El PRO atraviesa una transformación interna luego de las dobles derrotas que el partido sufrió en las últimas elecciones, tanto en las presidenciales del 2023, donde confluyó como Juntos por el Cambio, como en mayo pasado, en el distrito porteño. La irrupción de La Libertad Avanza como principal opción electoral antiperonista abrió una interna en el partido entre aquellos que, tras el acuerdo, están decididos a apoyar al oficialismo a libro cerrado y los que mantienen diferencias con el programa nacional.
Radiografía de la interna del PRO: quién es quién en la grieta que atraviesa al macrismo
Propuesta Republicana, el partido cofundado y conducido por Mauricio Macri, atraviesa tiempos turbulentos tras la irrupción de LLA y el posterior acuerdo electoral. La división amenaza con extender la sangría de dirigentes.
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Mauricio Macri encabeza la tropa acuerdista junto a Cristian Ritondo. Del lado de los disidentes, aparecen Jorge Macri, Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal.
No es una novedad que en Propuesta Republicana (PRO) sobrevuela un clima de tensión entre sus principales dirigentes. La senda que tomó el partido en el último tiempo ante los reveses electorales, con un acercamiento a los hermanos Milei, derivó en que aquel partido caracterizado por el diálogo y el consenso interno se transformara en un espacio dominado por una grieta.
“Las diferencias internas no son nuevas”, confesó a Ámbito un importante dirigente. Lo nuevo -y tampoco tanto- es el lugar donde se expresan, añadió. Si antes se manifestaban en reuniones privadas -puertas adentro del vestuario, como suele decirse en el fútbol-, hoy se dan en ámbitos públicos como el Congreso. Para muestra la discusión entre Silvia Lospennato y Cristian Ritondo en Diputados.
Desde su consolidación como fuerza hegemónica porteña en 2007, pasando por su transformación como punta de lanza de Cambiemos durante la presidencia de Macri (2015-2019), corrió suficiente agua debajo del puente. Dirigentes que pusieron la piedra fundacional, decidieron alejarse producto del rumbo que tomó el partido. Otros que se sumaron tiempo después de su creación, ganaron protagonismo y cambiaron de camiseta frente a la derrota. Y pese a los alejamientos y las rupturas, el ruido interno continúa.
Mauricio Macri, de apostar por la marca PRO a promover la alianza con LLA
De un lado del espectro se ubican quienes entienden que es momento de acompañar a La Libertad Avanza en la gestión de gobierno y en las urnas. A la cabeza del grupo se encuentra el presidente del partido, Mauricio Macri, promotor de la alianza electoral con el partido que conduce Karina Milei. El exmandatario había apostado por defender la marca PRO en las elecciones legislativas porteñas, eludiendo un posible acuerdo con LLA. El tercer lugar obtenido (primera derrota en el distrito desde 2007) lo hizo recalcular.
La posición de Macri al interior del partido es acompañada por el jefe de bloque del PRO en la Cámara baja y titular del partido en terreno bonaerense, quien durante 2024 trabajó en el Congreso codo a codo con el oficialismo para juntar los votos que derivaron en la aprobación de proyectos como la ley Bases. El diputado Diego Santilli lo acompañó como ladero. Actualmente es candidato a reelegir por la boleta violeta de Provincia.
Ritondo y Santilli se transformaron en el último tiempo en el nexo del PRO con la mesa chica del gobierno de Milei. Participaron en reuniones de coordinación electoral en Casa Rosada junto a Santiago Caputo, miembro del "Triangulo de Hierro", y Sebastián Pareja, armador libertario en PBA y mano derecha de Karina Milei en el principal distrito del país. A la dupla macrista se le suma el diputado Alejandro Finocchiaro, también integrante de la lista de LLA para las elecciones de octubre en pagos bonaerenses.
El listado de nombres que acompañan la posición hegemónica también incluye a Fernando De Andreis, uno de los dos apellidos que Macri logró colocar entre los primeros seis candidatos a diputados por CABA. "Hace ya demasiado tiempo que en el PRO andábamos discutiendo cosas viejas. Fue cansador escuchar, hasta acá, que se repitieran como 'nuevas soluciones' ideas antiguas que nos desviaron del camino del PRO liberal. Esas ideas, en el fondo, nos hicieron perder elecciones y deshilachar nuestra verdadera identidad de cambio", cuestionó recientemente.
Para el exsecretario general de Presidencia de Cambiemos, la alianza electoral firmada con LLA "es el paso que debíamos dar" para dejar atrás lo que calificó como "murmullo socialista interno". Hay quienes interpretaron sus palabras como una crítica directa al larretismo. Otros, a Lospennato y María Eugenia Vidal. "Personalmente, siento que nace algo nuevo, y eso me entusiasma", marcó.
Los disidentes PRO
En la línea disidente se ubican el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, junto con su sucesora en la intendencia de Vicente López, Soledad Martínez. Ocurre que el alcalde no ocultó en privado sus cuestionamientos al acuerdo con los libertarios. Prefería, en todo caso, rearmar Juntos por el Cambio con el radicalismo y cívicos, pero su posición no prosperó y debió negociar con el karinismo a través de Pilar Ramírez, el mejor entendimiento posible para coexistir en la boleta.
Sin embargo, la alianza electoral no incluyó en la letra chica una garantía de apoyo a su gestión en la Legislatura porteña, algo que ya se comenzó a sentir. Los libertarios no dejarán de lado la agenda de Milei a pesar del acuerdo y continuarán exigiendo un reducción de impuestos y un recorte en las estructuras del Ejecutivo.
