9 de octubre 2025 - 20:41

Alejandro Fargosi: "Para volver, la oposición necesita que el plan de Javier Milei caiga"

El candidato a diputado libertario en la Ciudad defendió la gestión económica del Presidente y aseguró que el país “evitó una hiperinflación”. En diálogo con Ámbito, analizó la incertidumbre de los mercados, la renuncia de José Luis Espert, los desafíos del Gobierno y la necesidad de avanzar en reformas estructurales para consolidar el rumbo liberal.

Alejandro Fargosi, principal candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza. 

Alejandro Fargosi, principal candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza. 

El abogado que tuvo a su cargo la reescritura del proyecto de Ficha Limpia consideró que el país "está mucho mejor" en términos económicos de lo que estaba al momento de que el mandatario libertario asumiera en el Ejecutivo, cuando la inflación rondaba los 200 puntos. Hoy, con 30% de aumento de precios acumulado anual, celebra: "Evitamos una hiperinflación".

La volatilidad en la que se encuentra inmerso el dólar y la fuerte caída de acciones en el año no son, para Fargosi, responsabilidad directa de la ejecución del programa, o del programa en sí. Reconoce que hay desconfianza en los mercados sobre la sustentabilidad del plan, pero aclara: "El problema no es tanto por el que está gobernando sino por el que puede venir si pierde el que está gobernando".

En el tiempo en el que Milei lleva de Gobierno, la aplicación de recortes a las partidas nacionales fue la norma o, mejor dicho, la motosierra, como suele decir el economista libertario. Pero el principal impacto no lo sintió la "casta", sino los jubilados y la inversión en obra pública. Para Fargosi, las mejoras en las jubilaciones solo llegarán "en la medida que crezca el empleo en blanco", para lo cual apostarán a las reformas fiscales y laborales.

Además, el postulante libertario se refirió a la renuncia de José Luis Espert a su candidatura, calificó de "operetas" las causas de corrupción que afectan al Gobierno y planteó la importancia de construir consensos para que "solidificar la liberalización".

Periodista: A casi dos años de la asunción de Javier Milei como Presidente, ¿qué evaluación hace de la situación actual del país respecto a 2023?

Alejandro Fargosi: Está mucho mejor. Cuando uno analiza números duros, tenemos una cantidad de éxitos notables. Evitamos una hiperinflación en enero. Se bajó la inflación sostenidamente a menos del 2% mensual, hay superávit fiscal, se recuperan las reservas del BCRA, tenemos un acuerdo inédito con EEUU, disminuyó la pobreza, se liberaron actividades privadas y crecen las inversiones. No ha habido la clásica huelga docente que siempre tiene lugar a principios de año. Además, en el Presupuesto 2026 se prevén aumentos en salud, educación, jubilaciones y discapacidad. Empresas como AySA y Aerolíneas Argentinas, que perdían miles de millones de dólares, ahora dan ganancias. Y la construcción mostraba números de recuperación...hasta que empezó este desagradable momento pre electoral, en el que la oposición trabó todo en el Congreso.

P.: Las transformaciones que menciona tuvieron lugar en un contexto de fuertes recortes en partidas nacionales. Informes privados señalan que el principal ajuste recayó sobre sectores postergados como las jubilaciones y también en la obra pública…

A.F.: La obra pública se tuvo que recortar, es cierto, pero no toda. Por ejemplo, yo transito muchísimo la Ruta 3, que históricamente ha sido una masacre de gente permanente. Esa obra siguió y las otras ya se están licitando. En materia de jubilaciones es muy importante remarcar que tenemos un drama, que es principalmente culpa del kirchnerismo: hay unos seis millones de jubilados, de los cuales tres millones no aportaron nunca.

P.: ¿Cuántos trabajadores activos se necesitan actualmente?

A.F.: Para poder tener seis millones de jubilados que cobren algo lógico, se necesitan entre veinte y veinticuatro millones de activos, cuando solamente tenemos seis millones. ¿Esto cómo se logra? Facilitando que las relaciones laborales dejen de ser un negocio solo para los sindicatos. Eso, sumado a la reducción de impuestos y demás medidas, tiene que ver con la imperiosa necesidad de reforzar a La Libertad Avanza en el Congreso, porque son reformas que llamamos de "Segunda Generación" y que se hacen a través de leyes. De manera que si no podemos dictar normas que faciliten esa recomposición del empleo en blanco, tampoco se va a poder solucionar la situación de los jubilados.

