Jorge Taiana volvió por segundo año consecutivo a exponer una dura posición argentina
contra Gran Bretaña en las Naciones Unidas por el conflicto de las islas Malvinas. Este año,
a las acusaciones se agregó el capítulo energético.
El gobierno criticó con dureza renovada a Gran Bretaña por «incurrir en un comportamiento violatorio y abusivo», dentro del conflicto de las islas Malvinas, al negarse al diálogo entre las partes. Ante esto, las Naciones Unidas volvieron a pedir el retorno de las negociaciones entre los dos Estados para «encontrar una solución pacífica» a la disputa. Por segundo año consecutivo, el canciller Jorge Taiana presentó la posición argentina ante el gobierno británico por la cuestión Malvinas a 25 años de la guerra. «La actitud británica no contribuye a crear el ámbito propicio para que ambos gobiernos puedan restablecer un diálogo dirigido a dirimir la controversia vigente por la soberanía sobre las islas Malvinas», dijo el funcionario en su discurso en la sede de la ONU. Además, acusó al Reino Unido de « apropiarse de lo que le pertenece a otro» y subrayó que la postura de la Argentina «no ha variado desde el mismo momento del despojo de las islas Malvinas».
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«Las islas fueron usurpadas y sus pobladores fueron desalojados por las fuerzas del Reino Unido. Este acto de fuerza de 1833, realizado en tiempos de paz sin comunicación ni declaración previa de parte de un gobierno amigo de la Argentina fue inmediatamente rechazado y protestado, y esa protesta se ha ampliado, renovado y repetido hasta nuestros días», sostuvo Taiana.
La respuesta británica llegó a través de un representante de los pobladores ingleses, Richard Davies, miembro del consejo legislativo local, quien atacó los reclamos argentinos y afirmó que los isleños «se oponen con vehemencia a una negociación».
«Los isleños de las Falkland no tienen deseo alguno de formar parte de una gran Argentina», afirmó Davies y acusó al gobierno argentinode utilizar el reclamo sobre Malvinas «para distraer al pueblo de los fracasos internos y promover un nacionalismo anacrónico».
El reclamo del gobierno argentino y la defensabritánica de Daies fueron seguidos por una nueva resolución de la ONU que reiteró su pedido de «afianzar el actual proceso de diálogo y cooperación mediante la reanudación de las negociaciones a fin de encontrar a la mayor brevedad posible una solución pacífica a la controversia».
Celebración criticada
Durante la exposición del gobierno argentino, Taiana también dijo que la Argentina «lamenta los actos celebratorios que desarrolló el Reino Unido» de la guerra por la islas Malvinas. «El Reino Unido se ha involucrado públicamente en un programa de eventos que revisten un carácter celebratorio y militarista que la Argentina lamenta. El país no puede compartir ese espíritu», advirtió Taiana desde Nueva York.
El ministro afirmó además que «el Reino Unido, como potencia, podrá haber ganado una batalla en 1982», pero subrayó que « nunca tendrá la razón y la justicia respecto de la soberanía sobre las islas Malvinas». En 1833, Inglaterra ocupó las Malvinas y logró conservarlas tras el intento argentino de 1982 por recuperar el territorio mediante la guerra iniciada por la dictadura militar.
La política de endurecimiento de la posición argentina contra Gran Bretaña por el conflicto de Malvinas fue decidida por el gobierno de Néstor Kirchner a comienzos de 2006, y fue expuesta hace un año también en las Naciones Unidas. Este año se profundizó la política y se amplió la acusación introduciendo elementos sobre la explotación ilegal de hidrocarburos en las islas.
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