"Pusieron gendarmes, policías, cámaras y micrófonos; esto no es una domiciliaria"
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La prisión preventiva de Sala se extendió por las causas que se tramitan en su contra por acusaciones de fraude, extorsión y asociación ilícita, a raíz del presunto desvío de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas sociales, investigación a cargo del juez Gastón Mercau.
El 28 de julio, la CIDH solicitó al Estado argentino "medidas alternativas a la detención preventiva" de Sala, "como el arresto domiciliario", o bien que "pueda enfrentar los procesos (judiciales) en libertad con medidas como la fiscalización electrónica".
En las últimas horas, la vivienda ubicada en el dique La Ciénaga, a unos 40 kilómetros de San Salvador, fue militarizada por decisión de la Justicia. El magistrado ordenó instalar un sistema de cámaras de seguridad que cubren el lugar 360 grados, colocaron alambre de púas sobre los enormes perimetrales de la casa, apostó un sofisticado sistemas de iluminación y desplazó a 15 gendarmes para que vigilen la casa de forma permanente en lo que sería un primer anillado de control, secundado por un segundo anillo de policías provinciales.
"Esto es una especie de detención sui generis. Yo no hice lo que la Corte pidió, no le di prisión domiciliaria, cambié el lugar de detención porque si una persona se encuentra en situación de riesgo, y me lo hacen saber los organismos internacionales, debo resguardar la integridad física de esa persona", justificó el juez Pablo Pullen Llermanos.
En declaraciones a radio La Red, Pullen agregó que "nuestro país debe hacer los mejores esfuerzos para dar cumplimento a las peticiones realizadas en materia de derechos humanos por la CIDH. Yo he hecho el mayor esfuerzo, no he concedido una prisión domiciliaria".
En este marco, Sala cuestionó el lugar elegido como alternativa a la cárcel de Alto Comedero. "En febrero de este año destrozaron toda la casa. Vinieron para acá y vieron que la casa estaba en muy mal estado. Dijeron que el lugar era éste, cuando yo hace 20 años que vivo en el barrio Cuyaya. Creo que han pensado que nadie iba a colaborar. Cuando los compañeros se enteraron, vinieron a ayudar a arreglar la casa", señaló.
Por último, Sala aprovechó para fustigar al gobernador de Jujuy y al Presidente. "Parece que Macri y Morales se han olvidado de que vivimos en democracia. No puede ser que, si vos no pensás como ellos, te obliguen a agachar la cabeza, a ser reprimido, encarcelado".
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