16 de marzo 2022 - 14:06

La historia se repite

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Perón se dirige a la multitud desde el balcón de la Rosada. Acompaña el discurso la ovación y los cánticos. Indica la existencia de enemigos y llama al pueblo a “unirse”. Asevera que su gobierno no cederá a presiones de “los que tiran de la derecha ni los que tiran de la izquierda”.

“Todo es indecible fastidio y fatiga. Por más que vemos, jamás nos satisfacemos; por más que oímos, no estamos contentos. La historia es simple repetición. Nada hay realmente nuevo; todo ha sido hecho o dicho antes. ¿Puedes tú indicar algo que sea nuevo? ¿Cómo sabes que no existió ya en remotas edades? No recordamos lo ocurrido en aquellos tiempos antiguos, y en las futuras generaciones nadie recordará lo que hayamos hecho ahora”. (Eclesiastés).

Leyendo integrantes del espacio nacional y popular, encontramos contenidos similares a la explicación de “la luz al final del túnel de la ex vice presidenta”. Tenemos preguntas. ¿Qué es esto de la perorata revolucionaria de café?-¿No estará sobrevalorada?-¿Las agrupaciones políticas alborotadas, están al tanto lo que tienen delante?-¿Los contextos mundiales de los 1960-1970, los 2000 y los 2020 son semejantes?-Ya que así piensa la derecha, en forma limitada, abstracta, y sin gente adentro. Lo mismo dio 1955, 1976 y 2016.

Debería haber diputados que entendieran de debilidades conceptuales. -¿Pero qué clase de graduados de economía tiene el oficialismo, que no son capaces de identificar el analfabetismo de un diputado de la oposición, para defender a su Gobierno?- No hay cuadros de política económica, por eso hay que buscar afuera, para después horadarlos con envidia. Vemos actores guionados para agradar a los jefes, con discursos pretéritos de estudiantina panfletaria.

Tenemos que preguntarle a los excitados que vociferan: ¿Cuál es tu plan? ¿Cuáles serían las consecuencias favorables y perjudiciales de aplicar tu propuesta? ¿Qué antecedentes tenemos en el mundo para leer y estudiar tu ofrecimiento?

Y a los políticos interpelarlos: -¿Tiene el pueblo argentino la capacidad de soportar el sufrimiento que padecen los hermanos venezolanos desde hace años?-¿Le preguntaron?-¿No será que aunque hubiera un gran apoyo,-que no lo hay-el entusiasmo inicial, pronto se diluiría en la desesperación por la falta de papel higiénico?-Vimos en las elecciones 2019 que 40% del país vota en forma contraria y, aunque hay una parte del pueblo sea capaz de grandes actos de concordia, también hay una parte apta para extraviarse por la demagogia y los comecocos. ¿O no registramos la idiosincrasia: “kaka-kaka, kuka-kuka, chorra, robaron 2 PBI” (Úrsula Vargués), o la simbólica señora que no quería ser “Valenzuela” (Lautaro Maislin)?- Acabamos de ver que el 17% del voto en CABA y el 5% en PBA compró demagogia postfascista.

Pensar es mejor que seguir gerentes sociales con buenos deseos. -¿Qué parte no se comprende de la lógica de la virtud fiscal de Néstor Kirchner?-No puede ser que los mismos que elogiaban a Néstor pidan “más dependencia”. Porque más déficit fiscal es más endeudamiento y en alguna medida-que no es cero %-más contribución de los salarios a los precios. -¿Qué parte de “te hacen explotar el país” no se entiende?-¿Quiénes van a bancar y quienes van a resistir?-¿Hay masa crítica?-¿Está la resistencia de los 50-60, o la juventud de los70?

