La saga del avión iraní –venezolano es un buen ejemplo de cómo la realidad nunca debe ser analizada desde los márgenes. El episodio que concentra la atención de las agencias de inteligencia del mundo se topa con lo rupestre de la discusión política en la Argentina y le impide al Gobierno golpearse el pecho con un logro que tuvo más que ver con una carambola del destino, pero que ahora, geopolíticamente hablando, le genera una oportunidad inmejorable. El FBI le confirmó al juez federal Federico Villena que el piloto iraní Gholamreza Ghasemi no es un homónimo, sino una el CEO de la empresa Far Air Oeshm, ligada a las fuerzas Quds brazo de la Guardia Revolucionaria Iraní y sospechado de haber participado de operaciones logísticas para asistir a Hezbollah, en tráfico de armas y lavado de dinero. La información que proveyó el FBI tiene un grado de desclasificación que ahora fue aportada a las autoridades argentinas. De ahí radica que no existieran, previamente, alertas expresas sobre los tripulantes.
FBI confirmó nexo del piloto del avión venezolano iraní con Quds y posible relación con Hezbollah
Departamento de Justicia dio por verificada identidad de uno de los tripulantes de la aeronave retenida en Ezeiza. Giro en la causa que adquiere ahora visibilidad mundial. Se precisará objeto procesal. El misterio de Paraguay y la carga "perecta". Ya hay avances con peritaje a celulares. Se investigan rutas previas.
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Los estadounidenses informaron oficialmente que existen dos niveles de sanciones que pesan sobre la aeronave que aterrizó el 6 de junio en Buenos Aires y que actualmente se encuentra retenida. Como operaba para Mahan Air, existe una restricción sobre no proliferación de armas y anterrorismo. Como el Boeing tiene matrícula venezolana, y aparece como una subsidiaria de Conviasa, pesa sobre ella otra “designación” del listado de OFAC del Departamento del Tesoro por estar ligada al gobierno de Nicolás Maduro. Con estos elementos, el juez le pidió a la fiscal Cecilia Incardona que vuelva a delimitar el objeto procesal vía un requerimiento de instrucción más preciso que el que se necesitaba en un principio. La causa da así un giro y desaira la pirotécnica verbal que se desató en la última semana lo que deja en offside a oficialistas y opositores. Lo que se leyó a la luz del internismo político exhibió lo precario del análisis ante el tratamiento que este tipo de casos tienen en el mundo: no se discuten cuestiones de terrorismo en clave de panelismo.
Ámbito accedió a la comunicación del DOJ (Departamento de Justicia) bajo el número 200828292 que aclara que no puede ser utilizada por el Gobierno argentino en ningún procedimiento legal. Firmada por Ricardo Hernández aporta el número de pasaporte iraní de Ghasemi y señala que “es CEO y miembro del directorio de Oeshm Fars Air”, empresa que “fue designada por el Tesoro de los Estados Unidos en 2019 debido a su participación directa en la actividad terrorista y asistencia que brinda a Qods Force que han sido designadas como entidades terroristas”. Que opera vuelos regulares entre Irán y Siria y que se los señalan por apoyo logístico a través del traslado “en una aeronave” de “equipos” entre Teherán y Beirut. “Se están pasando de contrabando componentes militares avanzados y armas desde Irán a Hazbollah en el Líbano utilizando vuelos civiles”, indica el informe que se focaliza en establecer nexos y aporta un número de pasaporte para identificar a Ghasemi, quien permanece con su documentación retenida en Buenos Aires.
