26 de septiembre 2001 - 00:00

"Los norteamericanos y los judíos serán nuestro blanco"

Mirjani, Pakistán (AFP, Reuters, EFE) - El grupo terrorista de Osama bin Laden,Al-Qaeda, volvió ayer a llamar a la guerra santa a todos los musulmanes del mundo y dijo que «donde quiera que haya estadounidenses y judíos, serán el blanco» de ataques. En tanto, los combatientes árabes leales a la milicia islamista talibán, en el poder en Afganistán, dejaron sus bases en el este del país por temor a un ataque estadounidense.

«Donde quiera que haya musulmanes deben prepararse para la Yihad, y por la gracia de Dios la victoria será del Islam», dijo un comunicado enviado a las agencias de noticias en la capital paquistaní por el jefe militar de Al-Qaeda, Nasir Ahmed Muyahid. Este advirtió que sus guerrilleros están «plenamente preparados» para responder al ataque norteamericano. «Podemos defendernos solos», afirmó y añadió que «donde quiera que haya americanos y judíos, serán el blanco».

Mientras, la mayoría de los voluntarios árabes de los talibanes ya atravesó la frontera montañosa en el norte de Pakistán, y algunos grupos pequeños de árabes desarmados fueron vistos en pueblos en la principal autopista que corre a lo largo de la frontera. Esto pone en evidencia la facilidad con que los fugitivos pueden salir de Afganistán a pesar del incremento de la seguridad en Pakistán.

«Todos ellos partieron hace una semana», dijo Mohamad Aziz, un aldeano de la provincia de Kunar (este de Afganistán), quien también atravesó la frontera por miedo a los ataques. «Algunos de ellos pasaron al mismo tiempo que nosotros», dijo.

«Antes había muchos de ellos en Kunar, pero no los hemos visto recientemente. Simplemente desaparecieron en las montañas o se encuentran en Pakistán», señaló otro de los viajeros que confirmó ese movimiento.

Combatientes

Se cree que los talibanes cuentan con unos 15.000 combatientes árabes en sus filas, muchos de ellos voluntarios procedentes de Argelia, Kuwait, Yemen y Arabia Saudita. Sienten devoción por el multimillonario Bin Laden, principal sospechoso en los atentados del 11 de setiembre en Nueva York y Washington. Estos árabes poseen una red de bases y campos en el este de Afganistán que podrían ser los primeros blancos de cualquier ataque estadounidense. Pero los viajeros afirman que la mayoría de estos campos está ahora vacía.

Mientras, el régimen afgano volvió a amenazar con regionalizar la guerra que parece inminente, castigando a los países de la zona que presten apoyo a los Estados Unidos.

«Cualquiera que ataque o ayude a un ataque es nuestro enemigo y llevaremos a cabo otro contra ellos», dijo el mullah
Norr Ali, funcionario del Ministerio de Defensa, a la emisora de televisión Al-Jazeera, con base en Qatar.

Los talibanes han dicho, a pesar de los preparativos bélicos estadounidenses, que no entregarán a Bin Laden a menos que Estados Unidos muestre las pruebas de su acusación.

Despliegue

Los talibanes aseguran haber desplegado cientos de miles de combatientes en Kabul, a lo largo de sus fronteras y en otros lugares estratégicos. Sin embargo, la opositora Alianza del Norte mantiene su ofensiva y sigue empujando a sus fuerzas.

El líder espiritual de los talibanes, el mullah ciego
Mohammed Omar, llamó ayer al pueblo estadounidense a «usar su sentido (común)» y a no seguir ciegamente la política de su gobierno para atacar a Afganistán.

El llamado fue enviado por fax a la agencia «Reuters» desde las oficinas centrales de Omar en la ciudad de Kandahar, en el sur de Afganistán.

«Deben saber que los incidentes y la pena que sufren son el resultado de las políticas erróneas de su gobierno», dijo Omar, al referirse a los devastadores atentados suicidas perpetrados el 11 de setiembre en Estados Unidos.

«Ustedes aceptan todo lo que su gobierno dice, tanto si es verdadero como si es falso», afirmó Omar, refiriéndose a la acusación de Estados Unidos contra Bin Laden. «¿No tienen ustedes su propio pensamiento?», agregó.

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