Un día, mientras pescaba en el río Sar en busca de truchas, Fernando Brey Quintela, un pescador gallego, tropezó con algo que cambiaría su vida para siempre. Bajo el barro y el musgo, sus pies toparon con una figura extraña. Al sacarla a la superficie, descubrió una hermosa virgen gótica, una obra de incalculable valor histórico y artístico. Este suceso lo convirtió en el protagonista de lo que bien podría ser una película de aventuras.
Un pescador tropezó con una piedra y tuvo un hallazgo millonario: ¿quién es?
El hallazgo de la "Virxe de Conxo", una pieza histórica del siglo XIV, generó un gran revuelo en Galicia. Descubrí su historia.
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Con una capa de musgo cubriéndolo, el descubrimiento, realizado en junio de 2020, había permanecido sumergido en el agua del río durante al menos un siglo. Al principio, su familia dudaba del hallazgo, pero un año después se confirmó que se trataba de una pieza del siglo XIV. Con el nombre de "Virxe de Conxo", esta obra había pasado desapercibida durante generaciones, hasta que el azar la sacó a la luz.
Qué encontró Fernando Brey Quintela
La escultura, tallada en granito, representa una Virgen sedente con el niño Jesús, rodeada por dos ángeles. Según los primeros estudios, se enmarca en el estilo gótico gallego, con una probable datación en el siglo XIV. Esta pieza es de bulto redondo y presenta tallados en cuatro de sus cinco caras, lo que sugiere que fue diseñada para ser suspendida en una pared. La base de la escultura está decorada con una flor de cuatro pétalos y hojas de acanto entrelazadas, lo que refuerza la idea de que no estaba destinada a estar apoyada sobre otro objeto.
En la imagen de la Virgen y el Niño, los dos ángeles que los acompañan están visiblemente desgastados. A pesar de ello, aún se pueden distinguir sus rostros y las manos, que parecen sostener algún objeto o el manto de la figura. Esta característica añade un toque de delicadeza a la obra, al mismo tiempo que la falta de detalles completos en los ángeles sugiere un deterioro considerable con el paso del tiempo.
Por otro lado, tanto la cabeza del Niño como el rostro de la Virgen han desaparecido. Este daño, conocido como “impacto antiguo”, muestra un desgaste en los bordes que podría haber sido causado por una rotura intencional, probablemente para despojar a la pieza de su carácter sagrado. Este tipo de daño, común en objetos de valor religioso, señala una posible intervención deliberada en su integridad.
Derecho de indemnización: en cuánto esta valuada la escultura
El hallazgo de la Virgen gótica en el río Sar ha generado gran revuelo, no solo por su importancia histórica, sino también por las implicancias legales que trae consigo. Según la legislación española, Fernando Brey, quien encontró la obra mientras pescaba en el río, tiene derecho a una indemnización equivalente al 50% del valor de la pieza, cuyo valor ha sido estimado en unos 100 mil dólares. El objeto fue entregado inicialmente a la Consellería de Cultura, que se encargó de su restauración y conservación. Actualmente, la pieza se encuentra en el Museo das Peregrinacións, donde se exhibe como un tesoro de la región gallega.
La relevancia de este hallazgo fue confirmada por Ana Paula Castro, experta en antigüedades y amiga de Brey. En una entrevista con Telemadrid, la especialista aseguró que, a pesar del deterioro sufrido por el paso del tiempo y su permanencia bajo el agua, la pieza tiene un valor histórico incalculable. Gracias a su intervención en las primeras semanas tras el descubrimiento, la Virgen no fue despojada, y su conservación se convirtió en una prioridad para las autoridades culturales. El proceso de restauración, debido al peso de la pieza (300 kilos) y a su ubicación en un terreno de difícil acceso, demandó estrictas medidas de seguridad para garantizar su futuro como elemento clave del patrimonio gallego.
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