Para peor, es probable que con la magnitud del hallazgo, las imputaciones contra los funcionarios argentinos que tuvieron intervención en el itinerario del avión dirigidas por las denuncias de la oposición queden también desdibujadas. Migraciones, PSA, Seguridad, la AFI, Cancillería y demás agencias estatales están trabajando mancomunadamente en asistir con información a la causa judicial. Con este escenario corre la misma suerte la presunta operación para perjudicar a Alberto Fernández fruto de su discurso en la Cumbre de las Américas. Mal momento para los ultras. No pegan una. En la Casa Rosada parecieron no percatarse que en lugar de tomar la denuncia que habían planteado dirigentes opositores contra el Gobierno, la actual causa se desprendió de un pedido de habeas corpus, lo que esquivó a la gente de JxC
¿Existió la carga contratada a una empresa proveedora de VolksWagen para su producción local de una camioneta? Sí. ¿Justificaba eso la presencia de 19 tripulantes en la aeronave? ¿Era una operación económicamente lógica? En viajes previos, ¿se habría repetido el traslado de mercadería que no tenía una relación con los costos de operación de un vuelo de esas características? Son interrogantes bajo análisis. Lo cierto es que hubo un dato que llamó la atención de Aduanas, dependiente de la AFIP. El manifiesto declarado por el avión que llegó era exacto en el pesaje de la mercadería. ¿Qué fue lo que llamó la atención, entonces? Que no es habitual semejante nivel de concordancia con las cargas y los impuestos que deben tributar por la misma.
Quds no está considerado como una organización terrorista en Argentina. Pero Hezbollah sí, a partir de una resolución del Congreso. Por eso el FBI se encargó de subrayar en su informe la relación que existiría entre Quds y Hezbollah para que sea imposible soslayarla, en la causa penal. Datos: la velocidad de la respuesta del Federal Bureau of Investigations da cuenta del interés que genera en Estados Unidos el episodio del avión. El segundo dato pasó desapercibido: cuando la justicia realizó una inspección ocular el pasado jueves en el avión debieron ir acompañados por un ingeniero de Boeing. La persona designada advirtió que no podía tomar contacto con la aeronave ante el riesgo judicial que le implicaba a nivel personal en los Estados Unidos ante las sanciones que pesan sobre la misma. Debieron cursar un pedido de autorización al Departamento del Tesoro. La respuesta con luz verde llegó tan solo una hora después.
En tanto, la Policía de la Ciudad y la PFA ya arrimaron al juzgado un informe preliminar del análisis de los celulares y aparatos electrónicos de los cinco iraníes y de los 14 venezolanos. Se están analizando minuciosamente las rutas en las que estuvo el avión previamente, tocando tierra en algunas zonas calientes.
Perdió fuerza la versión de que aproximadamente 20 días antes de que el Boeing 747 de Emtrasur tocara tierra en la Argentina, Paraguay, a través de la Secretaría Nacional de inteligencia de ese país irradió un alerta a los países de la región advirtiendo sobre la existencia de un grupo de iraníes y venezolanos a bordo de un avión de carga se encontraba realizando viajes en la región. Fue supuestamente un parte de inteligencia: no precisa un delito, imputaciones, antecedentes o profundidad. Habría sido recibido por la Dirección de Terrorismo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en plena etapa de recambio de su titularidad que ocuparía luego Agustín Rossi. Villena le pidió a Paraguay que informe el estado de causas judiciales en su territorio a partir del paso del avión trasladando un cargamento de cigarrillos a Aruba. Había pedido autorización en abril y el 13 de mayo realizó el viaje. Esteban Aquino, el titular de la agencia de inteligencia paraguaya –en medio de un reclamo que alcanza la precariedad presupuestaria que atraviesan, incluso- se encargó de difundir que recibieron una confirmación de parte de Israel de la coincidencia entre Ghasemi con un miembro de Quds. Se desconoce si estas manifestaciones no ofician más de cobertura ante el libre tránsito que tuvo la aeronave en ese viaje previo.
El viernes feriado, los venezolanos aportaron a la causa documentación que apuntala la versión de que se encontraban realizando entrenamientos con los iraníes. Los representa el mismo abogado de Pity Alvarez y el famoso Panadero de Boca Juniors. Los documentos dan cuenta de una salida –con PCR cumplimentados- de los venezolanos rumbo a Irán en 2021 para realizar esas capacitaciones y diversas planificaciones de quipos y tripulaciones para diferentes itinerarios. Todos esos papeles dicen Mahan Air. No Conviasa o Emtrasur, lo que no se sabe si es muy favorable porque se trata de la empresa designada por vínculos con el terrorismo.
El secuestro de la caja negra del avión ofrece otra dificultad y es que es muy antigua para peritar. Sin embargo la hipótesis que no se abandona a nivel local podría encuadrarse en los que se denominan “vuelos de inteligencia”.
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