26 de junio 2007 - 00:00

¿Error de Kirchner favorece a Menem?

Luis Beder Herrera jugó, hace diez días, una carta audaz. Sin porteros en la Casa Rosada, el gobernador riojano le hizo llegar a Néstor Kirchner un informe donde Carlos Menem encabezaba con 24 puntos la intención de voto para la elección del 19 de agosto.

El sondeo generó, primero, curiosidad y, luego, intriga. En la cosmogonía K parece una instancia superada que Menem pueda aparecer como un riesgo electoral. Pero el panorama que acercó Herrera lo instaló como tal. De allí las sospechas sobre el gobernador.

Tras las derrotas en Capital y Tierra del Fuego, la alerta del vice riojano que derrocó a Angel Maza volvió a encenderse. La razón es sencilla: como en el Sur, en La Rioja el kirchnerismo está representado por dos candidatos, lo que podría dejar una brecha para que festeje Menem.

Una sucesión de errores en la ingeniería electoral del gobierno -que se remontan a Santiago del Estero en 2004-, tuvo una parada poderosa en Misiones y continuó el domingo negrohabilitó un triunfo estruendoso de Mauricio Macri y el renacimiento de Elisa Carrió.

¿Será Kirchner, también, artífice indirecto del regreso de Menem a la gobernación de La Rioja?

Por lo pronto, el espacio K aparece desdoblado. De un lado, Beder Herrera anotó el Frente Amplio del Pueblo, y se lanzará el viernes con Teresita Luna como candidata a vice, a pesar de que algunos grupos presionan para que ese casillero lo ocupe el cura enamorado «Pocho» Brizuela.

El gobernador, que no logra diálogo directo con Kirchner, planea mostrar una carta: la presencia del embajador en México, Jorge Yoma, que fue por un rato candidato de nuevo y ahora es el exponente máximo, sino único, del yomismo. O, como dicen en La Rioja, del «yo mismo».

Enfrente se para Ricardo Quintela, intendente de La Rioja, que apañado por Maza fue ungido como candidato del PJ y el FpV, con el alcalde de Chilecito, Fernando Rejal, como número dos. A Quintela-Rejal los ampara Alberto Fernández, viejo conocido del destituido Maza.

Sin decir si va a la gobernación, Menem ya hizo un acto el domingo, rodeado de sus fieles Bernabé Arnaudo, Nicolás y Bienvenido Martínez y Carlos Santander (ver Ambito Nacional).

  • Realineamiento

    Política de pago chico, como Yoma estuvo hasta hace meses con Maza y ahora se asoció con Beder, también hay movimientos inversos: Alejandra Oviedo, histórica menemista, se alineó detrás de la fórmula Quintela-Rejal.

    Fernández, dice el bederismo, es la trinchera que los separa de Kirchner y quien, en su condición de jefe de Gabinete con amplios poderes presupuestarios, el que está parado arriba de la caja y le «mezquina» a la provincia el envío de recursos extracoparticipables.

    Ambos se proclaman kirchneristas. Quintela, incluso, pretende que la elección de gobernador se postergue del 19 de agosto -fecha que ayer ratificó Beder- al 28 de octubre, para que se haga simultáneamente con la presidencial.

    Se conjugan dos razones:

  • Quintela, esponsoreado por Maza y Alberto F., apuesta a ser la única extensión de la boleta del FpV que encabezará un Kirchner y, de ese modo, beneficiarse con el arrastre de arriba hacia abajo.

  • La eventual mudanza de la elección de gobernador a octubre sacaría del camino a Menem, porque el ex presidente insiste con que será candidato presidencial y, naturalmente, no podría serlo a dos cargos en paralelo. Sí, en cambio, competiría como gobernador (tiene su sello Lealtad y Dignidad) si los comicios fuesen -como están convocados- el 19 de agosto. Con tensión, ya desde la semana pasada, en el gobierno habían puesto un ojo sobre el caso riojano. La experiencia de Tierra del Fuego, donde Kirchner apostó doble -a Cóccaro y a Garramuño-, pero ganó un tercero -Fabiana Ríos-volverá a ser abordada.

    Ahora, la táctica de jugar dos fichas para ganar sí o sí, puede volverse la mayor debilidad.
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