Es difícil resumir en pocas líneas al 2021 y la enorme transformación que vivimos en la industria de los medios de pago durante este tiempo. Posiblemente sea uno de los años con mayores desafíos, oportunidades y logros desbloqueados para todo el ecosistema, potenciados por tres pilares clave: aceleración del cambio, creatividad y trabajo en equipo. Pero, ¿qué fue lo que más cambió? La forma de hacer las cosas.
La digitalización de la economía no tiene vuelta atrás
Con los aprendizajes, experiencias y aciertos del 2021, iniciamos un 2022 en el que estamos seguros que el uso del QR se masificará para, finalmente, decirle chau al efectivo.
-
El Gobierno avanza en los pagos en dólares con tarjeta de débito
-
Sucive: ¿cuándo vence la primera cuota de patentes y cómo abonarla?
Como ya se dijo, no podemos esperar resultados distintos haciendo siempre lo mismo. En un país donde el 56% de las personas esperan que para el 2023 ya no existan pagos en efectivo, resultó fundamental alcanzar la sinergia entre instituciones públicas y privadas para un proyecto común, cooperativo, abarcativo y con una propuesta de valor única para el ecosistema. Y, en un siguiente paso casi tan ambicioso, se dió la colaboración de todos los actores -nuestra billetera, los bancos, las fintechs, los administradores de la infraestructura de pagos del país y el BCRA- para la implementación de los pagos con transferencia (o Transferencias 3.0), que marcan un antes y un después en la historia argentina de los medios de pago.
Para beneficio de todos, la digitalización de la economía no tiene vuelta atrás. Los bancos supieron ver ese avance y entendieron la importancia de dejar de lado iniciativas individuales en pos de una solución única y común que les permita mantener y potenciar la relación con sus clientes. Públicos o privados, más grandes o más chicos, los bancos necesitaban conquistar la cotidianeidad de sus clientes en el uso de sus productos digitales y construimos la posibilidad para hacerlo, unidos como nunca antes, convirtiendo sus apps en verdaderas billeteras.
Esta cooperación entre competidores nos hizo (y nos hace) mejores. En este mismo sentido, es necesario también hablar del trabajo conjunto para la interoperabilidad de pagos con transferencia, que nos permitió organizar el nuevo sistema según las reglas y las conveniencias de la industria local, pero replicando las experiencias exitosas de países que ya han implementado sistemas de real-time o instant payments, como fue el reciente caso de Brasil con PIX.
Para alcanzar este logro, convocamos a una mesa de trabajo a la que también se sumaron todos los actores del ecosistema de pagos y el BCRA. Juntos trabajamos durante meses para avanzar hacia una plataforma de pagos digitales que fomente la inclusión y permita disminuir la informalidad en la economía. Todos entregaron parte de su tiempo para participar en mesas técnicas, de diseño de producto, comerciales, legales y de impuestos, tarea que, por si fuera poco, nos acercó mucho. Este logro es un avance hacia una industria más integrada, con reglas de juego transparentes, ágiles y competitivas que nos benefician a todos.
Queda camino por recorrer, pero es importante destacar el enorme esfuerzo y el espíritu de cooperación del ecosistema en su conjunto. Constituimos un equipo multidisciplinario y multiactoral para liderar un cambio, no sólo desde el objetivo que nos formulamos sino también desde la forma en lo hicimos.
Nos queda seguir trabajando en una mayor estandarización y optimización del sistema, y la ampliación de la interoperabilidad del QR a todos los medios de pago, para mejorar la experiencia para usuarios y comercios en todo el país. Además, buscaremos alcanzar el estándar ISO 20022, el lenguaje común para las transacciones de pagos digitales, utilizado como medida y parámetro a nivel internacional por más de 70 países. Por último, seguiremos trabajando con las autoridades impositivas nacionales y provinciales para generar los incentivos adecuados para que usuarios y comercios adopten los medios de pago electrónico.
Pero lo que no tiene antecedentes y resulta incluso más revolucionario es la forma en la que nuestra cooperación como ecosistema continuará cambiando el día a día de la experiencia de los consumidores y los comercios argentinos. Con los aprendizajes, experiencias y aciertos del 2021, iniciamos un 2022 en el que estamos seguros que el uso del QR se masificará para, finalmente, decirle chau al efectivo.
CEO de MODO.
- Temas
- Pagos
Dejá tu comentario