5 de mayo 2025 - 17:16

Por qué el consumo de gin creció en los últimos 5 años: precios, tipos y claves a considerar

En poco tiempo, el gin dejó de ser una bebida exclusiva para expertos y se convirtió en protagonista del consumo masivo en Argentina, con un crecimiento impulsado por tendencias globales, innovación y una oferta cada vez más variada. Qué elige el público y cuáles son los costos de las botellas

Una pareja disfruta de una charla y toma Gin, una bebida que se expande en el uso y preferencias

Una pareja disfruta de una charla y toma Gin, una bebida que se expande en el uso y preferencias

En una góndola donde los destilados compiten palmo a palmo por la atención del consumidor argentino, el gin logró destacarse. En apenas cinco años, esta bebida pasó de ser una opción sofisticada para entendidos a convertirse en una protagonista del consumo masivo. Según datos de Diageo, compañía que opera en el mercado mundial en espirituosas premium, las ventas en Argentina crecieron casi 60% desde 2019.

La cifra no es casual: el auge del gin combina tendencias globales, cambios en los hábitos locales y una avalancha de propuestas, tanto industriales como artesanales, que ganaron lugar en bares, restaurantes y hogares. Leonardo Bonavita, responsable de White Spirits de Diageo Cono Sur, resumió así el fenómeno: “El gin & tonic (es el cuarto cóctel más elegido entre los consumidores locales) y el negroni volvieron a ponerse de moda. Los consumidores están abiertos a sabores nuevos y buscan alternativas a la cerveza o las bebidas espirituosas tradicionales. Esta categoría se adaptó muy bien a esas nuevas preferencias”.

La categoría, además, innovó con nuevos sabores y formatos. Diageo introdujo versiones como Tanqueray Flor de Sevilla, Tanqueray Royale y Gordon’s Pink, sumadas a presentaciones listas para tomar como Gordon’s Tonic en lata. Esta diversificación hizo del gin una opción versátil para distintos tipos de consumidor. En 2023, Gordon’s lideró el mercado con 157.000 cajas de 9 litros vendidas, mientras Tanqueray alcanzó las 43.000, según el International Wine & Spirits Report.

Ese crecimiento fue acompañado por un fuerte desarrollo del gin nacional, impulsado por pequeños productores y destilerías artesanales. Se estima que más de 300 marcas operan en el segmento y pueden adquirirse en negocios autorizados para la venta de bebidas alcohólicas. Juan Francisco Pisani, socio gerente de Comercial Argentina, resaltó el papel de la pandemia en este salto: “Se generó una explosión de gins artesanales, varios elaborados con ingredientes locales como yerba mate o botánicos de Mendoza. El gin se volvió una bebida de moda, igual que el vermut en los últimos años”.

En la misma línea, Franco y Bruno Moretti, de la Destilería Moretti, atribuyen el boom a tres factores: el arrastre de tendencias europeas, la aparición de muchas marcas nuevas y el trabajo conjunto de productores y bartenders para difundir el producto. “Entre 2019 y 2021, nuestras ventas crecieron un 1.000%. Aunque el mercado general tuvo un incremento menor, del 50%, fue muy significativo para una sola categoría”, explican. Hoy, la tendencia se estabiliza con consumidores más exigentes y una oferta que se profesionaliza.

Valores y botellas

El precio también acompaña esa diversidad. Una botella de gin nacional cuesta entre $5.000 y $12.000, dependiendo de su proceso y origen de insumos.

Aunque tiene una dispersión de precios muy grande debido a que no hay una referencia clara como puede pasar con otros rubros. "A su vez la variedad de propuestas es tan amplia en cuanto a calidad e imagen de marca, que los precios fluctúan entre $10.000 y $50.000, generalmente de forma coherente con la calidad, imagen y reconocimiento, mientras que los importados arrancan en $25.000 aproximadamente y pueden alcanzar más de $120.000 en algunos casos especiales", dijo Franco Moretti.

