21 de marzo 2013 - 22:53

"No les voy a dar el gusto a los que quieren que los argentinos nos peleemos"

Cristina de Kirchner en la ex Mansión Seré.
Cristina de Kirchner en la ex Mansión Seré.
A días de conmemorar 37 años del Golpe de Estado, la presidente Cristina de Kirchner encabezó un acto en un centro clandestino de detención que funcionó durante la dictadura en la Mansión Seré de la localidad de Morón y reclamó por la continuidad del sistema democrático. 

"Es un día especial por muchas cosas. Estamos a 48 horas, un poco menos, de otro 24 de marzo, de otro aniversario que no quisiéramos tener los argentinos. No nos gustaría tener que recordar, pero que sí tenemos la obligación de recordar", dijo al iniciar el discurso.

"Esta recordación no es patrimonio de ningún sector político", afirmó y agregó que "aún cuando no se pueda estar de acuerdo con las políticas de ese gobierno, cuando se cierra el Parlamento, no se atenta contra un Gobierno, se atenta contra la democracia que es la forma de vida en que queremos vivir todos los argentinos".

"Quiero que no peleemos, que nos entendamos, hay algunos que quieren que nos peleemos, pero no les voy a dar el gusto, no nos vamos a pelear los argentinos", agregó en señal de alerta para evitar interrupciones en el sistema democrático, que según sostuvo, se provocaron por el "desencuentro" entre ciudadanos.

"Lo maravilloso es conocer la diferencia porque dios no nos hizo iguales pero diferentes, para cada uno elija qué quiere ser en la vida humana. Para que nunca más vuelva ocurrir el desencuentro de los argentinos. Pudieron operar y sucedieron cosas (el golpe de Estado) porque trabajaron en el desencuentro, el ego y las vanidades, y un puñado sobre sus intereses económicos para manipular a una sociedad que no entendía", completó.

Asimismo, la mandataria advirtió que los que "más responsabilidad tienen para que el cambio y la transformación sigan adelante son lo que están convenidos de que debe seguir esa transformación y ese cambio, y deben ser los que más entiendan, los que acepten a los otros".

"Nos gustaría que lo hayan hecho esto hayan sido monstruos, pero fueron hombres y mujeres, menos mujeres, que llegaban a sus casas, comían con sus mujeres, y también iban a misa", sostuvo la Presidente.

Además, abogó por realizar "un esfuerzo personal para que de cada uno de nosotros aflore lo bueno y lo mejor. Tengamos la fuerza suficiente para dejar de lado lo malo, lo feo, el odio. El odio nos convierte en personas feas, no se puede vivir con odio".

La jefa de estado recordó que muchos militantes y trabajadores figuran como "cesantes y suspendidos", pero estaban detenidos y desaparecidos. "El Papa de Juan Cabandié figuraba como abandono de servicio, o de Estado, en realidad era un manto de silencio y olvido sobre la verdadera situación de los detenidos desaparecidos", añadió.

Al referirse al 24 de marzo, dijo que "esta es una fecha de la democracia, que tanto costó recuperar, y en la que debemos asegurar, lo que pasó -siguió- no fue por casualidad, ni porque sí".

En otro tramo del discurso aseveró que el "objetivo" de los militares que irrumpieron en el poder "no era solamente el país, era además instalar en cada uno de los argentinos que no valía la pena ocuparse del otro porque si te ocupás del otro te podía pasar algo".

Y continuó: "El egoísmo es hijo del miedo. Solo los que tiene miedo pueden ser egoístas, los que no tienen miedo pueden ser solidarios. Hay que tenerle miedo al egoísmo y la soledad, porque el egoísmo nos deja solos".

Dejá tu comentario

Te puede interesar