Las impugnaciones de Jaime Mecikovsky a los resultados de la auditoría interna de la AFIP que reveló múltiples irregularidades en torno al uso de información bajo secreto fiscal contra Cristina de Kirchner y su familia esconden, en realidad, un motivo oculto: son parte de la prueba técnica que revela que la operación de avanzada sobre la petrolera Oil Combustibles y todo el Grupo Indalo de Cristóbal López comenzó el mismo 10 de diciembre de 2015, apenas asumió Mauricio Macri, y tres meses antes del supuesto motivo formal que quedó asentado como disparador inicial de la investigación.
Detectan ingresos ilegales en bases de la AFIP que revelan que se fraguó el origen del caso Oil
Explica intento de Mecikovsky por impugnar auditoría que señala manipulación de investigaciones sobre Cristina de Kirchner. Desde el 10/12/2015 comenzaron a recabar datos sobre el Grupo Indalo y sus accionistas sin autorización legal. Es tres meses antes de lo que Abad declaró a la Justicia.
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El relevamiento de bases de datos de los sistemas informáticos del fisco compromete a la gestión de Alberto Abad a través de la Subdirección de Operaciones Impositivas del Interior pero a su vez, expone, que se fraguaron las actuaciones internas para justificar supuestos delitos en torno al otorgamiento de planes de facilidades de pago por su deuda impositiva. Existe un problema adicional para Mecikovsky que pudo constatar Ámbito: la auditoría que denuncia como irregular fue firmada por los mismos funcionarios de AFIP que habían sido nombrados en esos cargos bajo la gestión del macrismo.
Esta información adicional llegó al expediente que conduce la jueza María Servini el 1 de noviembre. Fue unos días antes de que Mecikovsky “prenseara” su denuncia para intentar socavar sus resultados. Pero la jugada podría ser un búmeran: Los datos son indubitables porque fueron extraídos de las bases de datos de accesos a distintos sistemas internos de AFIP, como E-Fisco y el de DD.JJ. de Pagos, y llegan a manos de la justicia en momentos en que se exponen los alegatos en el juicio oral por el caso Oil.
Ejército
El giro que plantea la información incorporada puede crear un cimbronazo a lo que queda en pie de la acusación: desde el mismo día del cambio de gobierno hasta el 3 de marzo de 2016 (primer hito en el que supuestamente la AFIP sugiere un pase de la petrolera al padrón de Grandes Contribuyentes Nacionales) un ejército de funcionarios ingresaron de manera irregular y sin justificativo. Por normativa, esto no puede realizarse sin que exista o medie una instrucción administrativa por albergar datos sensibles protegidos por ley. Esta evidencia pone en duda el origen mismo de la causa.
El hecho de que hubiera tres grupos distintos involucrados también dio cuenta de que existieron órdenes de las máximas autoridades para acceder ilegalmente a bases protegidas bajo secreto fiscal. Los ingresos están concentrados en tres áreas: la Subdirección de Operaciones Metropolitanas –a través de las agencias- donde las empresas de Indalo estaban radicadas; pero otra buena parte pertenecen a otra jurisdicción que no tenía nada que ver y allí ingresa Operaciones del Interior, bajo el mando de Mecikovsky; el tercer grupo pertenece a Grandes Nacionales. Hasta ese momento, no había una sola orden formal que indicara problemática alguna sobre Oil Combustibles. Al menos es lo que Abad declaró bajo juramento ante la justicia.
La primera conclusión es que Carlos Bo -uno de los “sabuesos” ligados a Elisa Carrió, mintió cuando declaró que recién en febrero 2016 Horacio Castagnola, el N°2 de Abad le pidió que “se fije” qué pasaba con Oil. Entre el 17 y 19 de febrero, Bo ingresó pero a CPC, la constructora del Grupo. Ese último día, entraron a Oil y a Oil M&S pero ya lo habían hecho durante enero. Y durante todos los primeros días de marzo, hasta la publicación de la nota “inicial” en La Nación. Luego de ello, ingresó a los CUIT de las empresas de medios del holding. Totaliza 908 ingresos, pero solo representa esto el 3,35% del total. Hubo dos ingresos más que curiosos. Lo realizaron dos personas cuyo contrato con la AFIP había terminado un año antes.
