reduce la inversión especulativa irracional y fomenta la estabilidad.
Inversores informados exigen una mayor transparencia a las empresas y reguladores. Comprenden la importancia de los estados financieros, el gobierno societario y la información relevante, presionando por mejores prácticas y reduciendo la asimetría de información que puede llevar a fraudes corporativos.
Mercados con una base amplia de inversores minoristas educados, junto a inversores institucionales locales permite mercados más profundos, líquidos y por ende más fuertes. Esto permite atraer más inversiones, reduciendo el costo de financiamiento para las empresas y estimulando la inversión productiva.
Es vital desarrollar la cultura del ahorro para necesidades de a corto plazo, como metas de mediano plazo (estudios superiores, acceso a la vivienda) y de largo plazo (complemento a la jubilación).
En una economía no basta con promover el ahorro; es necesario que ese ahorro se canalice hacia inversiones productivas que generen retorno y financien proyectos en la economía real. La educación financiera enseña las diferentes opciones de inversión (desde cuentas de ahorro hasta fondos comunes de inversión) y cómo alinearlas con el perfil de riesgo y los objetivos del individuo.
Para lograr un crecimiento económico sustentable es vital generar un círculo virtuoso: más inversión, mayor producción, más empleo, mayores ingresos – lo que redunda en un mayor crecimiento y una menor dependencia del endeudamiento externo. El crecimiento debe ser inclusivo a los efectos de que cada vez más personas no solo puedan tener ingresos para vivir sino tener capacidad de ahorro.
En una economía donde cada vez menos gente accede al empleo formal y debe desarrollarse como “emprendedores”, la educación financiera es vital para elaborar planes de negocio sólidos, proyecciones financieras realistas y entender las opciones de financiamiento (capital propio, deuda, capital de riesgo) y sus costos. Esto aumenta la probabilidad de éxito de sus proyectos y su capacidad para crear empleo.
Antecedentes internacionales de educación financiera
Varios países desarrollados y subdesarrollados han implementado programas de educación financiera con diversos resultados. Veamos cuatro casos:
Chile
Chile desarrolló un "Programa de Educación Financiera" entre el Ministerio de Educación y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que incluye la integración curricular en educación básica y media, formación de docentes, materiales didácticos adaptados, y con campañas masivas de comunicación.
La campaña dio algunos resultados El conocimiento del mercado pasó de 4 puntos sobre 7 en 2016 a 4,3 puntos en 2023. También se concientizan retrocesos, los chilenos evalúan menos su capacidad de pago 84% en 2016 contra 80% en 2023, información que permite tomar medidas de política pública para revertir el retroceso.
También hubo un fuerte aumento en la apertura de cuentas de ahorro y en la comprensión de productos financieros y una mayor conciencia sobre la importancia del ahorro complementario para la jubilación (crucial en un sistema de capitalización individual como el que rige en Chile).
India: "Pradhan Mantri Jan Dhan Yojana" (PMJDY) y "National Strategy for Financial Education (NSFE)"
La NSFE coordina esfuerzos entre los reguladores, el Gobierno y el sector privado.
PMJDY es un programa masivo de inclusión financiera (apertura de cuentas básicas, seguros, programa de pensiones) acompañado de una fuerte campaña de educación financiera orientado a mujeres educadoras comunitarias lo que permite una mayor igualdad de derechos en zonas rurales.
Los resultados son la apertura de 356 millones entre 2014 y 2019 de cuentas bancarias a personas previamente excluidas (59% de zonas rurales y 53% mujeres) y la reducción drástica de la población sin acceso a servicios financieros a través de un mayor uso de canales digitales para pagos y transferencias, fomentando la formalización de la economía.
Reino Unido
"Money and Pensions Service" (MaPS) y Educación Curricular:
La creación de MaPS como organismo público independiente para ofrecer orientación financiera gratuita e imparcial. Ello implica la inclusión de educación financiera obligatoria en la currícula escolar inglés desde 2014 (desde los 11 años). También se desarrollaron campañas nacionales sobre ahorro, jubilación y gestión de deudas.
Los resultados son una mejora en la alfabetización financiera de los jóvenes. Existe un mayor acceso a orientación profesional gratuita y un incremento en la conciencia sobre la planificación de la jubilación.
No obstante, el 39% de los adultos ingleses aún no tienen confianza en cómo gestionar sus inversiones. En 2008 un 86% de los ingleses tenía dificultades para diferenciar una tasa nominal de una tasa efectiva de interés
Suecia
"Agencia de Consumo Financiero" (FI) y Enfoque en Ahorro e Inversión:
La FI tiene un mandato claro de supervisión y educación. Enfatiza la comprensión de los fondos de inversión (muy populares en Suecia), los riesgos y costos asociados, y la importancia del ahorro a largo plazo, brindando información clara y comparativa de productos.
Los resultados son bancarización del 99% de los ciudadanos y una alta tasa de participación en fondos de inversión entre la población general con una cultura arraigada de ahorro e inversión a largo plazo atribuible a la combinación de educación financiera y adecuada regulación. De 2013 a 2023, 501 empresas suecas se incorporar a la Bolsa. Solo en 2023 33 nuevas empresas pudieron financiarse en el mercado de capitales.