En el subgrupo de dirigentes que se resisten a acompañar a libro cerrado al oficialismo nacional aparecen la diputada y exgobernadora Vidal y su compañera de banca, Lospennato. La primera expresó abiertamente su crítica a la unidad electoral con LLA. "No estoy dispuesta a ceder mis convicciones por una elección ni por un cargo", dijo y consideró que la alianza entre las dos fuerzas "no es lo mejor ni para el PRO ni para la Argentina". En diciembre se vencerá su mandato y dejará su lugar como legisladora nacional.
Lospennato, por caso, pasó de ser la principal candidata de la lista porteña del PRO en mayo y protegida de Mauricio Macri, a ser vista como aliada del kirchnerismo por su reciente votación en Diputados contra los vetos de Milei a las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia Pediátrica. "No siempre pensamos todo lo mismo", dijo en la sesión del miércoles y criticó al oficialismo por tildar de "golpistas" a quienes acompañaron las leyes. "Cada uno de los que estamos acá esta cumpliendo un rol institucional y tenemos el respaldo de la legitimidad popular. El ejercicio de nuestra función, jamás, en ningún escenario, puede ser calificado de golpista", afirmó.
Sus palabras y su decisión de no abstenerse y votar a favor le valió una reprimenda pública de su jefe político Ritondo y de su compañero de bloque, Finocchiaro, que afirmó que "algunos colegas podrían sin pudor cruzar hacia las gradas de enfrente, donde habita la alegre banda populista que quiere tumbar a este Gobierno”.
Rupturas, alejamientos y cambios de camiseta
Además de la tensión que habita al PRO, las diferencias internas sobre el rumbo del partido se tradujeron en bajas de peso. Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, competidores en la interna presidencial de Juntos por el Cambio en 2023, ya no forman parte del espacio debido a diferencias insalvables con la conducción, aunque por motivos diferentes.
La ministra de Seguridad, exmilitante de Montoneros en su juventud, aliada del menemismo en los noventa y ministra de la Alianza en los 2000, fue parte de la Coalición Cívica entre 2007-2011 y conformó el gabinete de Macri en el gobierno de Cambiemos, para luego acceder a la presidencia del PRO, lugar que ocupó entre 2020 y 2024. Tras la derrota en las presidenciales, negoció por cuenta propia su acercamiento a La Libertad Avanza, desde donde pugnó por la fusión de ambos partidos.
Sin éxito, a principios de este año Bullrich fue corrida por Macri de la titularidad del PRO. Meses después selló su afiliación oficial a LLA. En octubre competirá por la lista violeta como candidata a senadora nacional, lugar al que, de acuerdo a las proyecciones, debería acceder a partir de diciembre.
En el caso de Larreta, su alejamiento fue, quizá, el que mayor ruido hizo dentro del partido. Junto a Macri y Ricardo López Murphy, es considerado uno de los cofundadores de Compromiso para el Cambio, del cual fue nombrado vicepresidente en 2005, espacio que luego sería renombrado como Propuesta Republicana (PRO). Hombre de confianza de Macri, fue su jefe de campaña para las elecciones a jefe de Gobierno del 2007 que catapultó al expresidente de Boca Juniors a la alcaldía porteña.
Ocho años después, la fórmula Macri-Gabriela Michetti dio el salto a la Presidencia de la Nación y el elegido para reemplazarlos en la función porteña fue el propio Larreta, quien ofició como alcalde por dos períodos consecutivos hasta 2023. Tras la derrota en la interna presidencial con Bullrich, la ministra anticipó que, de ganar, lo nombraría como su jefe de Gabinete. Sin embargo, JxC no entró al balotaje y a raíz de la posición del PRO de respaldar la candidatura de Milei, Larreta, que culminaba su mandato local, decidió alejarse de la escena política.
Su reaparición se dio en febrero de este año, ante la posibilidad de una unificación del partido con LLA y Milei, con quien mantiene diferencias públicas a raíz de los insultos que, de manera recurrente, el libertario le profirió durante la campaña del 2023. "Lamentablemente, el PRO ha perdido su identidad. El saber quiénes somos, por qué estamos aquí, por qué hacemos lo que hacemos y a favor y en contra de qué cosas estamos. El día que perdés tu identidad, lo perdiste todo. Estuve y estoy en contra de entregar el PRO a Milei, lo dije desde el primer día", señaló en franca crítica hacia Macri. Para ese tiempo, el bloque amarillo ya era el garante de las leyes libertarias en el Congreso y ambos partidos acercaban posiciones para una posible alianza.
Su ruptura definitiva se consumó en el contexto del cierre de alianzas y listas para la campaña electoral porteña, en la cual participó como candidato a legislador por su propia alianza, Volvamos Buenos Aires, con la que se ubicó en cuarto lugar, lo que le permitió ser electo para el mandato que iniciará en diciembre. Actualmente, ya no forma parte de la mesa de conducción del PRO.
La salida de Larreta no fue la única en este tiempo. Primero se concretó el alejamiento del exministro de Economía de la Alianza, López Murphy, quien desde su partido Recrear había aportado a las bases del partido. Sin embargo, a partir de 2008 los caminos con el macrismo comenzaron a separarse. Desde entonces, apostó por lanzar espacios propios, como Convergencia Federal, con el que compitió contra Macri por la jefatura de Gobierno, obteniendo apenas 1,4% de los votos.
Recientemente fue tentado por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, en el marco de la conformación de las listas para competir en octubre, pero la propuesta de ir como candidato a senador no prosperó. Finalmente, el economista será de la partida como referente de la boleta para Diputados de Potencia CABA. Aunque el deseo de reconstruir lo que alguna vez fuera Compromiso para el Cambio continúa. Así lo hizo saber en un posteo en redes sociales "Hay que volver a las bases. Los porteños se lo merecen. Pd: qué bien nos quedaban los bigotes", expresó en un mensaje público hacia Macri, acompañado de una imagen en la que se lo ve a ambos en los primeros años del PRO.
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