Superpoderes quiebran bloque PJ en Diputados
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Si a Carlos Snopek no se le puede pedir demasiada ayuda, por su inexperiencia en el tratamiento de proyectos de Presupuesto -es una de las razones por las que se recuesta tanto en el Ministerio de Economía, lo que irrita aún más al bloque PJ-, con Díaz Bancalari es difícil encontrar excusas.
Este año no hubo debate sobre el Presupuesto 2005 dentro del bloque antes de llegar al recinto. El martes los legisladores fueron convocados a reunirse, dos horas antes de una cena programada con Roberto Lavagna. Pensaban que había llegado el momento de hablar sobre partidas, superpoderes y gasto. Error: Díaz Bancalari habló de cualquier cosa menos del Presupuesto (ver nota aparte). Pero no se privó de repetir su clásica respuesta cuando el santafesino Angel Baltuzzi preguntó por el sistema de jubilación anticipada: «Compañeros, hay que esperar que el Ejecutivo envíe un proyecto».
Llegó después el momento de la cena con Lavagna en la sede del PJ de la calle Mathew. Introducción de Díaz Bancalari, Eduardo Camaño y, finalmente, cuatro agónicos minutos de Lavagna.
El jefe del bloque juró lealtad partidaria al Presupuesto 2005, Camaño pidió no dividir al bloque entre «cinco peronistas buenos (los que no votan los superpoderes) y el resto malos», y Lavagna habló del mejoramiento de las condiciones económicas del país: «Ahora los gobernadores no tienen que pasar a buscar plata por Buenos Aires para pagar los sueldos», dijo.
«Fue todo muy infantil. Nos sentíamos un centro de jubilados», repetía una bonaerense a la salida. Algunos, tratando de discutir por primera vez el Presupuesto 2005, adelante de un ministro al que sólo ven un pequeño grupo de privilegiados y algunos senadores, levantaron la mano intentando hacer una pregunta. Díaz Bancalari frenó con su vozarrón inmediatamente ese terrible acto de rebeldía: «Compañeros, acá venimos a pasar un momento agradable, no a trabajar».
El resultado de esa política de conducción se verá hoy en la votación en particular del Presupuesto. Pero es seguro que finalmente tendrá suerte: la negociación por los superpoderes incluye tanto a diputados propios como de otras bancadas opositoreas que, después de todo, le han hecho el favor al peronismo de retirarse del recinto en varias oportunidades para no complicarle las votaciones.
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