15 de marzo 2024 - 14:05

El rechazo al DNU es lo de menos: la verdadera preocupación va por otro lado

Para avanzar en leyes duraderas, habiendo llegado con un gobierno débil, tendrían que haber construido hegemonía absorbiendo a toda la derecha que quiere, a la vez, bajando el pie del acelerador, sin apresurándose al tomar las curvas.

Ni el ajuste fiscal, ni el control monetario, ni la recomposición de reservas, que constituyen una masacre, son sostenibles a mediano plazo.

Ni el ajuste fiscal, ni el control monetario, ni la recomposición de reservas, que constituyen una masacre, son sostenibles a mediano plazo.

Télam

El espectro que recorre el mundo, no es el comunismo denunciado por Milei en el Foro de Davos, sino una suerte de “neo-neoliberalismo”, que casi ningún liberal comprende muy bien. El vacío de poder que dejaron el peronismo y la UCR-partidos históricos, perdiendo parte de sus bases y también de sus discursos, derivaron en este nuevo modelo político que vino a desplegar una experiencia económica, difícil de sostener.

De esta manera llegaron, sacaron provecho de todos los defectos de los espacios tradicionales, sin necesidad de mostrar méritos propios. Lo único que ha de complicar la situación, es el peligroso tratamiento monetario, lejos de la importancia que se le está dando al rechazo del DNU.

El componente monetario

Examinemos los efectos que tienen los cambios en la cantidad de dinero y en la deuda pública sobre el nivel de precios y la tasa de interés. Hay que avisarle a Caputo, que existen diferencias cuando los cambios en la oferta monetaria son simples o cuando vienen aparejados con modificaciones en la deuda pública. El significado de la deuda pública reside en su efecto sobre la capitalización de las corrientes de ingreso futuro.

Si el BCRA compra títulos públicos con emisión monetaria, el Estado deja de pagar interés sobre ellos, se reduce así la deuda pública, del mismo modo que los intereses pagados por el Estado. En consecuencia, el Estado tendrá un excedente presupuestario, en tanto que el público sufrirá una disminución de su ingreso disponible igual a la merma en los pagos de intereses. El cambio en la cantidad de dinero altera el nivel de precios, pero no necesariamente influye sobre la tasa de interés, en general. Una modificación de la oferta de dinero, acompañada por un cambio de deuda -operaciones de mercado abierto- afecta el nivel de riqueza, el ahorro y la tasa de interés. Las operaciones de mercado abierto, agravan la subcapitalización que, resulta de una expansión monetaria. El componente monetario del programa que el gobierno viene aplicando, es una política monetaria contractiva. Caputo y Bausili se han inclinado por una política de control de base monetaria, diferente a la que se aplica en el mundo desarrollado, donde el instrumento de política monetaria clave es el aumento de la tasa de interés.

Férreo control de la base monetaria con la tentativa de contener los agregados monetarios, a la caza de enérgicas caídas de los agregados en términos reales, que se sitúan en superficies auténticamente mínimas. Caputo está intentando aplicar una política circunscripta de control de la cantidad de dinero, con tasas de interés muy bajas, fuertemente negativas en términos reales, para evitar el exceso de emisión, por los intereses de los pasivos remunerados del BCRA-peligrosísimos “pases”-, tras el desarme mostrenco de las Leliqs. Se ha constituido, asimismo, el carry trade más peligroso de los últimos 48 años. Desde que asumió Milei la base monetaria creció solo 4%, con una caída real de casi 40%, eso ya lo había hecho Guido Sandleris para que Macri termine el mandato, no para empezar un nuevo gobierno. De aquí al futuro, existe una genuina inquietud porque los factores de esterilización de pesos que permitieron conservar bajo vigilancia la base monetaria se van agotando. Como, además, el sector externo continuaría siendo expansivo, muy embarazosamente el Tesoro podría permanecer obteniendo funding como el que logró hasta ahora, para perpetuar la recompra de deuda al BCRA y así, seguir esterilizando pesos.

LOS PUTS

El Put otorga el derecho de vender el activo subyacente al precio de ejercicio pactado. Pero al momento de ejercer la opción, el resultado del Put es la diferencia entre el valor del activo subyacente y el precio de ejercicio. Una gran parte de la emisión de bonos del Tesoro tuvo que ser suavizada por el BCRA brindando Puts para los bancos, de manera inconsistente con la idea de avanzar con un programa monetario confiable que quiere tener bajo control los agregados monetarios. Recuerde que el valor de una opción es mayor cuanto mayor es la volatilidad del activo subyacente.

La “opción Put” le da a los compradores el derecho,-no la obligación-de vender un activo a un precio determinado, antes de una fecha de vencimiento concreta. El valor de una opción Put aumenta si el precio de mercado del activo se deprecia. El autor de la opción, tiene la obligación de vender el activo subyacente, al precio que se ha acordado (strike price), si la opción se ejecuta por parte del comprador.

LOS DOLARES

El Estado considera emitir Bopreal por u$s 10.000 millones, y ya lleva emitidos casi u$s 7.500 millones, es decir, no queda mucha tela para cortar en términos de absorción monetaria con esa táctica. Los pasivos remunerados dejarán de ser un factor astringente de la base monetaria para ser un elemento expansivo por la dimensión de los intereses que se estarán costeando: alrededor de $ 2 billones mensuales.

