15 de octubre 2001 - 00:00

Rotundo triunfo del PJ le asegura control del Congreso

Rotundo triunfo del PJ le asegura control del Congreso
Logró 35% de los votos. Perdió en Jujuy, una provincia que gobernaba. Pero ganó en San Juan, Mendoza, Entre Ríos, de la Alianza o la UCR. También venció en Corrientes. En ésta última habrá ballottage para gobernador pero Raúl "Tato" Romero ganó los dos senadores. El PJ predomina ahora en 17 sobre 24 distritos electorales. Antes tenía 14.

El PJ se impuso ayer con amplitud en la primera elección legislativa de la presidencia de Fernando de la Rúa y pasará a dominar las dos cámaras del Congreso a partir del 10 de diciembre, mientras que un alto porcentaje de votantes expresó su repudio hacia la dirigencia política a través del denominado «voto negativo». (Ver nota en pág. 12.)

Pasadas las 00.30 de hoy, escrutadas 44.084 mesas de todo el país -sobre las 88.717 que fueron dispuestas para la votación-, el PJ obtenía la victoria en al menos 18 de los 24 distritos electorales en los que está dividida políticamente la Argentina.

En este escenario, el referente de la victoria justicialista en la primera elección democrática argentina del siglo XXI fue el ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, quien obtuvo un amplio triunfo sobre el ex presidente Raúl Alfonsín (Alianza) en la provincia de Buenos Aires.

• Voto bronca

En la Capital Federal, en tanto, se impuso el radical Rodolfo Terragno, quien de todos modos fue superado por el «voto negativo bronca» -la sumatoria de los sufragios en blanco y nulos, que superó 30 por ciento-, un fenómeno que también se registró con fuerza en otros distritos importantes, como Córdoba y Santa Fe. Esa manifestación se convirtió en la segunda fuerza de opinión a nivel nacional.

En ese distrito el «arista»
Alfredo Bravo logró anoche con dificultad la banca por la minoría en puja voto a voto contra el peronista Gustavo Béliz, que hizo en la última semana un sorpresivo repechaje merced a una propaganda abruma-dora y cara, pero que le bastó.

• Izquierda

En la Capital Federal hubo un crecimiento del voto a las expresiones de la izquierda, que en conjunto logró un porcentaje récord de 27 por ciento, nunca logrado antes, que permite el ingreso de cuatro diputados de esa línea (el trostkista Luis Zamora y su segunda Marta Castaño, la humanista Lía Méndez y la marxista Patricia Walsh por Izquierda Unida).

También lograban ingresar los peronistas
Daniel Scioli y el cavallista Guillermo Cantini, Irma Roy y el conservador Roberto Azzareto por la lista belicista.

En el plano político, la elección de hoy marcó a fuego los últimos dos años del mandato de
Fernando de la Rúa, cuya gestión deberá negociar con el PJ cada vez que necesite la aprobación de una ley del Congreso, que por primera vez en la historia será dominado por completo por la oposición al Poder Ejecutivo.

De la Rúa habló anoche cuando ya estaba instalada la tendencia de la victoria del PJ a nivel nacional (ver recuadro aparte), ya que se imponía en al menos 18 de los 24 distritos electorales, entre ellos, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, tres de los más importantes.

El ARI de
Elisa Carrió, pese a lo que vaticinaban algunos pronósticos que ahora se demuestran interesados, terminaba la jornada anoche peleando la segunda posición en la Capital Federal con Gustavo Béliz (Unión por Buenos Aires) y terminó relegado en Buenos Aires a un cuarto puesto detrás del cura Luis Farinello (Polo Social). Salvo en La Pampa, no tuvo incidencia alguna en el resto del país.

En el resto del país se confirmó el dominio peronista. En La Rioja (logró las tres bancas), el PJ logró la banca por la minoría en Neuquén desplazando al otrora gravitante
Oscar Massei, que creció a la sombra de monseñor Jaime de Nevares, hoy sólo un recuerdo.

• Sorpresa

La sorpresa principal la dio la Alianza en Jujuy, donde el radical Gerardo Morales se impuso por ocho puntos a los candidatos del PJ, que gobierna la provincia.

Los integrantes del gabinete nacional siguieron los resultados de los comicios en la residencia de Olivos en grupos que se fueron reuniendo en distintos despachos del edificio Jefatura de la quinta. El discurso en la sala de conferencias en la quinta de Olivos fue presenciado por casi la totalidad de un gabinete nacional aplastado por una derrota que implica un revés para la UCR que reconoce pocos antecedentes.

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