Cualquiera que arenga patear el tablero del FMI-omite las consecuencias para el pueblo-, hace jueguito para la tribuna Nac&Pop. Patear el tablero “con el pueblo adentro”, no existe. Pregúntelos a líderes e intelectuales de los movimientos sociales. Si hoy, no se aguanta más, siguiendo esos delirios, sepamos que se puede empeorar hasta lo indecible. Podría ser que quien plantea ese “no plan”, no conozca cómo funciona la política económica internacional y las finanzas de la OTAN; pero en ese caso, sobre evalúa su capacidad autodidacta. La respuesta: “Si San Martin hubiera pensado así, seriamos el virreinato”, luce altiva. -¿De verdad se comparan con San Martin?-Parece una simplificación. Creer, es una cuestión de fe, no de política internacional. Dolina los llamaría “expertos en prólogos”.

Para ellos Alberto Fernández y Martín Guzmán son traidores y malos negociadores. Los diputados oficialistas que se resistieron a la aprobación del acuerdo, se sumaron a la oposición, juntos coincidieron en rechazar el acuerdo. Desde la izquierda trotskista, pasando por el progresismo burgués y propietario, hasta la derecha postfascista.

Nadie dijo que los reclamos y las acciones jurídicas no sigan. Deben seguir sin pausa, pero la gente no puede esperar el juicio y la sentencia para comer, aun si fuera posible que los tribunales internacionales fallaran a favor de Argentina y en contra de la OTAN.

Los bufones del establishment

En el otro extremo, el tiempo se detuvo en el Consenso de Washington y la URSS. Para la ortodoxia anti oficialista el memorando de entendimiento técnico, muestra a un FMI “encubridor” del Gobierno. Los chistosos del coloquio acusan al FMI de aceptar el proyecto gubernativo de flotación administrada del tipo de cambio, de mantener el “cepo”, de no bajar el gasto público primario en términos reales, de la monetización de los DEG; de permitir la venta de dólares en el mercado de dólar futuro, y todo tipo de pecados, transgresiones y nuevas herejías.

Entre todas las calamidades sobresale “la apostasía del FMI”. ¿Cómo no demandó las reformas estructurales?

Violación del manual Kapelutz de los seminaristas del Consenso de Washington. Al parecer, el FMI se ha transformado en una especie de corporación marxista-leninista maoísta, neo chinoista y, terminó siendo condescendiente con peronia.

Para quienes votaron a Macri dos veces. Si. Hay ciudadanos que lo votaron dos veces. Para ellos el acuerdo es una tentativa de alcanzar el final del mandato. ¡No melón!, eso fue en “2018”. Al peronismo lo único que le mueve son golpes de Estado. Y en eso lo van a encontrar unidos. Son necios, les atraviesan los pensamientos confusos y la inconsciencia del campeón de bridge y su troupe. Los criados que acompañan a sus clientes para abrirles y cerrarles la puerta del automóvil, aplican el mismo mecanismo. Le atribuyen a Fernández, todos los defectos, fechorías, e incluso carencias básicas, que sobresalieron con Macri.

Pero no se haga ilusiones, la percepción distorsionada de la realidad, los comportamientos absurdos, no terminan. Aunque las metas que aceptó el FMI les resultan escasas, laxas y relajadas; ya anticipan que no se van a cumplir. Puede ser.

La verdad es que además de las dos pandemias, Argentina negoció con un sinnúmero de restricciones monetarias y fiscales reales, de una economía que se mantuvo en equilibrio con malabares de los platitos chinos. Lo detallamos.

¿QUE PASÓ CON LA POLÍTICA MONETARIA ANTES DEL ACUERDO?

En el último bimestre 2021 y el primer mes 2022, la base monetaria-sin estacionalidad-creció a un ritmo anualizado del 55% y el M2 privado al 83%.

¿QUE PASÓ CON LA SITUACIÓN FISCAL?

