16 de julio 2007 - 00:00

"Hay que convivir con inestabilidad"

Para Claudia Mundo, serdirectivo en la Argentinarequiere flexibilidad al cambioy creatividad.
Para Claudia Mundo, ser directivo en la Argentina requiere flexibilidad al cambio y creatividad.
«Ser directivo en la Argentina implica flexibilidad al cambio y creatividad para convivir en un escenario poco estable.» La afirmación pertenece a Claudia Mundo, quien se desempeña desde 2005 como directora de finanzas de MetLife AFJP y de Metropolitan Life Seguros de Vida, y tiene 100 empleados a su cargo. También opinó sobre la situación de las AFJP en nuestro país y de las deficiencias de los jóvenes profesionales.

Periodista: ¿No temen que la reforma del sistema previsional tenga como consecuencia un impacto negativo en su rentabilidad?

Claudia Mundo: No percibo temor por parte de la empresa. Confiamos en el buen mensaje que tenemos para transmitirles a nuestros clientes. Por eso creemos y confiamos en que la mayor parte de nuestra cartera nos elegirá, porque le conviene. Igualmente, estamos en un período de transición, por lo cual aún estamos evaluando qué impacto podrá llegar a tener. Sabemos que afectará a nuestro ingreso, pero esto no se sabrá hasta 2008, en el próximo cierre del ejercicio. Además el gobierno tampoco nos informó del número de traspasos efectuados hasta ahora.

P.: ¿Cuál es la reacción de los clientes ante esta posibilidad de volver al Estado?

C.M.: Es muy pronto para evaluar. Hasta ahora tuvimos un buen recibimiento de nuestra asesoría. El cliente reconoce como positivo que nos acerquemos para mostrarle datos objetivos. Si vemos que hay un cliente que tiene muy poco aportado y sus aportes son irregulares, no dudamos en sugerirle que efectivamente tal vez sí sea una buena opción que se pase al Estado. Por sobre todas las cosas, nos manejamos sin descuidar los valores éticos de la empresa. A la hora de poner en la balanza la decisión, la gente también pone en juego su ideología, y lamentablemente muchos después de la crisis económica quedaron resentidos con las empresas y tal vez por eso algunos prefieran al Estado.

P.: ¿Cómo repercutió la crisis económica de 2001 en su actividad laboral?

C.M.: Estaba trabajando en una empresa de seguros. Por suerte no me tocó pasar por una situación de discordia con clientes porque la empresa se ocupó de protegerles sus activos. Si bien la crisis desencadenó un gran impacto en todas las empresas, los clientes no se sintieron tan afectados porque a pesar de la pesificación se les aseguró permanentemente que la protección por la que habían pagado seguía en pie.

P.: ¿Cómo ve actualmente a nuestro país?

C.M.: Veo una Argentina que sigue creciendo, aunque no al mismo ritmo con que lo hacía hace un par de años. El mayor problema hoy es la apertura crediticia, el control de tipo de cambio y de las estructuras energéticas. Creo que en el corto plazo el gobierno seguirá efectuando políticas para impedir un mayor crecimiento de la inflación.

P.: ¿Qué condiciones cree que debe reunir un profesional para desempeñarse en un puesto jerárquico dentro de una empresa en nuestro país?

C.M.: Ser directivo en la Argentina lleva un plus: se requiere flexibilidad al cambio y creatividad para convivir en un escenario poco estable. Creo que además es importante trabajar sin descuidar los criterios éticos, ser capaz de desarrollar el liderazgo de sus empleados y guiarlos en su trabajo, capacitarse permanentemente y no tener miedo de trabajar con empleados que sean los mejores en su labor, actitud que se observa con frecuencia en los directivos. También es necesario que pueda convivir en organizaciones matriciales, para lo cual es imprescindible implementar buenos canales de comunicación. Por último, se debe lograr un buen equilibrio entre vida personal y laboral y no ser ciegamente ambicioso y soberbio.

P.: ¿Qué deficiencias observa en los jóvenes profesionales?

C.M.: Que no saben elegir bien a qué empresas se incorporan. Cuando yo era joven renuncié a varias búsquedas porque no estaba conforme con el entorno de trabajo que dichas empresas me ofrecían. Además hay empresas en las que el profesional ve reducido su potencial, y esto, lejos de ser una gran ganancia, es una gran pérdida. Los jóvenes no analizan bien, se ven motivados en la conveniencia inmediata pero no se fijan en la construcción profesional futura. Deberían desarrollar proyectos con futuro. Tal vez entran a una empresa y están tres meses y se van a otra porque les paga mejor, pero eso no significa que se trate de una empresa más seria. Además, esos saltos en el currículum vitae no son positivos.

P.: ¿A nivel laboral alguna vez sintió diferencias por su condición de mujer?

C.M.: Nunca. Pero debo reconocer que hay muchos casos en los que hay hombres que llegan a puestos importantes sin ser capaces, mientras que hay mujeres con gran capacidad y no llegan a ocupar ese puesto porque se privilegia al hombre. De todas maneras, ya hay gran cantidad de empresas que tienen un importante plantel femenino, porque se dieron cuenta de que la mujer tiene un punto de vista especial, dado que somos más emocionales y sensibles.

P.: ¿Cómo hace para desempeñarse con eficiencia en su trabajo sin descuidar su rol de madre?

C.M.: Busco siempre el equilibrio entre ser madre, esposa y profesional. Pero nunca mi profesión estuvo por encima de mi familia. Si bien tengo que dedicar gran cantidad de tiempo al trabajo, siempre trato de compensar, siendo una madre presente, dedicando mucha atención cuando llego a mi casa después del trabajo, y sobre todo los fines de semana.

Entrevista de Marcela Pagano

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