Fernando de la Rúa aprovechará su entrevista con el papa Juan Pablo II para conseguir un aval explícito de la Iglesia católica a los planteos de los países emergentes en su lucha por obtener una mayor apertura de los mercados internacionales a sus producciones. «Voy a plantear al Papa la lucha por la liberación de los mercados, que al discriminar genera situaciones difíciles para nuestro pueblo», expresó el mandatario durante el viaje que lo llevó ayer a Roma.
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El presidente Fernando de la Rúa llegó ayer a Roma para cumplir su primera visita como mandatario a Italia y al Vaticano, en la que mantendrá dos reuniones cumbre: la primera, fijada para mañana al mediodía en un almuerzo, con el presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi y la segunda, a concretarse el jueves, con el papa Juan Pablo II. En realidad, todo el peso de la gira estará centrado en privilegiar las relaciones con el Vaticano, lo que llevó a De la Rúa a asignarle «la mayor importancia» a su encuentro con Juan Pablo II «por las coincidencias comunes que se tienen con el Santo Padre».
Se trata de la segunda visita del presidente al Vaticano, aunque la primera la hizo como candidato de la Alianza en plena campaña electoral, en un esfuerzo por demostrar que se continuará con la estrategia diplomática de su antecesor, Carlos Menem, quien fue recibido por el Papa en 10 oportunidades y en las que la Argentina adhirió sin reservas a la labor evangelizadora del Vaticano y en claro alineamiento en temas discutibles como el aborto.
Sin embargo, ayer De la Rúa descartó que vaya a tratarse con el Papa la ley de salud reproductiva que impulsan los sectores progresistas de la Alianza, pero no se descartó que vaya a tratarse en el encuentro con monseñor Angelo Sodano, el canciller de la Iglesia. «No tiene fundamento que vayan a pedirme que use la facultad de veto. La Argentina es firmatario del Pacto de San José de Costa Rica que establece la defensa de la vida desde su concepción. Hace poco se tramitó una ley sobre ese tema, que sufrió algunas modificaciones. Una ley que de todos modos excluye prácticas abortivas», marcó el Presidente su pensamiento en este tema que genera polémicas en la coalición gobernante.
El arribo del avión presidencial Tango 01 se produjo a las 8.30 hora argentina (13.30 de Italia) al aeropuerto militar de Ciampino, ubicado en las afueras de Roma. En la plataforma, fue recibido por el sustituto de los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, el arzobispo argentino Leonardo Sandri y el embajador de nuestro país ante la Santa Sede, Vicente Espeche Gil, lo que marca el carácter que tendrá la estancia presidencial en la península. De la Rúa llegó acompañado de su mujer, Inés Pertiné; de sus hijos Fernando (Aíto) y Agustina; de su yerno, Juan Petracchi y de sus nietos Sol y Simón. También lo acompañaron el canciller Adalberto Rodríguez Giavarinni; el secretario de Culto, Noberto Padilla; el vocero, Ricardo Ostuni y el diputado del PJ, Mario Cafiero. Su otro hijo, Antonio, volará desde Miami a Roma en vuelo de línea.
La jornada de hoy estará caracterizada por numerosas audiencias que concederá el presidente en el Marriott Hotel Flora, donde se aloja para culminar con una cena que Rodríguez Giavarini ofrecerá al secretario de Relaciones para los Estados, monseñor Tauran. Mañana la actividad estará totalmente destinada a fortalecer los vínculos con el Vaticano: a las 11, De la Rúa asistirá a una misa de Acción de Gracias por la labor evangelizadora y de promoción humana de la Iglesia.
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