9 de diciembre 2019 - 00:00

Balance negativo

Mauricio Macri.

Mauricio Macri.

Con su habitual modo “posverdad”, Mauricio Macri se despidió de su gestión con una cadena nacional (otra promesa incumplida). Fiel a su estilo, adjudicó los problemas económicos, en especial las devaluaciones y el aumento de precios, a factores externos a su Gobierno. En 2018 fueron las “cuestiones climáticas”: la tormenta internacional, que ya se veía venir cuando se endeudaba alegremente al Estado. En 2019 responsabilizó a la democracia, pues el desencadenante de la crisis fue, para Macri, el resultado de las PASO.

Este enfoque nos da una idea de qué tipo de oposición intentará ser, muy lejos de la postura “constructiva y responsable”, que dice el Presidente saliente que ejercerá.

Nada mejor que los números del propio Gobierno para poner en contexto varios de los datos vertidos en el mensaje. Macri sostuvo: “La economía empezaba a despertarse. Creció casi 2% en julio y ya llevaba tres meses seguidos de crecimiento interanual”. En verdad, el crecimiento del 2,6% fue en mayo, y le siguieron un aumento del 0,3% y del 0,5% en junio y julio. Pero ese aumento de mayo se debió exclusivamente al sector agrícola, que contribuyó al crecimiento con el 5,62%: esto indica que el resto de los sectores, tomados en conjunto, disminuyeron su producción un 3%, siempre en términos interanuales. En los meses siguientes también fue decisivo el aporte del agro, recuperándose de una anterior campaña marcada por la sequía. En resumen, muy lejos de un “despertar” de la economía.

Macri explicó, entonces, por qué nos encontramos hoy con una economía en crisis. Sostuvo: “Pero después vinieron los resultados de las PASO, que generaron otro salto en el dólar por el miedo de millones de argentinos, que salieron a vender sus pesos. Ese miedo al futuro y la falta de un esquema macroeconómico lo suficientemente sólido nos hicieron retroceder”. Macri transmite a la ciudadanía que el nuevo Gobierno que asumirá mañana no sólo generó miedo, sino que le falta un “esquema macroeconómico sólido”. Pura posverdad.

Macri culpó al Gobierno anterior de haber dejado “un déficit fiscal altísimo”. Sin embargo, en febrero de este año, el Gobierno envió información a la US Securities and Exchange Commission (SEC, la comisión de valores del gobierno estadounidense). Entre otros datos, se informó que el déficit fiscal primario ascendía al 1,8% del PIB en 2015, y el déficit total (incluidos intereses) al 3,8%.

Además, sostuvo que del nuevo endeudamiento “dos de cada tres pesos (sic) fueron para pagar vencimientos de la deuda, y el peso restante fue para pagar el déficit dejado por gobiernos anteriores”. Si dos tercios se pagaron para cancelar deuda anterior, el endeudamiento en dólares no debería haber aumentado como lo hizo: según el Balance de Cambios del BCRA, la deuda neta del sector público nacional en dólares con privados aumentó en u$s50.200 millones desde el inicio del mandato hasta octubre de este año, a lo que hay que agregarle los 44.490 millones de dólares con el FMI. Según la misma fuente, desde que se recibió el primer desembolso del FMI, la deuda pública con privados se redujo en 15.000 millones de dólares.

Este comentario nos lleva a la nueva estrategia de deuda que tomaría el Presidente electo Alberto Fernández, con su ministro de Economía, Martín Guzmán: no tomar la deuda que resta desembolsar del FMI, alargar la fecha de vencimiento de las distintas obligaciones mientras el país comienza a crecer, para, recién luego, comenzar con los pagos de los montos adeudados. Como dijo Guzmán: “Básicamente la Argentina tiene que lograr no tener que afrontar pagos de deuda, ni de la parte que se llama el capital ni de los intereses en el 2020, tampoco en el 2021 y posiblemente en el 2022 (…). El punto es que cada dólar que se pague de deuda es más recesión para Argentina. Y ya estamos en una recesión, una recesión que dura dos años”. Un enfoque coincidente con las declaraciones realizadas por Alberto Fernández, que configuran un modelo totalmente distinto y muy sólido, en contraste con el que estamos dejando atrás.

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