P.: En el durante, quienes cobran una jubilación mínima no logran llegar a fin de mes. Con $350.000 es imposible subsistir…

A.F.: El primero que lo entiende soy yo, que soy jubilado. No cobro la mínima, pero estoy muy cerquita. Soy autónomo. Los autónomos no tenemos un futuro muy promisorio en la Argentina desde que era joven. Pese a eso, está previsto reforzar las jubilaciones en el Presupuesto 2026. Sin embargo, repito: en la medida que no crezca el empleo en blanco seguirán siendo parches. A nivel mundial es imposible tener un sistema jubilatorio que funcione si no tiene la suficiente cantidad de empleados en blanco.

P.: Esas reformas requieren de consensos, ¿Está dispuesto el Gobierno a dialogar con la oposición? ¿Cómo cree que va a ser la relación con el Congreso para la segunda mitad del mandato de Milei?

A.F.: La necesidad de generar consensos es medular. Está bien que uno no tiene que poner en cabeza del Gobierno todas las culpas, de este y de todos, pero me llama la atención que cuando se habla de este tema se olvida que cualquier acuerdo tiene dos partes. En este caso en particular, Argentina sufre un grave problema, sobre todo de su sector no peronista. El peronismo se une, tarde o temprano, pero nosotros tenemos una desgraciada tradición de que nuestra gente, llamémosle “razonable”, no se une. El presidente Milei, con el esfuerzo que está haciendo, tiene una enorme ventaja de que el expresidente (Mauricio) Macri también se haya sumado para colaborar. Lo hizo desde el primer momento. De hecho, yo vengo del PRO. Esto nos permite ser optimistas, pero tenemos que intensificarlo. Los acuerdos tienen que ser en pos del país y no de cuotas de poder ni ventajas pasajeras para personas o grupos.

P.: ¿Usted cree que la sociedad, después de esta primera mitad del mandato de Milei, está dispuesta a sostener y aguantar aún más?

A.F.: Creo que sí, pero dependerá de que nos hagamos comprender y nos sepamos explicar. ¿Por qué? Porque es muy importante que la gente perciba el esfuerzo monumental que han hecho ellos, que hemos hecho todos, en estos últimos 18 meses. Y que nos demos cuenta que si no reforzamos todo esto en el Congreso, con leyes, va a terminar frustrándose como está ocurriendo con los vetos. La oposición necesita que el plan de Milei caiga para volver. Cuando digo la oposición estoy hablando de la mala, que para mí es el kirchnerismo, dirigido desde la cárcel domiciliaria por Cristina Kirchner.

P.: ¿Considera al kirchnerismo como un sector “no razonable”?

A.F.: Sí, exactamente. El kirchnerismo sencillamente es anti país. Esto lo ha demostrado en sus gobiernos. En el periodo que va del 2003 al 2010 tuvieron el volumen de exportaciones más brillante de la historia argentina, comparado incluso con el de finales del siglo XIX y principios del XX. Aún así rompieron todo. Dejaron un país con más pobres, menos empresas, menos trabajo, menos todo. La clave está en que los que no somos kirchneristas, y los peronistas razonables, que los hay, pasemos de una buena vez por todas las páginas del kirchnerismo a la historia y que quede en manos de los jueces para juzgar, y de la historia para evaluar, y sepamos que es imprescindible que nos metamos en el siglo XXI. Eso es lo que está haciendo el Presidente. Hay peronistas, radicales y gente de todos los partidos que están dispuestos. El punto es dejar de lado los egoísmos humanos que pueden ser comprensibles en momentos prósperos, pero que son inadmisibles en momentos de esfuerzo como este.

Congreso Diputados Senado

P.: Respecto a la relación del Gobierno con el Congreso. En el último tiempo hubo leyes aprobadas y vetos presidenciales que fueron rechazados, entre ellos, la ley de Financiamiento Universitario, de Discapacidad y de Emergencia Pediátrica. ¿El Gobierno sostendrá la decisión del Parlamento o no las implementará?

