19 de abril 2017 - 00:00

La UOM abre temporada de conflictos en sector privado

El gremio de Antonio Caló lanzará hoy un plan de lucha. Reclama una suba salarial de 30% y las empresas ofrecieron 18%.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el principal gremio industrial del país, lanzará hoy un plan de lucha con asambleas y paros parciales que significará el puntapié inicial de la conflictividad en el sector privado este año. Será la respuesta a la falta de avances en la negociación con las principales cámaras empresarias de la actividad. La diferencia entre la pretensión sindical y las ofertas de suba salarial preanuncian una pulseada extensa: a la expectativa de 30% de incremento anual los empleadores hasta ahora contestaron con una propuesta de 18% en cuotas.

El gremio que conduce Antonio Caló, que hoy dará a conocer una escalada de protestas durante el congreso anual que lleva adelante en Mar del Plata, enfrenta no sólo un bloque monolítico conformado por cámaras empresarias habitualmente más heterogéneas sino la influencia del Gobierno, que espera replicar en la UOM el criterio que impulsa para los sindicatos docentes y que logró acomodar en Comercio, con subas de hasta 20% en cuotas y cláusulas gatillo de reajuste en caso de aumentos inflacionarios por encima de lo pactado.

Pero la problemática de los metalúrgicos excede una paritaria potencialmente conflictiva. El gremio alega haber perdido desde la asunción de Mauricio Macri más de 30 mil puestos de trabajo y arriesgar otros 12 mil que en la actualidad atraviesan suspensiones. Presentado así se trata del sector más afectado por la política económica del Gobierno al haber reducido casi 15 por ciento su plantel de afiliados (pasó de 250 a 220 mil) en otros tantos meses de gestión de Macri.

El plan de acción se terminará de definir hoy en las deliberaciones de los delegados en Mar del Plata. En la conducción del sindicato, de todos modos, adelantaron que la idea original es iniciar en la última semana de abril asambleas en todos los establecimientos fabriles del país con paralización de actividades. Y, entre el 2 y el 10 de mayo inclusive, realizar huelgas de media hora en cada hora de trabajo.

El reclamo de incremento de la UOM apunta a generar un sueldo mínimo de 13.800 pesos en la actividad, con el alegado objetivo de al menos empardar la canasta que mide la pobreza en la ciudad de Buenos Aires, en esos valores hasta febrero pasado. Al cabo de cinco reuniones de negociación -todas en el ámbito privado- las cámaras patronales (la mayoritaria, Adimra; los autopartistas de AFAC; los pyme de Caiama; ensambladores de electrónica de Afarte; fabricantes de aluminio, Camima, y los fabricantes de línea blanca, Fedehogar) se movió apenas del 17% en cuatro cuotas al 18 por ciento en tres pagos.

El posible inicio de hostilidades en la paritaria metalúrgica es consistente con una ronda de negociaciones en el sector privado que el Gobierno creyó encaminada con el cierre del gremio mercantil (20% de aumento en dos cuotas iguales de 10%, más una cláusula de reapertura automática en función de la inflación) pero que volvió a empantanarse por dos motivos: el sostenido conflicto docente, por un lado, y la suspensión del diálogo entre la CGT y el Gobierno, que desembocó en la marcha del 7 de marzo y el paro nacional del 6 de abril pasado.

Los principales sindicatos de referencia mantienen sus negociaciones sin definición: la Uocra (construcción) pidió un 24% y la cámara sectorial mantuvo su oferta de 20% igual a lo acordado en Comercio; los colectiveros de UTA pedirán, al igual que la UOM, un incremento del 30%, mientras que los cuatro gremios ferroviarios plantearán esta semana una suba semestral de enero a junio para prevenirse de la evolución inflacionaria. Con los estatales de UPCN, en cambio, se prevé un acuerdo más cercano al 20 por ciento.

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