En las compañías que operan en Argentina, hoy el imperativo corporativo es claro: es necesario crear valor y competir con estándares globales, en un contexto de reordenamiento de la macroeconomía y de un mercado con menos regulaciones y nuevas exigencias.
Liderazgo C-Level: la solidez ejecutiva que forja la competitividad en un escenario local con nuevas exigencias
Identificar y sumar talento que ejecute con excelencia en un entorno sin fronteras es el factor que diferenciará a las organizaciones que no solo gestionan los desafíos, sino que los capitalizan como oportunidades para liderar.
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La selección de líderes debe contemplar la visión global y el rigor estructural demostrado en contextos de alta competitividad.
Este escenario redefine la expectativa sobre el C-Level y fuerza una profunda introspección respecto del talento que integra la alta dirección. La conversación en la mesa ejecutiva se centra hoy en la búsqueda de la eficiencia, con líderes que aporten orientación al negocio y visión global.
¿Qué esperan hoy las organizaciones en sus líderes?
El CEO sigue siendo el estratega de la ejecución. Encabeza la definición del rumbo, pero su diferencial está en ser capaz de conformar un equipo que sea el motor de este plan para expandir el negocio a nuevos mercados, en un contexto que sigue exigiendo reactividad pero demanda visión global. En la práctica, se espera que combine pensamiento estratégico, capacidad de influencia y constituya un faro de la cultura interna, para garantizar que cada decisión genere valor sostenible y proyecte la identidad buscada.
En paralelo, quien ostenta la arquitectura de la eficiencia financiera como CFO adquiere actualmente una relevancia clave en la ejecución de la estrategia del Director Ejecutivo. Tiene que ser capaz de optimizar recursos y procesos, utilizando la disciplina financiera como una palanca de crecimiento y competitividad, en un contexto de menor regulación y mayor exposición global. Se espera que combine rigor financiero, visión estratégica y capacidad de anticipar escenarios, asegurando que la empresa sea ágil y eficiente para competir globalmente y capitalizar nuevas oportunidades.
En la función de Operaciones, el rol de COO se enfrenta a una necesaria ruptura de paradigmas. El nuevo escenario, desprovisto de los hábitos operativos reactivos de ciclos anteriores, demanda que quienes ocupen esta posición sean personas fundamentalmente creativas e innovadoras, capaces de ejecutar dinámicamente con altos estándares y diseñar procesos que eliminen fricciones y habiliten a la organización a competir globalmente.
En este marco, la dirección de Recursos Humanos (CHRO) emerge como un socio estratégico esencial a la hora de conformar equipos que comprendan y lideren la proyección de las organizaciones en este nuevo escenario.
La selección de líderes ya no puede fundamentarse únicamente en la experiencia y el conocimiento del mercado local, sino que debe contemplar además la visión global y el rigor estructural demostrado en contextos de alta competitividad.
Se abre una oportunidad para fuentes de liderazgo que ya han validado esta visión: ejecutivos con expertise en Unicornios y empresas de proyección internacional, y profesionales que retornan al país con una trayectoria consolidada en el exterior.
La sostenibilidad y la creación de valor dependen de la integración de un C-Level que se adapte a los cambios en el mercado. Identificar y sumar talento que ejecute con excelencia en un entorno sin fronteras es el factor que diferenciará a las organizaciones que no solo gestionan los desafíos, sino que los capitalizan como oportunidades de liderazgo.
Por Sebastián Rago, Senior Partner de Wall Chase.




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