A.F.: Es muy importante remarcar lo siguiente. Para cualquier Presidente, no hay cosa más fácil que firmar una promulgación, quedar bien con todo el mundo y mandar a imprimir billetes. Es lo que ha hecho la Argentina desde que yo me acuerdo. Lo que está haciendo Milei es aplicar con rigor las mismas leyes vigentes. La ley 24.629, en su artículo quinto, suspende la vigencia de las normas que no prevean cómo se pagan los gastos que implica su implementación. Es decir, la ley no tiene el poder de hacer magia. Si el Congreso cree que está por encima de la ley, se equivoca. Todo gasto social puede ser bienvenido en la medida en que prevea cómo se financia. La ley es de 1992, pero no se cumple. ¿Por qué un presidente como Milei tiene que obligar a que esta ley sea respetada? Porque si cae el déficit fiscal tiene dos opciones: emite plata y hay inflación, que es el peor de los impuestos, porque perjudica a los más pobres, o endeuda al país y la pagan nuestros hijos o nietos. El Presidente quiere terminar con lo que nos trajo hasta acá y me parece maravilloso: primero restringe gastos y después empieza a distribuir la plata.

P.: ¿En qué partidas se distribuye?

A.F.: El Presupuesto 2026 incrementa partidas sin incrementar impuestos, por ejemplo, en el ámbito universitario que conozco de sobra porque he sido 35 años profesor y alumno. Yo ganaba 2,50 pesos como profesor de dedicación simple, mientras un grupo que ganan una fortuna monumental. Hablo de la Universidad de Buenos Aires. Lo mejor sería tener un ratio mucho mayor de egresados que de ingresados y no tener una masa de alumnos inmensa porque no se exige lo suficiente. Además, deberíamos tener un sistema de becas, no solamente que permita ir a la facultad, sino que les permita a los alumnos vivir. La UBA podría ser infinitamente mejor si racionaliza los gastos. Eso aplica también para el Congreso, para organismos del Poder Ejecutivo y a un montón de actividades. No se puede tener tampoco un sistema judicial donde hay gente que cobra sueldos de por vida de u$s10.000 por mes. No cierra ningún número así.

P.: Hablando de números, en este año el mercado estuvo signado por un clima de alta volatilidad con fuertes caídas de acciones y aumento del riesgo país. ¿Hay desconfianza en el plan?

A.F.: Es algo típico de los años electorales. Yo lo he visto un montón de veces. El problema en general no es tanto por el que está gobernando sino por el que puede venir si pierde el que está gobernando. En las elecciones de medio término de Macri hubo mucha volatilidad y ahora es peor, pero no por Macri ni por Milei, sino por el kirchnerismo que estaba asomándose. En aquel entonces volvió al Gobierno y para los mercados fue el fin del mundo, porque lo que dejan es tierra arrasada. Nosotros hoy tenemos una inflación mensual que es equivalente a la diaria que tenía el señor Alberto Fernández.

P.: ¿No hay falta de confianza con respecto a la sustentabilidad del plan?

A.F.: Pero por supuesto. Tiene lógica porque la Argentina está tratando de salir de estas situaciones desde de antes de que recuerde. Lo intentó (Arturo) Frondizi, que era un buen presidente, pero no pudo. Lo intentó (Arturo) Illia y no pudo. También (José María) Guido y no pudo. Siempre aparecía en algún momento un golpe o un peronista que venía a regalar plata. Siempre. ¿Cómo no va a generar desconfianza esa realidad?

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El secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, junto al ministro de Economía, Luis Caputo, tras una reunión en Washington este lunes.

El secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, junto al ministro de Economía, Luis Caputo, tras una reunión en Washington este lunes.

P.: Mientras tanto, Luis Caputo negocia con Scott Bessent por un swap que podría rondar los u$s20.000 millones. En la oposición hay quienes plantean que debería modificarse la ley para que el Congreso sea el que apruebe o no. Tomando como antecedentes los swaps de Martín Redrado y Sergio Massa con China, ¿cree que una medida de ese tipo debería pasar por el Congreso?

A.F.: Este es otro buen ejemplo de cómo el peronismo se las ingenia para tener dos realidades: la que les gusta a ellos cuando están en el Gobierno y la que no les gusta cuando son oposición. Los swaps no son contracción de nueva deuda. Eso no tiene por qué pasar por el Congreso.

P.: ¿Y en caso de que fuera otro tipo de herramienta o instrumento?

