19 de marzo 2013 - 22:04

Arrancó el juicio por el secuestro y tortura de Solari Yrigoyen

Solari Yrigoyen hace un par de años.
Solari Yrigoyen hace un par de años.
El juicio por las torturas contra el dirigente radical Hipólito Solari Yrigoyen y por la muerte del abogado y militante radical, Mario Abel Amaya, ambas ocurridas durante la última dictadura cívico militar, comenzó en la ciudad de Rawson, Chubut.

Con la presencia del gobernador Martín Buzzi, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia inició pasadas las 9.30 en el cine teatro municipal, el juicio oral por la muerte de Amaya y por el secuestro y las torturas al también abogado de presos políticos, Solari Yrigoyen, durante la detención de ambos en la Unidad 6 de esta ciudad.

En diálogo con la prensa, Buzzi calificó a ambos dirigentes como "personas emblemáticas que están en la historia pero también en el presente de la propia historia del pueblo chubutense, así que el hecho de poder hacer este juicio en nuestra propia tierra no hace más que seguir profundizando la política de derechos humanos y de justicia".

"Todo lo que está juzgando sucedió acá a pocas cuadras, así que es importante que sea en la misma ciudad de Rawson donde se realice este juzgamiento" sostuvo, y agregó que "en este caso ya estaba comprobado que había delitos de lesa humanidad porque esto sucedió después del golpe de Estado del 76, a diferencia de la masacre de Trelew, donde hubo que demostrar que hubo un delito de lesa humanidad".

Por último, subrayó "el protagonismo del pueblo patagónico y de los testigos, que serán de la propia región o con residencia aquí, y su compromiso se va a poder ver a lo largo de todos los alegatos del juicio".

El Tribunal está compuesto por Nora Cabrera de Monella como presidente, Luis Alberto Giménez y Ana María D`Alessio como vocales, y Joaquín Carlos Ruggero, en su calidad de juez sustituto, mientras que la Fiscalía está a cargo de Fernando Gélvez y Horacio Arranz

En el auditorio del Cine-Teatro Rawson, los imputados Osvaldo Jorge Fano, quien era entonces el jefe de la penitenciaría en Rawson; Jorge Osvaldo Steding, ex guardiacárcel del Penal y Luis Eduardo García, ex funcionario y conocido dirigente de la Unión Cívica Radical, escucharon las lecturas de elevación a juicio oral y los hechos que se les imputan.

Durante el juicio, Steding será asistido por el defensor público oficial Sergio Oribones, Osvaldo Jorge Fano por los defensores particulares Fabián Gabalachis y Gustavo La Torre, y Luis Eduardo García por los abogados Eduardo Zabaleta y Roberto Carlos Risso, diputado radical que no estuvo presente en esta primera audiencia.

Después de las lecturas, se pasó a un cuarto intermedio de 10 minutos, tras lo cual el Tribunal dio inicio al debate en el que la defensa de García, quien era el médico de la unidad penitenciaria en el momento de los hechos, pidió la nulidad de las imputaciones a su representado argumentando que actuó de acuerdo a "secreto profesional".

En ese marco, el fiscal Gélvez expresó que "ese pedido debería haberse realizado en la instancia previa al juicio", mientras que el fiscal Arranz aseguró que "el secreto profesional no es aplicable en estos casos", y agregó que "el médico de la unidad penitenciaria debe atender a los internos" mientras que también replicó "no entiendo que interés protege alguien cuando ve los tormentos que está sufriendo alguno de esos internos".

Por su parte, la presidenta del Tribunal, luego de un nuevo cuatro intermedio, manifestó que "ante ese pedido de nulidad, decidieron diferir hasta el momento de la sentencia".

De los tres imputados, García fue el único que quiso declarar, y reconoció haber atendido a Amaya durante su paso por esa unidad penitenciaria, pero agregó que "sólo lo referido a su cuadro asmático", mientras que Fano y Steding se negaron a prestar declaración.

Amaya y Solari Yrigoyen fueron militantes reformistas en la universidad, y reconocidos dirigentes de la Unión Cívica Radical, el primero era diputado al momento del golpe de 1976, mientras que Solari Yrigoyen era senador nacional.

Amaya murió el 19 de octubre de 1976 en la cárcel de Villa Devoto a la que fue derivado desde Rawson, en tanto Solari Yrigoyen sobrevivió a las torturas y su testimonio se convirtió en una pieza clave para la investigación.

Solari Yrigoyen fue dos veces senador nacional, fundó junto a Raúl Alfonsín el Movimiento de Renovación y Cambio y participó del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas entre 1999 a 2002, y hasta el año pasado ejerció la presidencia de la Convención Nacional de la UCR.

Por su parte, Amaya asesoró como abogado a trabajadores y sindicatos y a comienzos de la década de 1970 defendió a presos políticos detenidos en la cárcel de Rawson, entre ellos al dirigente sindical Agustín Tosco.

En 1972 se produjo una fuga de presos políticos de las organizaciones Montoneros y Ejército Revolucionario del Pueblo, durante la cual un grupo quedó atrapado en el aeropuerto de Trelew.

Rodeados por fuerzas militares, los militantess exigieron como garantía la presencia de Mario Amaya e Hipólito Solari Yrigoyen y pocos días después varios de los detenidos serían asesinados en lo que se conoce como la Masacre de Trelew.

En la madrugada del 17 de agosto de 1976, Amaya fue secuestrado de su domicilio por orden del general Acdel Vilas, subcomandante de la región militar 5ª, mientras que al mismo tiempo en Puerto Madryn, secuestraron a Solari Yrigoyen.

Ambos fueron trasladados en avión militar a la Base Aeronaval de Bahía Blanca, y de allí al centro clandestino de detención "La Escuelita", luego fueron devueltos a Bahía Blanca y encarcelados en la cárcel de Villa Floresta y más tarde llevados a la cárcel de Rawson, donde sufrieron torturas.

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