Se optimizaron las estadísticas externas, gracias a la mega devaluación de 118%, más el contraste de la sequía del último año de Alberto Fernández. De esta forma regresó el superávit comercial de enero con una contribución de alrededor de 800 millones de dólares. Se valora en el margen, una recuperación de reservas, aunque no es significativa. El BCRA compró casi u$s 9.000 millones, u$s 6.500 millones permanecieron y, las reservas brutas alcanzaron u$s 27.700 millones, si bien las reservas netas siguen siendo negativas en u$s 6.000 millones. De los u$s 9.000 millones, u$s 7.000 millones estan comprendidos por el aplazamiento del pago de las importaciones.

En febrero se liquidaron u$s 1.500 millones. El problema es que en algún momento habrá que salir del crawling peg del 2% mensual, al cual Caputo se resiste. No es difícil imaginarse por qué le pone el pecho. No sea mal pensado, es que ya empieza a vislumbrarse otra devaluación que puede detener la liquidación de exportaciones, pero Caputo y los bancos beneficiarios del carry trade, ambicionan seguir pedaleando la bicicleta, lo más que se pueda. La codicia no tiene límites.

Ya se perdieron alrededor 75% de las mejoras cambiarias que se intentaron con un costo altísimo. Se enciende luces amarillas: se calcula que durante el último mes se perdieron u$s 4.500 millones en ingreso que se esperaban ansiosamente.

INFLACION

La inflación del periodo es un fracaso rotundo, ya alcanzo 75% en un trimestre con la peor caída de la actividad en 22 años, y como hemos visto, la inflación no ha sido por un fenómeno monetario, sino por las desorbitadas tarifas y aumento de las naftas. Además, en marzo piensan escalar la tarifa de gas, que se monta a la trepada de la luz de febrero.

Si todo sale como espera el gobierno en forma abstracta e inconsciente, 2024 cerraría con 300% anual, superando 2023, el peor año de Alberto Fernández. El hachazo a los salarios y el enérgico ajuste de la actividad económica han sido extravagantes.

Los salarios reales se derrumbaron alrededor de 30% entre diciembre y marzo, ni hablar de los no registrados, el consumo y la actividad, como señalamos son los más bajos en 22 años.

En febrero, las ventas de las pymes se destruyeron 27% interanual. El primer trimestre el PBI va a caer 5% y, 7.5% interanual. Hay que remontarse hasta el cuarto trimestre de 2001 y el primer trimestre de 2002, o la pandemia para observar caídas trimestrales de dimensión parecida.

El programa ha tenido un arranque inhumano, se comenzó con una descomunal reducción del déficit fiscal, con implacable control monetario. A ello se agrega una transferencia en la distribución del ingreso, emergente de una construcción a medida de la estructura deseada de precios relativos, que opera una redistribución regresiva, sin precedentes en 48 años.

Sin embargo, ni el ajuste fiscal, ni el control monetario, ni la recomposición de reservas, que constituyen una masacre, son sostenibles a mediano plazo. En materia fiscal, hay que salir del ajuste asentado en la aceleración de la inflación (licuadora), hacia una disminución sustentable del déficit impulsando una reforma y un reordenamiento del Estado, sostenible, es decir, negociada con la oposición.

La situación social es insostenible. Se requiere un cambio de rumbo que el gobierno no va a plantearse, hasta que las consecuencias de este experimento, lo detone. A un digito de inflación no se llega porque la cuestión social no lo permitirá. Generaron un nivel de inflación del doble que se tenía antes del salto devaluatorio, pasaron del mal 12% de Massa al “buenismo” 25% de Milei, con una espantosa recesión y una inaudita disparada de la pobreza y la indigencia.

Para bajar la inflación a los peores niveles de Cristina Kirchner (2% mensual) el gobierno necesitará un programa heterodoxo, y eso no va a suceder con Milei. El presidente alucina reformas estructurales, desregulaciones, apertura incondicional-sin negociación-de la economía, como si realmente fuera posible, sin una explosión de magnitud.

No habrá reformas posibles para incentivar la competencia, suprimiendo del cálculo a la gente. La pobreza estaría superando el 60% (p). Hablar de promover mejoras de productividad y restablecer el crecimiento sostenido luce accesorio, sin enviar comida en los comedores y sin resolver el desastre de los jubilados, el asunto tendrá que esperar.

Las reformas que se incluyeron en el DNU, rechazado en el Senado por 42 votos a 25, y la Ley de Bases mutilada, claramente no es lo peor que podremos ver.

FALTA POLITICA

Para avanzar en leyes duraderas, habiendo llegado con un gobierno débil, tendrían que haber construido hegemonía absorbiendo a toda la derecha que quiere, a la vez, bajando el pie del acelerador, sin apresurándose al tomar las curvas.

Es necesario salir de la recesión ya mismo. No hay suficiente apoyo legislativo ni provincial. El Pacto del 25 de mayo debe ser completamente distinto a lo que el presidente se imaginaba. No irá precedido por un pre acuerdo con gobernadores incluyendo la sanción de la Ley de Bases, con un paquete de limosna fiscal para las provincias. La motosierra y la licuadora funcionaron para la campaña, pero se agotaron en 90 días de gobierno. O llega rápido el giro al pragmatismo, con consenso político, o nos aproximamos a un desenlace impredecible.

Director de Fundación Esperanza. Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros, @pablotigani

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