A.F.: Habría que ver una por una. No le puedo teorizar.

P.: Previo a octubre, pasó el 7 de septiembre. ¿Le sorprendió el resultado en Provincia? ¿Cree que hay motivos económicos detrás de la derrota?

A.F.: Esa elección creo que se ha dramatizado. Una de las tácticas políticas es dramatizar la realidad. Es una táctica también de los abogados en los juicios y del periodismo cuando dicen ‘Urgente: ola de frío’ y estamos en julio. En la Provincia gana sistemáticamente el peronismo, aún en lugares donde maltratan a la gente como en el Conurbano, salvo por los casos accidentales de Francisco De Narváez y María Eugenia Vidal. Sobre todo, ganan los intendentes. Sin embargo, cuando el señor (Axel) Kicillof dividió la elección y la separó de la nacional, obligó, sin decirlo, a que los intendentes peleasen por sus votos. Además, La Libertad Avanza perdió apenas mil votos, una cifra despreciable. Prácticamente sacó la misma cantidad. El porcentaje de votos que sacó LLA fue apenas inferior a los de Vidal cuando ganó la gobernación por la división en el peronismo. Con lo cual, mientras tengamos un peronismo unido y una oposición desunida el país va a ser gobernado por el peronismo. La clave está en conseguir que el peronismo haga lo que le dé la gana, pero que no nos desunamos nosotros.

P.: En el último año han surgido denuncias por corrupción contra algunas de las principales figuras del Gobierno. La causa Libra y el caso ANDIS por citar algunos. El domingo se produjo la renuncia de José Luis Espert a su candidatura por sus vínculos con Fred Machado. El diferencial del Milei outsider era no estar vinculado a estas denuncias. ¿Cree que la sociedad ya no tiene la misma imagen del Presidente y de su Gobierno que cuando comenzó a gobernar?

A.F.: Yo considero que es exactamente lo inverso, porque creo que la sociedad debería entender que, a diferencia de otros gobiernos, nosotros actuamos diferente. Ni siquiera se espera al procesamiento de una persona ni a la doble sentencia para correr a un funcionario. Para evitar que se dude de todo lo que está haciendo, Milei hace que las personas que están sospechadas con algún fundamento se vayan y se defiendan en la Justicia. Del otro lado, el peronismo no los saca ni siquiera cuando están condenados, ¿Por qué votan siempre en contra de la Ficha Limpia? Ellos quieren tener condenados. Repito. No es normal que el peronismo esté dirigido desde la cárcel. En La Libertad Avanza creo que lo de Espert ha sido una lección, porque no queremos que se sospeche. No admitimos sospechas sobre nosotros mismos porque no es justo. Y cuando una persona puede dar lugar a la duda, como hizo Espert, se corre voluntariamente.

P.: ¿Qué opinión tiene sobre la renuncia de Espert?

A.F.: Fue una buena decisión, pero hay que tener cuidado de que no debe dar lugar a que después empiecen a inventar cualquier tipo de fábula. No nos podemos olvidar de la lista inmensa de casos en los que se enchastraba a una persona para correrlo, como cuando dijeron que De Narváez era narcotraficante y no tenía nada que ver o las acusaciones de corrupción que le imputaron a Lilita Carrió. La política argentina desgraciadamente se ha convertido en un lugar muy sucio de la mano del kirchnerismo. Fíjese que hace dos meses que estamos en campaña intensa y nunca tenemos tiempo de hablar de nuestros proyectos. Uno no puede decir “quiero bajar los impuestos de 198 a 7 y solucionar el tema del empleo", porque en vez de eso hay que hablar de operetas.

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P.: ¿Qué proyectos tiene para el electorado de la Ciudad?

A.F.: Mis proyectos coinciden básicamente con los del Presidente. Es fundamental solidificar en el Congreso todas las liberalizaciones que se han hecho. Hoy en día usted y yo tenemos muchas más posibilidades de hacer más actividades privadas que las que teníamos hace poco y tenemos que tener muchas más por delante. Las transformaciones no se agotan en el 08 de los autos. Sin embargo, desgraciadamente o afortunadamente no se puede hacer todo por decreto, depende de cómo lo veamos.

P.: ¿Qué iniciativas tienen mayor urgencia?