En el caso de los importados, el abanico va desde los $14.000 —como en el caso de Gordon’s London Dry Gin— hasta los $30.000 o más, como Tanqueray o marcas premium como Bombay Sapphire y Hendrick’s. En segmentos más altos, los precios pueden superar los $150.000, según la exclusividad de la botella.

Pisani aclaró que los insumos importados y la segmentación de marca definen en gran parte estas diferencias: “Algunas marcas apuntan a consumidores premium, otras al público masivo. También hay una gran diferencia si los botánicos son locales o vienen de afuera. Todo eso se traduce en el precio final”.

En qué momento es recomendable tomarlo

En cuanto al consumo, el gin se destaca por su flexibilidad. Bonavita indica que encuentra su mejor momento al atardecer, entre las 18 y las 20 horas: “Es ideal para el final del día, cuando se termina el trabajo y comienza el tiempo de relax. La hora del cóctel está cada vez más instalada en casa o en bares”.

No obstante, para Bruno Moretti, el gin puede tomarse en cualquier momento. “Se consume como aperitivo, durante la comida o después. Al ser refrescante, es perfecto para el verano, pero su popularidad se mantiene todo el año”, señalan.

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El gin cada vez se utiliza más en nuestro país y creció el consumo

El gin cada vez se utiliza más en nuestro país y creció el consumo

La preparación casera también gana terreno. Con apenas tres ingredientes —gin, tónica y hielo— se puede lograr un trago balanceado. Bonavita recomienda una proporción de 30% de gin y 70% de tónica, más un garnish a gusto (cítricos, hierbas o especias). Para Pisani, la clave está en lavar el hielo y respetar el orden: primero el gin, luego el hielo, y al final la tónica. En bares y restaurantes, el detalle marca la diferencia. “Lo esencial es que el hielo sea en abundancia y la tónica esté fría para mantener el gas. También se imponen decoraciones como frutos rojos, romero o albahaca”, explicó Bruno Moretti.

El formato en lata también crece en aceptación, sobre todo entre el público joven que prioriza la comodidad. Las versiones RTD (ready to drink, listo para beber al traducirse) tienen precios entre $2.500 y $4.000 por unidad y permiten acceder a una experiencia de calidad sin necesidad de preparación.

La expansión del gin plantea oportunidades y desafíos. Desde el lado industrial, Bonavita considera que el consumidor actual es más cuidadoso: “No abandona el consumo, pero lo racionaliza. Elige marcas en las que confía, reduce la frecuencia o busca presentaciones más chicas”.

Industria y momento bisagra

Franco Moretti coincidió en que el sector vive un momento bisagra. “Tenemos una industria joven, que todavía trata de encontrar su identidad. Es un mercado con mucho potencial, pero también con cierta inmadurez. Hay margen para seguir creciendo si se consolidan marcas serias y con continuidad”.

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Una bebida versátil que se mezcla con otras para crear una variedad de sabores y cócteles

Una bebida versátil que se mezcla con otras para crear una variedad de sabores y cócteles

En ese camino, la educación y la profesionalización del sector cumplen un rol clave. “Durante años dimos cursos de destilación para generar una base sólida de productores. El consumidor argentino se volvió más exigente y busca calidad, estabilidad y una estética cuidada. El gin dejó de ser sólo una bebida: hoy transmite estilo y pertenencia”, amplió.

Así, el gin argentino pasó de moda efímera a categoría consolidada. Con marcas globales, propuestas artesanales y una comunidad de consumidores que lo elige tanto en casa como en el bar, la copa de gin tonic se alza como símbolo de una nueva era de consumo.

Pisani concluyó: "El mercado se mueve por tendencias y el gin supo adaptarse a los nuevos hábitos. Su versatilidad, la apuesta por ingredientes locales y la diversificación de marcas fueron claves en su consolidación como una opción masiva".

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