PJ: Duhalde pacta con Solá y Moyano; excluye a Kirchner

Hugo Moyano

Nadie apuesta un centavo a que la calma perdure. Pero, por necesidad, Eduardo Duhalde y Felipe Solá acordaron evitar que la interna del PJ de Buenos Aires, prevista para el 21 de noviembre, se convierta en un ring que sólo ofrezca triunfos mezquinos, pírricos.

El ex presidente y el gobernador, que dejaban a sus seguidores alborotear distritos y secciones con el cuchillo entre los dientes, mandaron a enviar las armas para que la primaria partidaria, que poco le importa al gran público, mute en un juego en el que todos pierden.

Con la provincia zarandeada por una ola delictiva que nadie puede domar y una crisis social que no da respiro, Duhalde y Solá entendieron que nada aporta a sus lauros alimentar una elección que con punteros, remises e «premio» al votante es una postal de la mala política.

Por eso, las zonas más calientes -la cuarta y segunda secciónentraron en proceso de congelamiento: Florencio Randazzo y Julián Domínguez, gladiadores del Noroeste; al igual que José María Díaz Bancalari y Eduardo Di Rocco en el Norte, dejaron de gruñirse.

«La voluntad es de no confrontar» coincidieron voceros del gobierno y el duhaldismo aunque admitieron que esa sintonía puede estallar en apenas un segundo. Por lo pronto, ni en las secciones ni en la mayoría de los municipios gobernados por el PJ, habría interna.

Pero todo tiene su precio. La oferta es reducida y la demanda numerosa. ¿Quiénes quedan afuera? En principio, los leales a Néstor Kirchner que confiaban en que Duhalde les cedería algún espacio -siquiera simbólicoen el Consejo del peronismo de Buenos Aires.

No será así: a lo sumo, Kirchner podrá computar como «suyos» a dirigentes como Alberto Balestrini, que repetiría como delegado de la tercera sección. Pero el matancero podría fichar también como felipista, duhaldista crítico o, directamente, como líbero.

Lo real es que el costo de la paz entre Duhalde y Solá lo paga Kirchner. Un dirigente resumió esa entente con un eslogan: «Buenos Aires para los bonaerenses». Vale, al menos, en todo lo referido al control del PJ, la maquinaria electoral más aceitada y brutal del país.

Duhalde no resignará un metro de ese dominio. Y, en ese sentido, se entiende el acuerdo con Solá. Primero decidió presidir el partido para evitar una guerra de coroneles; ahora negoció con el gobernador para impedir que se desate una interna cruenta y cruel.

En definitiva, el mejor negocio para el ex presidente es que el peronismo bonaerense, a pesar de sus matices y zamarreos, siga siendo uno solo. Por ahora, esa unidad está garantizada: al igual que su mando y la vicepresidencia que quedará en manos de Díaz Bancalari.

Pero eso no será todo. Duhalde también sumará aliados: Hugo Moyano volverá, en persona o a través de un delegado -no está definido-a integrarse al PJ. Lo hará como consejero por la rama gremial, donde el lugar que corresponde a la CGT ahora lo ocupa Gerardo Martínez.

Son cinco sillones titulares para repartir entre gordos y «a dieta», dos de los cuales ya tienen nombres grabado a fuego: el metalúrgico e intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, y el jefe de las 62 Organizaciones y jefe de UATRE, Gerónimo «Momo» Venegas.

• Jefatura

Además, el ex presidente mantendrá a su esposa Hilda Chiche Duhalde como jefa de la rama femenina, escoltada por una chichista eterna: la senadora Mabel Müller. Para quien aún no encontró destino es para su yerno Gustavo Ferri que superó los 30 años que exige ser delegado por la juventud.

Entre emisarios gremiales, mujeres y jóvenes suman quince lugares a los que hay que agregar la presidencia y cuatro consejeros titulares por cada una de las ocho secciones. En total, el Consejo cuenta con 48 sillones. Además se eligen autoridades partidarias en los 134 distritos bonaerenses.

En papel, el cierre de listas para la interna partidaria opera el próximo viernes. Pero esta tarde, la junta electoral del PJ postergaría la fecha hasta el martes 12. A simple vista, eso no obligaría a tocar el resto del cronograma que conduce hasta la interna del 21.