31 de octubre 2021 - 11:32

Alberto Fernández en el G20: llamado del Papa, salmón marinado y cena de gala junto a la mujer de Joe Biden

El G20 atrae la mirada del mundo. También del mundo de los símbolos, ritos y los gestos. Incluido el gastronómico y, por supuesto, el testimonial.

Alberto Fernández.

Alberto Fernández.

El G20 atrae la mirada del mundo. También del mundo de los símbolos, ritos y los gestos. Incluido el gastronómico y, por supuesto, el testimonial.

Mientras muchos mandatarios, presentes aquí en Roma, se tomaban hoy, antes de arrancar la segunda jornada del cónclave, la tradicional foto de familia en la Fontana de Trevi, el teléfono de la embajadora argentina en el Vaticano, María Fernanda Silva fue el receptor de un saludo especial.

El Papa Francisco decidió que hoy, domingo, era la día indicado para enviarle, a través de la diplomática, un saludo especial a la primera dama Fabiola Yáñez. Así se lo hizo saber a la embajadora Silva. Pero además, el Santo Padre le transmitió una bendición, también telefónica, por el embarazo que cursa la primera dama.

Otro tipo de agradable sorpresa, pero de una naturaleza distinta, recibió, ayer, el presidente argentino. Por la noche, luego de una extensa jornada en el G20 donde Alberto Fernández tuvo un duro discurso contra el FMI, el mandatario argentino fue recibido por el presidente italiano Sergio Mattarella, junto al resto de los líderes políticos que se llegaron hasta Roma.

Según pudo saber Ámbito de una alta fuente, la cena de gala en el Palacio del Quirinal que contó también, como anfitrión, con el primer ministro italiano, Mario Draghi, tuvo no pocos detalles de color. Uno de ellos, dentro del distinguido convite, fue que la organización y el protocolo del evento sentó en la mesa a Alberto Fernández junto a Jill Tracy Jacobs, la esposa del presidente de los Estados Unidos Joe Biden.

La fuente señala que mientras degustaban un menú que incluyó un plato de salmón marinado, un 'risotto' de calabaza y una lubina con base de verduras, en plena conversación, ambos tuvieron distintos conceptos para el ex presidente Donald Trump y las consecuentes expectativas que despertó la candidatura del mismísimo Joe Biden en la población de los Estados Unidos. Alberto Fernández le dijo que valoraba mucho la “visión keynesiana” que tiene el líder estadounidense, y eso condujo el intercambio verbal a las historias personales de cada uno.

Jill le contó que creció en Pensilvania junto a sus padres y sus 4 hermanas y que era egresada de la Universidad de Delaware, donde estudió Inglés, lo que le permitió ejercer como docente en un colegio comunitario de Virginia, profesión y cargo que aún ejerce en el Northern Virginia College.

Por supuesto, uno de los temas de conversación durante la cena fue el Papa Francisco del cual el presidente estadounidense es devoto y con quien el mandatario se entrevistó el último viernes (el sábado, mientras el resto de los presidentes visitaba las Termas de Dioclezano, el complejo termal más imponente de la Roma imperial, el presidente estadounidense fue a misa en la iglesia céntrica de San Patrizio, también en Roma).

Jill Jacobs, la esposa de Biden, saludó afectuosamente a Fernández por el embarazo de la primera dama argentina, hasta que el primer ministro italiano Mario Draghi interrumpió a los presentes para regalarles una botella personalizada con su nombre en la etiqueta de licor 'Amarone Aneri' del 2015.

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