21 de septiembre 2007 - 00:00

Cacelorazo de Juez con Ibarra y Castells

• Abundan los actos, que por ahora son pacíficos.
• La provincia se divide entre el peronismo y la izquierda.
• Una historia que se repite.

Los escandalosos comicios cordobeses dieron lugar ayer a dos demostraciones callejeras. A horas de que termine el escrutinio definitivo, Juan Schiaretti reunió a los suyos en una caravana por el interior. Con cerca de 45 mil seguidores, quiso contrarrestar el cacerolazo que montó en simultáneo Luis Juez en la capital provincial. El intendente tuvo apoyos que muestran que, como el resto del país, Córdoba vuelve a dividirse entre peronismo e izquierda, como Aníbal Ibarra, Pino Solanas o Raúl Castells. La caldeada jornada no registró incidentes ni violencia sólo porque los antagonistas finalmente no se cruzaron.

El actual vicegobernador se puso al frente de una caravana por el interior; Juez contraatacócon un cacerolazo en la ciudad capital.
El actual vicegobernador se puso al frente de una caravana por el interior; Juez contraatacó con un cacerolazo en la ciudad capital.
Córdoba - El actual vicegobernador Juan Schiaretti y el intendente de Córdoba, Luis Juez, protagonizaron ayer una nueva pulseada en las calles en la pelea que dirimen desde el 2 de setiembre por la gobernación de la provincia, que se desarrolló sin incidentes debido a que finalmente el PJ decidió no marchar en la capital provincial, lo que evitó un choque con las fuerzas del juecismo.

Con caravanas y bocinazos en 25 departamentos del interior cordobés, el ex candidato del oficialismo capitalizó el poder que ostenta el justicialismo en esa zona y logró reunir a cerca de 45 mil manifestantes. En espejo, el perdidoso Juez ganó las calles de la ciudad capital con un cacerolazo en el que aglutinó no sólo a vecinos, sino también a referentes de la izquierda en un número superior a los 12 mil asistentes.

Así, se pudo ver acompañando al intendente del Frente Cívico y Social al ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra, al cineasta y candidato a presidente Pino Solanas, al intendente bonaerense de Morón, Martín Sabbatella, y al piquetero Raúl Castells. Este último marcó presencia primero, agitando el parche de los sindicatos municipales revelados contra Juez y luego se sumó al ruido de cacerolas comandado por el jefe comunal. La otra cara visible de la izquierda fue el dirigente Jorge Ceballos, quien días atrás renunció al puesto que ocupaba en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, molesto porque no pudo plasmar su candidatura a la intendencia de La Matanza por el kirchnerismo. El Frente de Izquierda de los Trabajadores, la alianza entre la Izquierda Socialista y el Partido Obrero, también sumó su bandera.

Otro que acompañó el reclamo de Juez fue el diputado nacional mandato cumplido por Acción por la República, Arnoldo Lamisovsky, quien cargó contra la candidata Cristina de Kirchner y denunció que el gobierno nacional apaña en Córdoba un «corralito» electoral. «La espontaneidad de la convocatoria y la exigencia de abrir las urnas para que se cuente el voto de cada ciudadano cordobés es un pedido tan justo como exigir que se abran las puertas de los bancos para que uno pueda sacar sus ahorros», dijo el ex legislador. «En octubre hay elecciones; quizá la candidata del oficialismo recuerde las consecuencias políticas de aquel «corralito» financiero y deje de apoyar con su silencio una conducta tan antidemocrática como el «corralito» electoral. De lo contrario, ¿con qué autoridad moral le pedirá al pueblo cordobés su voto para ser elegida presidenta de los argentinos?», enfatizó.

  • Reiteración

    Sobre el final del cacerolazo, en la plaza Vélez Sarsfield, el propio Juez leyó un documento en el que volvió a denunciar «fraude» en los comicios y reforzó su reclamo de que el escrutinio definitivo se realice «voto a voto», algo que la Justicia le negó el martes y ante lo que evalúa ahora recurrir a la Corte Suprema de la Nación. Las manifestaciones se llevaron a cabo mientras en los tribunales locales se cumplió la duodécima jornada del escrutinio definitivo de las elecciones, que consagraron como ganador al candidato oficialista Schiaretti por 1,1 punto de ventaja sobre el opositor Juez, según el conteo provisorio.

    Las columnas schiarettistas en el interior y las juecistas en la capital buscaron igualar de este modo las dos multitudinarias movilizaciones que ya se realizaron, con idéntico objetivo, en el transcurso de estos últimos 18 días.

    La cantidad de asistentes de la marcha de Juez se vio sensiblemente reducida por el revés que le propinaron los gremios municipales, en conflicto por reclamos salariales. De nada sirvieron las plegarias que el intendente había ensayado por la mañana cuando interrumpió una asamblea y dijo: «Hoy, para los cordobeses bien nacidos, para la gente honorable de Córdoba, para los decentes hoy en Córdoba, no hay nada más importante que las 18.30 horas en Colón y La Cañada».
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