Educación financiera en Argentina
El Banco Central comenzó a desarrollar iniciativas de educción financiera en 2007. En ese año se hizo un estudio cualitativo en la CNV que un 75% de los ciudadanos desconocía los instrumentos de mercado de capitales.
Desde la Comisión Nacional de Valores que presidí desde 2009 iniciamos un proceso de educación financiera, impulsando un blog con contenidos sencillos de finanzas básicas, instauramos la obligatoriedad de un “test al inversor” obligatorio antes de operar, se establecieron requisitos mínimos de idoneidad para operar en los mercados de capitales, y se hicieron campañas educativas sistemáticas explicativas sobre productos financieros en horario central de televisión incluido en los partidos de futbol (Futbol para Todos).
Este esfuerzo se articuló con diversas áreas de gobierno para permitir colocaciones de obligaciones negociables de YPF e INVAP donde invirtieron decenas de miles de argentinos que nunca habían operado en el mercado de capitales, conciliando un ahorro con buen rendimiento y financiamiento genuino a la economía real.
Luego durante 2014 y 2015 lanzamos en el Banco Central el Plan Nacional de Educación Financiera 2015-2019 que fue discontinuado por el nuevo Gobierno en 2016. El Plan implicaba un esfuerzo conjunto del Estado, Banco Central, CNV, Ministerio de Educación y agentes privados para promover la inclusión de economía y finanzas en la curricula educativa, además de actividades en escuelas y barrios, además de participar de la Feria del Libro y Tecnópolis para capacitar en finanzas.
Un ejemplo de educación inclusiva fue el trabajo conjunto con el Banco de Formosa que desarrolló contenidos y habilitó cajeros automáticos donde se podía operar en lenguajes de los pueblos originarios. También la inauguración de puntos de atención en barrios carenciados, que establecieron bancos privados como contrapartida establecida por la regulación del Banco Central para la aprobación de sucursales en zonas de alto poder adquisitivo.
El Plan incluía una articulación para digitalizar la totalidad del territorio para habilitar el uso de servicios financieros y de pagos por medios digitales en todo el país y la integración de un sistema nacional de pagos fragmentado en diversas instituciones privadas lo que implicaba problemas de conectividad y costos crecientes.
Esto último no es estatitismo. El Brasil de Bolsonaro desarrolló el sistema “Pix” en el Banco Central Brasileño para que todos los ciudadanos puedan operar en todo el país sin costos y evitar que monopolios privados administren un sistema de pagos nacional.
En 2016 el Banco Central abandonó la promoción de la educación financiera, para promover la “inclusión”, dejando la difusión de conocimientos al sector privado. El problema es que los bancos comerciales tienen incentivos a vender productos y como se vio en las crisis financieras internacionales a “sobrevender” activos. Por eso el Estado debe articular la enseñanza financiera para evitar problemas de malos incentivos y generar contenidos sin sesgos que perjudiquen a los ahorristas.
Un ejemplo de una mala práctica es la norma de la CNV de 2024 que permite operar en Bolsa a menores de edad que no tienen los conocimientos y la madurez necesarios y sujetos a fenómenos complejos como la ludopatía. La liberalización financiera expone también al acceso a ofertas irregulares de países de escasa regulación en el exterior. La popularización de los activos digitales y criptomonedas requiere también de una adecuada regulación y supervisión. Por ahora solo se creó un registro de proovedores de activos virtuales en CNV, sin que ni la CNV ni el Banco Central aborden la problemática de fondo.
Primero la población debe ser educada para una toma racional, informada y consciente de decisiones y luego habilitar la operación de productos de riesgo.
A la fecha el desconocimiento sobre las finanzas es elevado. El Estado debe retomar la educación financiera popular, la generación de conectividad y provisión de servicios financieros en todo el país y no solo en los grandes centros urbanos y el acceso a costos razonables (que aumentaron con la desregulación de costos, comisiones y gastos) en las operaciones financieras.
Conclusión
Conciliar la protección del ahorro y el financiamiento a la inversión requiere tres pilares: educación financiera (para identificar señales de alerta), regulación adecuada (para cerrar vacíos legales) y supervisión activa (para detectar operaciones sospechosas).
La educación financiera no es un gasto, es una de las inversiones más rentables que una sociedad puede hacer. Protege a los ciudadanos más vulnerables, construye mercados de capitales más fuertes y transparentes, y cataliza el ahorro y la inversión necesarios para un crecimiento económico inclusivo y sostenible.
Los casos exitosos demuestran que, con voluntad política, estrategias integrales (que combinen educación formal, campañas de comunicación, inclusión financiera y supervisión efectiva) y adaptación cultural, es posible transformar la relación de las personas con el sistema financiero.
La democratización del conocimiento financiero es democratizar las oportunidades de progreso. Es hora de que la educación financiera deje de ser en el mejor de los casos un complemento y se convierta en un pilar central de las políticas públicas y educativas. La salud de la economía y el bienestar de los ciudadanos dependen, en gran medida, de esta crucial asignatura pendiente.
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