El edificio de la AMIA será hoy escenario de dos sucesos trascendentes para la comunidad judía: al mediodía, la senadora Cristina Kirchner almorzará en el séptimo piso con la dirigencia de la DAIA; al caer la tarde, en el teatro del subsuelo, asumirá la nueva conducción de la AMIA.
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La presencia de la primera dama se dará en el marco de los festejos por los 70 años de la entidad política judía. Cabe recordar que la semana pasada, en un desayuno por el mismo motivo, el ministro Roberto Lavagna se despachó con una dura diatriba contra «setentistas» y «noventistas». Pero, a diferencia del desayuno con Lavagna, el almuerzo con Cristina estará reservado a una docena de directivos de la DAIA, encabezados por su presidente Jorge Kirszenbaum. En esta ocasión está previsto que la esposa del Presidente relate sus experiencias en su viaje a Israel, del que acaba de retornar.
También incluirá en su charla -según la información oficial- referencias a su visita al campo de concentración de Dachau, que hizo en su viaje a Alemania. Sus contertulios seguramente no podrán dejar de tocar el tema de los atentados, la falta de resolución de ambas causas y la reciente ola de ataques y manifestaciones antisemitas en todo el país.
En este tema, la ofensiva se hará en dos frentes casi simultáneos: a las cuatro de la tarde, una delegación de familiares de las víctimas de la AMIA será recibida por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a quien le pedirá ayuda para que se dicte una ley que declare imprescriptibles los crímenes de lesa humanidad.
Sucede que lo poco que quedó de la causa AMIA -luego del fallo absolutorio del Tribunal Oral N° 3- está a punto de caer justamente por el lapso transcurrido desde el ataque terrorista. La audiencia fue otorgada por el funcionario más de un mes después de solicitada, a pesar del inicio del juicio al ex policía Carlos Castañeda, que adujo ese argumento para pedir su absolución en la desaparición de casetes vinculados a la investigación.
• Sucesión
Por su parte, Abrahan Kaúl será el protagonista del otro hecho relevante en Pasteur 633, cuando deje la presidencia de la entidad mutual en manos de su sucesor, el empresario textil Luis Grynwald.
El flamante presidente fue electo por el partido Avodá (laborista, el mismo que viene comandando la AMIA casi desde su fundación), aunque con un guarismo récord en lo que hace a votos obtenidos: más de 51 por ciento.
Ese margen le permitió a Grynwald formar «gobierno propio» y prescindir de la fuerte influencia que habían tenido los partidos religiosos ortodoxos en los últimos mandatos laboristas, salvo la secretaría (Nataniel Goremberg, del sionismo renovador), la prosecretaría ( ortodoxos) y una de las vicepresidencias (José Adasco, del izquierdista Hashomer Hatzair).
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