Ingresos
El mismo 10 de diciembre de 2015, se ingresa desde la Agencia N° 11 de AFIP a ver las declaraciones juradas y pagos de South Media Investments SA, accionista de los medios de comunicación del Grupo Indalo. La jueza Servini ya cuenta con los datos y las áreas, además de los nombres de las personas que ingresaron desde distintas provincias sobre los datos de López, desde Palermo, Roca, la Agencia N°49, Ushuaia, Bariloche, Regional Norte y Oeste de Seguridad Social, Río Gallegos y Comodoro Rivadavia. También hay ingresos desde Posadas y Neuquén.
¿Por qué había funcionarios “fisgoneando” la información fiscal de López, su socio Fabián De Sousa y todas las empresas relacionadas desde casi todas las regiones del país si no existía –supuestamente- ni siquiera la sospecha de que había un conflicto con la deuda de Oil? Esa es la pregunta clave que ahora pretende dilucidar la causa que apunta a los manejos de AFIP en el inicio de la causa Oil. Mecikovsky no aparecía vinculado directamente. Pero ahora, se expuso a partir de tratar de enturbiar una auditoría que firmaron los directores Pedro Ocamica, Mariano Rodríguez y Cristian Ingratta. Son los mismos funcionarios que habían suscripto algunas de las auditorías que Abad utilizó para montar el caso Oil. ¿Por qué Mecikovsky pone ahora en duda lo que hicieron los mismos funcionarios que apuntalaron la denuncia de Abad? La explicación puede radicar en que, en este caso, toda “la línea” de funcionarios firmó el análisis de los datos que dan cuenta de ilegalidades cometidas desde el mismo comienzo de la gestión.
El 29/1/16, ingresó Romina Elizabeth Linarello, del equipo investigación 2H de División Investigación de Grandes Contribuyentes. Mientras que el 3/2/16 ingresó Luciana Dodaro, equipo investigación 2H de División Investigación de la misma dependencia. Esto significa que desde Grandes Contribuyentes existen ingresos por investigaciones o fiscalización mucho antes de tener competencia por el traspaso de Oil Combustibles. Por ende, injustificadas. Casi todas las subdirecciones entraron a los datos del Grupo Indalo, en el período previo a que supuestamente Abad tomara conocimiento a través de la nota de La Nación.
Hubo 216 accesos en ese lapso de gente dependiente de áreas de Mecikovsky (no donde estaba radicada ninguna de las empresas), 752 de Grandes Contribuyentes (sin competencia, todavía), 13 de Asuntos Jurídicos (que dependía de Eliseo Devoto, quien luego apuntalaría las denuncias penales) y unas 5.558 ingresos a los CUIT desde Operaciones Impositivas Metropolitanas. Hasta ingresaron desde Auditoría Interna, DGI y Fiscalización que no estaban ni cerca habilitadas por algún procedimiento regular.
López fue el blanco del espionaje pero no hubo empresa relacionada a Indalo que no haya sido “peinada” a través de estos ingresos acreditados informáticamente en los registros y ahora incorporados a un expediente judicial. ¿Había fiscalizaciones en curso? El “ejército” asignado correspondía a agentes dependientes de Mecikovsky: a López le apuntaron 110 veces y al resto del Grupo, 785. Las conclusiones se enlazan con la Auditoría 16/20. Es la misma que ahora Mecikovsky denuncia como irregular. El peligro para su situación es que ambas coincidan en el modus operandi.
Por ejemplo, desde la Dirección Regional Neuquén -dependiente dela subdirección a cargo de Mecikovsky-, la auditoría sostiene que “nunca se le asignó tarea alguna que requiriera realizar consultas a las CUITS….”. Hasta hubo agentes que figuran ingresando pero que tenían licencia por temas de salud, a la fecha de que aparecen “logueados”.
Ya no solo podría existir una violación al secreto fiscal, una actividad irregular sin soporte normativo dentro de la AFIP y un eventual tráfico de información dentro del Gobierno de Cambiemos respecto a “buscar” información que se pudiera judicializar. En realidad, agiganta la sospecha de que el caso Oil podría haber constituido un “montaje” que se construyó de forma artificial, algo sin precedentes. Sin quererlo, Mecikovsky logró que se ponga la lupa sobre dos casos que parecen análogos. Y que podrían salpicarlo.
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