Las "perlas" del proyecto, en una sesión trasnoche
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• Los gremialistas consiguieron garantizarse en el presupuesto el aumento en la financiación de sus cajas, volviendo al nivel de 1994, cuando se dispuso la reducción de aportes patronales. Además, se le asignó una suma adicional al PAMI para el pago de deudas financieras y con prestadores. Remes se resignó a este avance, pero ganó una guerra en otro campo, el del gabinete: Ginés González García no insistirá con la idea de que un decreto aumente los ingresos de las obras sociales, lo que resultaba redundante e incomprensible.
•Los cupos fiscales para las provincias que gozan de promociones impositivas salvaron la vida a último momento. María del Carmen Alarcón (PJ-Santa Fe) y Cristina Zuccardi (Frepaso-Mendoza) montaron un operativo comando, avalado por Lamberto -santafesino como Alarcón-para derogar ese beneficio. Se les interpuso José Luis Gioja, sanjuanino, quien, a pesar de ser senador, se convirtió en el custodio de ese beneficio, como lobbysta, en la Cámara baja.
•Un papelón imperdible cometió Ariel Basteiro, sindicalista del sector aeroportuario, cuando advirtió que las partidas destinadas a las Fuerzas Armadas y de seguridad eran más abultadas este año. «El gobierno se prepara para la represión», denunció, inflamado. Lo frenó en su arrebato el salteño José Urtubey, al hacerle notar que los recursos adicionales que se proveían eran para pagos en cumplimiento de sentencias judiciales. «Los abuelitos que recibirán la plata no están para reprimir», se mofó Urtubey en la madrugada.
•Cuando la sesión había avanzado lo suficiente, llegó «la hora de los papelitos». Se trata del momento en que, ya relajada la disciplina en el recinto, los diputados comienzan a extraer papelitos de sus bolsillos con pedidos sobre partidas especiales. Adrián Menem se acordó de un fondo especial para familias rurales con problemas sociales, también de los dineros destinados a pagar vacunas contra la aftosa; un norteño incluyó el pago de una deuda del Fondo del Tabaco, pendiente desde 2001; también se agregó un artículo para beneficiar a quienes cultivan bosques. «¿De dónde van a salir los recursos?», preguntaba la diputada Graciela «Hormiguita» Ocaña (Frepaso), en cada caso. Los peronistas se enardecieron y comenzaron a «insultarla»: «Hormiga ortodoxa, parecés del Fondo». Ella no hizo caso y siguió exigiendo rigor fiscal. Un imprevisto.
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