Javier Milei promete que, de ganar las elecciones, “va a haber un aumento fenomenal de los ingresos de los argentinos”. Así lo dijo en el reportaje que le concedió al periodista Luis Majul este lunes. Ese “aumento fenomenal”, aseguró el Presidente, será gracias las reformas estructurales que tiene en carpeta. Pero que precisamente impulsará a partir del 10 de diciembre. Es decir, con la nueva composición del Congreso, que le será mucho menos adversa que la actual. Aun así, para que su promesa de campaña se haga realidad, al Jefe de Estado no le quedará otra que apelar al consenso. Es que incluso las proyecciones más benévolas lo ubican lejos del quorum propio y del tercio propio en el Congreso.
Javier Milei no conseguiría el tercio en el Congreso: ¿suben las acciones del PRO?
El Presidente promete impulsar su agenda reformista después del 10 de diciembre, cuando se produzca el recambio legislativo. Pero, si La Libertad Avanza tuviera una buena performance el 26 de octubre, seguiría estando en una posición de debilidad. En cambio, el partido de Mauricio Macri podría hacer de esa debilidad, su fortaleza.
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Milei deberá apostar al diálogo y al consenso si quiere impulsar cambios de fondo.
Las proyecciones, aun simulando los resultados más favorables para La Libertad Avanza de cara a las elecciones del 26, arrojan dos datos poco alentadores para la Casa Rosada. Por un lado, que incluso haciendo una muy buena performance, los libertarios estarán muy lejos del quorum propio, es decir, la llave para poner en marcha cualquier sesión. En Diputados, el número mágico es 129. En el Senado, 37.
Por otro, y pese a las afirmaciones que el asesor todoterreno Santiago Caputo le habría hecho al asesor de Donald Trump, Barry Bennett, en los últimos días tras su visita a la Casa Rosada, el oficialismo tampoco tendría el tercio garantizado en ninguna de las dos Cámaras. Es decir, no contaría con los números que se requieren para blindar un veto presidencial, así como tampoco, para frenar cualquier intento de juicio político contra el Presidente.
En otras palabras, Milei no tendrá el camino allanado para impulsar una reforma impositiva o laboral, como prometió en las últimas horas. Pero tampoco le será tan sencillo hacerle frente a los embates opositores.
Elecciones: ¿cómo quedaría el Congreso?
Las elecciones están a la vuelta de la esquina y el caso José Luis Espert, junto con los vaivenes de la economía le estarían jugando una mala pasada al oficialismo. Ahora bien, suponiendo que, pese a todo, el oficialismo lograra una buena performance, no le alcanzaría, ni siquiera, para convertirse en la primera minoría en ninguna de las dos Cámaras. Al menos así lo arroja un informe elaborado por la agencia La Sastrería.
En concreto, ese informe muestra que si el partido violeta reuniera el 39% de los votos, se haría de apenas 71 bancas. Es cierto, sería un crecimiento significativo si se tiene en cuenta que hoy LLA tiene 37 diputados propios. Aun así, para alcanzar el tercio de 86 diputados, sí o sí la bancada que hoy conduce Gabriel Bornoroni debería apelar al PRO o a los diputados que responden a los “gobernadores afines” al Gobierno. De lo contrario, no podría blindar ningún veto presidencial ni ponerle un freno a un pedido de juicio político contra Milei.
Siempre de acuerdo al mismo estudio de La Sastrería, el PRO y los gobernadores cercanos (si se toma el escenario más benévolo para el oficialismo) reunirían 24 y 8 bancas, respectivamente. Es decir, sobraría para reunir el tercio, pero aún el oficialismo debería seguir negociando con espacios como Provincias Unidas o la UCR para lograr el número mágico de 129.
En el Senado el panorama no sería mucho más alentador para las Fuerzas del Cielo. Si el partido que tiene a Milei como principal figura reuniera el 39% de los votos, los violetas se harían de 17 de las 72 bancas. Es cierto que, al igual que en Diputados, el crecimiento sería importante. Es que, en la Cámara que conduce Victoria Villarruel, LLA tiene apenas 6 senadores propios. En otras palabras, desde el 10 de diciembre, LLa requeriría de 7 senadores para alcanzar el tercio y de 20 más para reunir el quorum reglamentario.
Según La Sastrería, siempre en base al escenario más benévolo, el PRO reuniría 5 bancas y los gobernadores aliados otras 3. Es decir, Milei podría garantizarse el tercio mas no el quorum propio.
Suben las acciones del PRO
Con este panorama, si el oficialismo quiere controlar la agenda parlamentaria, en lugar de reaccionar a los embates de la oposición, tal cual hizo a lo largo de prácticamente todo este año, deberá apelar a los consensos y retomar el diálogo con los gobernadores. De lo contrario, sus promesas reformistas caerán en saco roto, tal cual ocurrió, por caso, como la Ley Hojarascas o el proyecto para incentivar los dólares del colchón. Ambos textos ni siquiera se trataron en comisión por falta de números en el recinto.
Al mismo tiempo, el escenario planteado es una oportunidad para el PRO de Mauricio Macri. Los amarillos, que parecían haber sido fagocitados por los libertarios tras las elecciones legislativas porteñas, tienen la chance de resucitar, al volverse "imprescindibles". Los libertarios son cada vez más conscientes de que serán una pata fundamental para impulsar la agenda de Milei en el Congreso pero, sobre todo, para ponerle un freno a la oposición.
No por nada, el calabrés dejó trascender semanas atrás, cuando se reunió a los candidatos a diputados y senadores de su espacio, que el 11 de diciembre el PRO será un bloque aparte; que no habrá ningún tipo de fusión con LLA. Y, en paralelo, puso en marcha las negociaciones con Milei, para hacerse de lugares en el Ejecutivo. Y, quién dice, hasta destronar a Martín Menem de la presidencia de la Cámara de Diputados.
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