A.F.: Es imprescindible reducir impuestos. No es posible que uno tenga que andar por la vida con un contador al lado. Había una vieja jurisprudencia de la Corte Suprema, que ya no rige más, por la cual si una persona tenía que pagar más del 33% de sus ingresos en impuestos era inconstitucional. Hoy en día hay sectores que pagan el 70 o el 80% de sus ingresos como es el agropecuario. Es plata que sale de la actividad privada y se mete vaya a saber en qué misterioso lugar del Estado. Es imprescindible avanzar en una reforma fiscal para dar una solución en el plano laboral. No es posible que el salario de un empleado sea de un millón de pesos, pero al empleador de su bolsillo debe poner 1.600.000. Es un disparate. No es posible que tengamos las limitaciones que tenemos, por ejemplo, en el caso de las obras sociales, en las cuales uno se ve obligado a pagar cosas que no usa y encima debe pagar un copago. Tampoco podemos sostener un sistema de salud que tiene magníficos médicos, pero que está tan sobrecargado de pacientes del exterior que no aguanta. Esto no es una fiesta en la que con mis impuestos puede venir desde un boliviano a atender a la madre hasta un ruso a hacer fertilización asistida. Tiene que haber limitaciones racionales. Tenemos que corregir el Código Penal que hoy sirve para soltar delincuentes.

P.: En una entrevista con Ámbito, la diputada y candidata de la Coalición Cívica, Marcela Campagnoli, mencionó que usted fue desplazado del Colegio de Abogados luego de haber convalidado con su voto la estrategia del kirchnerismo en un concurso de jueces en 2011. Y vinculó aquel hecho con la caída del tratamiento de Ficha Limpia, dejando entrever un presunto acuerdo entre LLA y el cristinismo…¿Qué tiene para decir al respecto?

A.F.: En primer lugar, miente la diputada Campagnoli en todo lo que dijo, porque a mí no me echó ningún colegio. Yo renuncié. Cuando fui Consejero de la Magistratura me eligieron los abogados, no el colegio. Tema número dos: no convalidé nada con el kirchnerismo. Hubo un concurso antes de que llegara para cubrir cuatro vacantes en Comodoro Py. Ese concurso fue impugnado y luego convalidado por la Justicia, antes de mi ingreso. Cuando entré al Consejo de la Magistratura podría haber hecho dos cosas: lo que se me daba la gana, que se supone que uno no debe hacer, o tomar la decisión de que un concurso judicial convalidado fuese para adelante. Los que hablan de eso omiten que el juez (Norberto) Oyarbide, a quien le metí ocho pedidos de juicio político, tenía su propio juzgado y otros dos más a cargo, de doce. Si no se ponía en ejecución ese concurso, el juez hubiese seguido manejando esos tres, en los que hacía barbaridades de todo tipo.

P.: ¿Insistirá con Ficha Limpia si es electo?

A.F.: Claro que insistiremos con Ficha Limpia. Es una gran vergüenza lo que dice Campagnoli, que no hizo absolutamente nada en su vida por Ficha Limpia y ahora viene a hablar de los que desde el 2018 estamos trabajando en este tema. Además, logramos que se aprobara en Diputados. Después se cayó en el Senado porque ahí domina el peronismo.

P.: ¿Qué expectativas tiene para la elección?

A.F.: Soy optimista. Creo que la actitud de Espert de renunciar ante la sospecha dio una especie de aire fresco a la campaña. Es algo que hace rato no se ve. No recuerdo cuando fue que alguien se bajó de un cargo. En Argentina nos hemos acostumbrado a que una vez que alguien asume o es nombrado para una candidatura, no se baja. Los que terminan bajándose siempre son los mismos. Siempre somos los no peronistas. En su momento fue Fernando Niembro, que le hicieron una opereta también porque en la Justicia no pasó nada. En el caso de Espert, no sé qué pasará. Se lo dejo a los historiadores para que lo analicen. Por lo pronto tenemos que recuperar los debates electorales para que se impulsen nuestras propuestas, no insultarnos recíprocamente entre los candidatos y tener en claro que La Libertad Avanza o la Argentina retrocede. No es broma, lo decimos muy en serio. Necesitamos consolidar todo lo que se hizo y dar el paso adelante, como por ejemplo, impulsando la mitad restante que quedó pendiente de la Ley Bases.

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