Chaco: impugnó UCR el recuento provisorio y apuesta al definitivo
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El Presidente
y la
senadora
Cristina de
Kirchner
recibieron
ayer en su
despacho al
gobernador
electo de
Chaco
(según el
conteo
provisorio),
Jorge
Capitanich.
Rozas desconoce la victoria festejada por Capitanich y, de hecho, en su entorno lo siguen calificando como «el gobernador electo» porque denuncian que en realidad ganaron por 2.700 votos. Sin embargo, ayer el ex titular de la UCR Nacional aclaró que está «dispuesto a reconocer la derrota» si el conteo final le resulta adverso. «No voy a robar una elección si me la han ganado», dijo. Sumergido en el tenso cruce de acusaciones, ayer fue el propio Capitanich quien salió a sembrar dudas sobre la transparencia del escrutinio definitivo. «Este resultado provisorio no puede sufrir ninguna alteración salvo un fraude urdido en el tribunal electoral», afirmó, además de desestimar las sospechas de Rozas sobre el funcionamiento del Correo Argentino, que -dijo- «se encarga de remitir los telegramas confeccionados por los fiscales de mesa». Por su parte, el presidente del tribunal electoral, Ramón Avalos, descartó la posibilidad de un «fraude» en los comicios, además de asegurar que «esto no se parece a Córdoba». Desde la vereda de Capitanich, en tanto, el apoderado legal del PJ, Jorge Alcántara, sostuvo que los cuestionamientos radicales «carecen de fundamento» y que «decir por parte de la Alianza que hubo irregularidades en el escrutinio provisorio es como hacer una autodenuncia, porque son ellos los que manejan el tribunal electoral». Desde el PJ, en tanto, descalificaron a Avalos, al describirlo como un amigo y ex secretario de Rozas. En esa línea, recalcaron que el tribunal electoral está integrado por otros jueces designados a instancias del radicalismo provincial.
No fue la única polémica que signó la jornada. Por la mañana, el gobernador radical Roy Nikisch se vio forzado a asegurar en conferencia de prensa que no le reconoció «el triunfo absolutamente a nadie», luego de ser virtualmente usado como argumento de ratificación del escrutinio de Capitanich por parte del propio candidato justicialista e, incluso, por el gobierno nacional.
«Nunca hemos dicho quién ganó porque los resultados han sido muy reñidos; el pueblo sabe la responsabilidad con que institucionalmente me he manejado como gobernador», dijo, además de aclarar que fue Capitanich quien lo llamó a las 11 de lunes. En el marco de una «breve conversación», enfatizó que le manifestó al senador nacional «la felicitación por el buen resultado electoral» y que, «en caso de ser necesario y luego del escrutinio definitivo, si esa instancia lo daba ganador podían mantener un diálogo sobre la transición».
Capitanich había asegurado que «la victoria incluso fue reconocida por el propio Nikisch», lo que desató la furia rozista. En sintonía, ayer el ministro del Interior, Aníbal Fernández, sostuvo que el triunfo de Capitanich no sólo es «una visión» del gobierno nacional sino también de Nikisch, «que lo llamó para saludarlo por la victoria». «Con eso está todo dicho», concluyó.
Nikisch además intentó descartar cortocircuitos internos con Rozas. Sin embargo, respecto de las acusaciones de las líneas medias rozistas acerca de que Nikisch se mantuvo « guardado» durante la campaña, sólo se limitó a sostener que «se hizo una estrategia».
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