14 de julio 2006 - 00:00

Duro cruce entre Kirchner y los radicales

El presidente Néstor Kirchner fustigó a los legisladores radicales que abandonaron el recinto del Senado en el marco del debate que se dio esta semana en la Cámara alta por la reforma a la Ley de Administración Financiera y aseguró que "se volvieron a escapar", pero elogió a los "intendentes radicales y miles de ciudadanos de ese partido que contribuyeron" para que el país "salga adelante".

"Nosotros convocamos a la concertación plural y hay muchísimos amigos de todos los partidos y muchísimos amigos radicales que nos están acompañando", afirmó Kirchner e hizo hincapié en "los intendentes y ciudadanos de ese partido (la UCR) que contribuyen" para sacar adelante al país.

El jefe del Estado, en un discurso que pronunció en la ciudad bonaerense de Luján, donde inauguró obras, distinguió esa actitud de la actitud de los senadores del radicalismo, a quienes les pidió que "de una vez por todas abran el corazón y la mente al país, dejen de escaparse y comprométanse con la realidad, tengan una alternativa, tengan una idea, dan pena realmente".

Rápidamtnte la UCR le contestó. "No es extraño que nuevamente Kirchner utilice una tribuna para agredir, denostar y confundir a la ciudadanía con discursos plagados de mentiras", señaló el Comité Nacional, mediante un comunicado de prensa.

Kirchner había dicho que los legisladores de la UCR le "dan pena" porque "cuando llega la hora de debatir se escapan", al opinar sobre el retiro del radicalismo en la sesión en la que el Senado aprobó los "superpoderes" para el Gobierno.

"El que nos da pena es usted, Presidente", le respondió el centenario partido, que preside el diputado Roberto Iglesias (Mendoza).

En tanto, el presidente del Comité de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Gorosito, señaló que "lo penoso es la incoherencia presidencial. No entiendo al presidente quien por un lado dice que da pena el radicalismo y, por otro, trata de conquistar la voluntad de nuestros dirigentes en todo el país para sumarlos a su proyecto hegemónico".

Así mismo agregó: "Si al presidente le apena debatir con nuestros senadores que representan a los distintos estados provinciales, o si le apena que critiquemos sus ataques a la libertad de expresión, no debe estar muy contento con el sistema de gobierno que los argentinos logramos establecer desde 1983".

Kirchner, en tanto, sostuvo en su discurso que "hablan de debatir y cuando llega la hora de hacerlo se escapan, la verdad que no los entiendo. Es una anécdota más pero es bueno tener buena memoria".

Luego, el primer mandatario insistió en sus críticas al radicalismo al hacer mención a "esos que se escaparon en el primer gobierno de la democracia, que se escaparon y dejaron 50 muertos en la Plaza allá por el año 2001, esos que dejaron el triste y luctuoso hecho del puente en Corrientes, cuando era ministro de Interior alguien que es diputado ahora, y todavía sigue hablando".

"Aquellos que siempre se escaparon también el otro día, cuando no le podían rebatir a (la senadora) Cristina (Fernández), se volvieron a escapar del Senado.

Una verdadera vergüenza para la consolidación de la democracia", evaluó el Presidente, al volver sobre la sesión del Senado del miércoles último.

"Yo, queridos hermanos -manifestó Kirchner, de cara al público que presenciaba el acto en Luján-, les digo que es doloroso, cuando tienen que hacerse la autocrítica del terrible daño que sufrió el país o de las distintas cosas de las que fueron responsables".

"Ahora que ven que la Argentina empieza a salir, que a la Argentina se la empieza a administrar, que empezamos a rendir las asignaturas pendientes de tantos años, vuelven con ese discurso viejo, antiguo, sin sentido, con esa máquina de impedir", agregó.

"La Argentina -subrayó- tiene que seguir a fondo este proceso de cambio y las decisiones que fueron a defender nuestros amigos, nuestros aliados, nuestros compañeros en el Congreso de la Nación, y que explicaba Cristina el otro día, poniendo la cara, como siempre lo ha hecho, con toda claridad, con toda autoridad y habiendo estudiado bien a fondo la necesidad de esos instrumentos que necesita el Poder Ejecutivo para gobernar".

"Nosotros queremos reafirmar el convencimiento y la necesidad global que tenemos de esos instrumentos para poder consolidar la gobernabilidad del país", sostuvo finalmente el presidente.

Luego, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, aseguró que "buscamos un país totalmente incluido, buscamos un país donde la pobreza sea digna y no miseria, un país donde el trabajo sea en blanco, y donde los hijos puedan aspirar a capacitarse y encontrar su lugar en el mundo".

El mandatario provincial abogó además por un crecimiento sostenido del país para que "cambie definitivamente Argentina que haga que por primera vez nuestro país no nos dé verguenza en ningún rincón, estemos orgullos de él y de la sitiuación de todos nuestros hermanos".

En tanto, el intendente de Luján, Miguel Prince, fustigó a los "miembros de la máquina de impedir" a los que identificó como aquellos políticos que critican al gobierno nacional por la realización de obras públicas, que "además son fuentes de trabajo".

"Se hacen rutas, avenidas, puentes y viviendas y creo que esto es lo que molesta; estos críticos que son la máquina permanente de impedir y nunca traen una propuesta sino que se dedican permanentemente a criticar al Gobierno que encabeza nuestro compañero Kirchher", sostuvo el jefe comunal.

También participaron del acto el obispo de Mercedes-Luján, monseñor Rubén di Monte; el presidente provisional del Senado, José Pampuro; el secretario de Obras Públicas, José López; jefes comunales de otros distritos del conurbano bonaerense y otras autoridades.

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