El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, supervisó el funcionamiento de las pistolas Taser y habló con policías de la Ciudad que ya las utilizaron. “Con esta herramienta se protege a los que pueden ser dañados y se reduce a quien puede dañar sin que nadie salga lastimado”, aseguró el funcionario en el Centro de Monitoreo Urbano (CMU) de Chacarita.
Jorge Macri reivindicó el uso de las pistolas Taser: "Cumplir con la tarea sin lastimar a nadie"
El jefe de Gobierno porteño aseguró que a través de su uso “se protege a los que pueden ser dañados y se reduce a quien puede dañar sin que salga lastimado”.
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Macri mantuvo este sábado un encuentro con el jefe del CMU, Alejandro Vergara, y el capacitador de Despliegue de Intervenciones Rápidas, Javier Ríos, en el marco del "compromiso asumido de proteger a las fuerzas de seguridad" y de incorporar "nuevas tecnologías para la prevención y la contención de delitos y hechos violentos", según el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
“Tuvimos ya siete situaciones en las que se usó con mucho éxito. Estuvimos viviendo y compartiendo con ellos esa experiencia. Para mí era muy importante entender si la capacitación previa había servido, y efectivamente sirvió”, explicó el jefe de Gobierno.
A su vez, sumó: “Estar acá con quienes los instruyen y los dirigen también es muy importante, porque de cada uno de estos procedimientos se fue aprendiendo algo. Y lo más importante es que ellos describían cómo esta herramienta les brindaba la tranquilidad para reducir a alguien que estaba fuera de sí, con la decisión de lastimar a otros o a sí mismo”.
En este punto, agregó: “Ellos coincidieron en que después de utilizar la Taser, de reducir al delincuente y de darse cuenta de que esa persona se movía y estaba bien y viva sentían que habían cumplido con la tarea sin lastimar a nadie”.
Las pistolas Taser se utilizaron en siete ocasiones. Actualmente la Policía de la Ciudad dispone de 60 pistolas, las cuales fueron adquiridas el año pasado. Además está en trámite el ingreso de 30 adicionales.
Desde GCBA aseguraron que "estas armas de baja letalidad envían una descarga eléctrica a través de dardos que inmovilizan a los individuos sin causar daños permanentes". Las mismas graban toda la secuencia de uso (en imágenes y audio), lo que permite verificar posteriormente las condiciones de tiro.
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