Tres presos escaparon de la cárcel de Latacunga, en el centro andino de Ecuador, la cual "está bajo control militar y a la que un grupo de periodistas ingresó en la víspera", de acuerdo a lo informado este viernes por las fuerzas armadas.
Tres presos huyeron de un penal de máxima seguridad en Ecuador
A partir del control diario de presos y detenidos, el personal de seguridad reveló que tres detenidos habrían huido en la noche del jueves.
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Vista exterior de la cárcel de Cotopaxi, en Ecuador.
La madrugada del jueves "se detectó la evasión de tres PPLs (presos) del Centro de Privación de Libertad Cotopaxi", también conocida como Latacunga, según señaló el equipo de prensa Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en un comunicado.
Agregaron que se conoció de la fuga durante el control diario de seguridad que realizan militares, policías y guardias penitenciarios. La cárcel tiene capacidad para unas 4.900 personas y una ocupación de casi 4.300.
Desde que se reportó la fuga, las fuerzas de seguridad "activaron los protocolos de investigación y búsqueda para dar con la ubicación y posterior recaptura", según indicó el comunicado oficial.
La cárcel de Latacunga, símbolo de la máxima seguridad ecuatoriana
El jueves un grupo de periodistas visitó la cárcel de 17 hectáreas en un recorrido por los distintos pabellones. Custodiada por unos 1.500 militares, la penitenciaría guarda las huellas de la violencia y también de los privilegios que tuvieron los jefes de bandas criminales.
Entre vidrios y paredes agujereadas por impactos de bala asoman los antiguos lujos como jacuzzis y hasta una discoteca.
Ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador era un país tranquilo, pero la violencia ligada al narcotráfico multiplicó los homicidios, que pasaron de 6 por cada 100.000 habitantes en 2018 al récord de 46 en 2023.
Tras las rejas las matanzas se hicieron frecuentes. Desde febrero de 2021, unos 460 presos fueron asesinados.
El crecimiento del narco en el país
En enero, la fuga de una cárcel de Guayaquil (suroeste) del jefe de una temida banda dio paso a una arremetida del narco. La escalada de la violencia llevó al presidente Daniel Noboa a declarar un "conflicto armado interno" para desplegar a la fuerza militar en calles y cárceles.
La presencia de militares en las calles "redujo la tasa de homicidios de 28 diarios durante la primera semana de enero a 11 homicidios, después de dos semanas", según datos oficiales.
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