Casi el cincuenta por ciento del aumento de la deuda anual se acumuló en el último trimestre. Dada la estrechez del mercado en pesos, el Tesoro y el BCRA ven subir la tasa de interés a pagar y, este es el tema de mayor preocupación. No es una imposición del FMI, es una indicación obvia si no se pretende una corrida de depósitos. En este último trimestre 2021, el gasto primario creció a un ritmo mayor al de los ingresos. El déficit primario del sector publico nacional sumó 840 mil millones de pesos, creciendo 85% nominal interanual o 23.5% real. La alteración se extendió hasta enero 2022, con haciendas que bajaron 1.8% en términos reales respecto del mismo mes del año anterior y, el gasto primario subió 4% real, impulsado especialmente por obra pública y prestaciones sociales.

EL BCRA SE QUEDABA SIN RESERVAS NETAS Y LAS BRECHAS CRECÍAN

Hasta antes del anuncio del preacuerdo con el FMI, y pese a los 15 mil millones de dólares de superávit comercial del año pasado, la oferta de dólares del sector privado en el mercado de cambios le permitió al BCRA comprar solo u$s 5.000 millones. Entiéndase que el BCRA apenas pudo detener del coladero, 30% del superávit comercial 2021. Y luego desde septiembre 2021, la mengua en la oferta de dólares, sin financiamiento genuino, con incremento de la demanda de divisas, reconoció una plétora de demanda privada de dólares, por lo cual el BCRA tuvo que vender 2.100 millones de dólares.

¿SE PODRÁ ALCANZAR LA META FISCAL COMPROMETIDA?

El déficit primario (no el Gasto) debe descender medio punto en 2022 con relación a 2021, 1.1% más en 2023, 2.1% en 2024 y alcanzar el equilibrio en 2025. Aun así, bajar 0.5% con mejora de la recaudación tributaria este año, con un gasto público pujando en términos reales y las tarifas aumentando luce posible, pero con gran esfuerzo del administrador tributario. Bajar 0.5% del PBI requiere que los ingresos suban 5% en términos reales.

LA META MONETARIA

Los monetaristas “trinan” de rabia porque no existe en el acuerdo con el FMI, una meta monetaria escrupulosa. El acuerdo se circunscribe solo a la emisión directa del BCRA al Tesoro -1% del PBI-, lo que equivale a unos 700 mil millones, y no hay una restricción manifiesta a la emisión monetaria “en diagonal”. Vamos hacia un incremento en la expansión monetaria 2022, y no una desaceleración. El FMI consiente emitir pesos contra los DEG que le restituirá a la Argentina, y no hace ninguna referencia a la emisión ambigua que envuelve a los bancos que compren bonos del Tesoro con pesos derivados del reemplazo de Leliq, por títulos del Tesoro. Entonces, 700 mil millones de emisión monetaria directa, más 700 mil millones por la monetización de los DEG, más la monetización de los ingresos netos emergentes de los organismos multilaterales de crédito y la filtración de Leliq.

META RESERVAS

La acumulación de reservas internacionales netas para este año sería de 5.800 millones de dólares. Se prevé ingresos de organismos por 2.600 millones, más los del FMI que realizara en cuatro desembolsos en 2022, mas la devolución de los DEG que Argentina utilizó para pagar vencimientos. En suma, el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas netas es viable, aunque no decimos que sea sencillo. Para poder cumplir, hay que generar oferta de dólares para que el BCRA pueda comprar divisas. Como dijimos, no está claro que el superávit comercial 2021 se repita en 2022, pero tampoco tiene probabilidad cero, en el actual contexto geopolítico. Por el lado de los egresos, está el pago de deudas en moneda extranjera y, el Tesoro tendrá que enfrentar este año los bonos en dólares del canje, y tal vez hará alguna muestra de buena voluntad al Club de París. Venimos de varios años de pagos de la pesada herencia con los organismos, superando los desembolsos. Nuestros cálculos a bote, son que este plan debería funcionar con cierta holgura, por lo menos, los próximos dos años de Gobierno.

Es muy peligroso dejarse llevar por las nociones convencionales de desenfreno de “los que tiran de la derecha y los que tiran de la izquierda”.

(*) Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani

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