Atemoriza Córdoba

Dos marchas se anuncian para hoy en Córdoba. Malos presagios, temor de conflicto en las calles. Aunque no se van a cruzar los antagonistas: quienes defienden el triunfo de Juan Schiaretti desfilarán en el interior, y los enojados de Luis Juez -con su pretensión de revisar urna por urnasiguen insatisfechos con el recuento de planillas, hasta ahora en la mitad del proceso y con numerosas mesas impugnadas. Hay inquietud por posibles desbordes desde todos los ámbitos: la Iglesia ha advertido por descontroles (o falta de control), la Policía -a la que no se le permitió votar en número de más de 10 mil almasparece desencantada con el gobierno, al Ejército -a cargo del general Gustavo Schurlein, a quien señalan como futuro sucesor de Roberto Bendini por una óptima relación con la señora Cristina de Kirchner-nadie le puede requerir presencia y, si se enviara a la Gendarmería para sosegar refriegas, preocupa que esa participación futura genere más conflictos. El candidato hasta ahora derrotado, Juez, tampoco parece en capacidad de contener a ciertos sectores venidos de los suburbios y que no responden, exactamente, a la ideología de los partidos tradicionales. Temor real por lo que hoy puede ocurrir, certeza de que puede avanzar una escalada de agitación más cerril cuando se complete el recuento y la balanza mantenga el veredicto por Schiaretti.

Luis Juez y Juan Schiaretti.

Córdoba - Sumida en un clima de tensión y agitación permanente desde las polémicas elecciones del 2 de setiembre, la provincia vivirá hoy una jornada de ebullición social signada por la posibilidad de que dos protestas de grupos que responden al perdidoso Luis Juez y al oficialista Juan Schiaretti terminen en violentos incidentes.

Luego del revés judicial que sufrió Juez el martes, cuando la Corte provincial le negó la posibilidad de que se abran las urnas para efectuar un recuento «voto a voto» (ver aparte), el juecismo convocó para hoy a las 18.30 a un cacerolazo, al que fueron invitados el ex jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra y el intendente de Morón, Martín Sabbatella, aunque hasta anoche ninguno de los dos había confirmado su asistencia. El que sí dijo que no estará presente aunque prometió enviar un representante es el obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña.

En simultáneo, el oficialismo provincial, representado por el gobernador electo Schiaretti, aglutinó fuerzas en los 25 departamentos del interior que le responden y contraatacará con marchas y bocinazos, que encabezarán los intendentes y la propia dupla consagrada.

La movilización apunta a demostrar que el triunfo de Schiaretti fue «legítimo» y que obtuvo las ventajas que lo consagraron en el escrutinio provisorio por la buena elección que hizo en el interior de Córdoba.

La gran incógnita era conocer la decisión que adoptaría el plenario del peronismo de la capital cordobesa -reunido anoche en la sede de SMATA, el gremio más fuerte de la provincia- en el cual se decidió anoche no realizar una marcha por la Ciudad el mismo día y a la misma hora que la que convocó el juecismo. Si esto se hubiera concretado, habría añadido un elemento de combustión. El propio Schiaretti encabezó la reunión y bajó el pulgar, analizando la poca capacidad de convocatoria que el oficialismo tiene en la capital provincial.

Como anticipo de lo que ocurrirá hoy, el oficialismo cordobés dijo que no está dispuesto a «regalarle las calles a Juez», quien «está llamando a la rebelión popular». «Nuestra gente también quiere movilizarse, pero no queremos que haya conflictos en la ciudad, para no darle el gusto a este señor», analizaron.

«Cada vez que él llame a una marcha, nosotros también lo haremos. Nuestra gente ya no acepta más el insulto», opinaron los dirigentes reunidos en la sede de SMATA. El vocero fue el diputado nacional Carlos Caserio, jefe de campaña de Unión por Córdoba, quien además consideró que el rival de Schiaretti «nos está haciendo quedar mal ante el país y el mundo entero, nos hace quedar como poco creíbles». Para el legislador, «la gente lamentablemente está muy manipulada, cuando tiene una persona que todos los días viene instalando que hubo fraude».

Con todo, las fuerzas de Juez analizaban también una variante a la convocatoria, en virtud de la posibilidad de que los empleados municipales decidan no sumarse al cacerolazo debido al enfrentamiento que mantienen con el intendente por reclamos de subas de salarios. Por caso, ayer las actividades de las diversas reparticiones de la Municipalidad de Córdoba se vieron complicadas debido a asambleas que se extendieron hasta esta madrugada.

El sindicato de los trabajadores municipales había solicitado 11 por ciento de incremento, en tanto la Municipalidad, que primero ofreció 9 por ciento de aumento, mejoró la oferta y la llevó a 10 por ciento. Los gremialistas, que le dieron su apoyo a Juez en las recientes elecciones, rechazaron la mejora sumidos en un profundo malestar por la decisión del Ejecutivo de anular por decreto la extensión laboral diaria y la reducción de 70 por ciento de las horas extras, que en la práctica significa una reducción de 35 por ciento en sueldos de los empleados municipales.

La marcha convocada por el juecismo tendrá un recorrido por las calles Colón y General Paz hasta el edificio del Correo Argentino, y terminará en la Plaza Vélez Sarsfield, donde se leerá un documento mediante el que se insistirá en que se «abran las urnas».