24 de octubre 2001 - 00:00

Quieren echar a auditora porque consulta a brujas

La abogada de la Auditoría porteña fue designada a propuesta de Gustavo Béliz. La Legislatura analiza si el control de las cuentas de la Ciudad puede estar a cargo de quien utiliza remedios mágicos.

Noemí Fernández Cotonat denunció a una mujer por intento de estafa
Noemí Fernández Cotonat denunció a una mujer por intento de estafa
Además de ser objeto de una presunta «estafa por encantamiento», la auditora porteña Noemí Fernanda Cotonat está a punto de perder su cargo en el organismo que controla las cuentas de la Ciudad de Buenos Aires. La Justicia investiga si una curandera se quedó mediante un presunto engaño con $ 50 mil en joyas de la auditora, o si ésta se las dio sin oponer resistencia, solo la súplica para que cure sus males.

Los legisladores de la Capital Federal opinaban ayer que una funcionaria que se deja estafar por una bruja no puede poner la lupa en la contabilidad de nadie y analizaban elevar la duda a la Junta de Etica de la Legislatura porteña, para que decida sobre la conducta de la especialista.

Es que la mujer, designada a propuesta de Gustavo Béliz, al parecer se sintió deprimida en los últimos meses, cuestiones sentimentales quizá, o laborales tal vez, que la llevaron a consultar a una curandera, quien le aseguró «limpiaría» su desgracia. Ese tipo de sana-ciones, se sabe, tienen su precio, y Cotonat confió en la mujer cuando le pidió las joyas para depositar allí el mal que la aquejaba. La pitonisa con audaz pase mágico sobre un pa-ñuelo, respondiendo al ruego, hizo desaparecer la desgracia y con ella las joyas de Cotonat que repentinamente se habrían convertido en una calavera, como en los cuentos de brujas.

• Denuncia

Dicen en el juzgado de Mariano Bergés -donde la semana próxima indagarán a la magaque se trataría de una estafa.

Cotonat
hizo la denuncia en agosto pasado en la Comisaría 21 de la Capital Federal contra la «vidente» Marta Castillo, quien recibe a sus «pacientes» en la calle Bulnes al 1900. En la consulta le habría dicho a la auditora que en su vida «hay una piedra blanca detrás de la cual está el rostro de una persona que le está haciendo un mal» y le prometió el antídoto. Por eso le habría solicitado que le llevara las alhajas envueltas en un pañuelo con unas cucharadas de café y de tierra.

Durante un allanamiento ordenado por Bergés se recuperaron las joyas y aunque la fiscalía consideró que no había delito para investigar, el juzgado avanzará en la comprobación de una presunta «estafa en grado de tentativa».

A
Cotonat seguramente ya no le quedan dudas sobre efectos colaterales del remedio que buscaba, especialmente si los legisladores de la Ciudad deciden destituirla del cargo, supuestamente por una conducta que dejaría dudas sobre su desempeño.

• Filmación

No es la primera vez que la auditora participa de historias novelescas. Su nombre trascendió cuando portó una cámara oculta para filmar al ex auditor radical Juan Fermín Iraizoz a quien luego denunció por intento de armar supuestamente una red de retornos en el organismo. La película fue grabada en el living de la casa de Cotonat por Gustavo Béliz y Miguel Doy, quienes se escondieron en el dormitorio de la funcionaria para hacer las tomas y con ellas la acusación posterior.

«No hacía falta un episodio tan lamentable para darse cuenta de que Cotonat no está a la altura del cargo que desempeña»
, sentenció el subsecretario de Justicia de la Ciudad, Agustín Zbar. El radical, quien se desempeñó como secretario de Legal y Técnica de la Auditoría General de la Nación, explicó que «lo que hace Cotonat, desde el inicio, desde ser protagonista del caso Iraizoz, ha sido impropio para un colegio ya que ella permanentemente emite opiniones personales».

Dejá tu comentario

Te puede interesar