17 de mayo 2007 - 00:00

Clausuran ingenio y echan minera

Tan sólo en esta semana, la resistencia ecologista se anotó dos triunfos: el retiro de la minera Barrick Gold de La Rioja y la clausura en Tucumán de un ingenio azucarero, exponente de la actividad productiva más fuerte y representativa de la provincia. Un mes atrás, otra minera, la Meridian Gold, vio frenadas sus aspiraciones en Esquel, Chubut, en este caso tras un fallo adverso de la Corte nacional.
Queda vacante, en tanto, dar cuenta de los perjuicios económicos que tienen estas acciones de resistencia, con motivo de la expulsión de producciones con alto ascendente sobre el empleo y la actividad económica en general.
Fue el propio Néstor Kirchner el que legitimó estos movimientos contra actividades contaminantes del medioambiente, al defender la protesta de los vecinos de Gualeguaychú -aunque no los cortes de ruta- contra la instalación de la pastera finlandesa Botnia sobre la vecina costa de Uruguay. Lo hizo al precio de hacer crecer el mayor conflicto diplomático de su gobierno, que se mantiene aún con final abierto.
Las noticias llegaron ayer desde Tucumán. Allí fue clausurado el ingenio azucarero San Juan por transgredir normas ambientales. No sólo eso; la secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, advirtió que al resto de las firmas locales que no cumplan les pasará lo mismo. «Todas las empresas están en la mira», advirtió quien fue momentáneamente una de las cabezas nacionales en la crítica negociación de Gualeguaychú.
La clausura obedece a la aplicación del Plan de Reconversión Industrial (PRI), firmado entre la Nación y el gobierno tucumano, a cargo de José Alperovich. El ingenio «no cumplió con las normas sobre emisiones gaseosas y sobre tratamiento de efluentes líquidos», explicó Picolotti.
El PRI fue suscripto a fines de 2006 y afecta a ingenios, papeleras y citrícolas tucumanas, las cuales se comprometieron a presentar un plan para resolver el problema del tratamiento de los efluentes líquidos que se vuelcan a la cuenca de los río Salí-Dulce y de las emisiones por chimeneas de partículas a la atmósfera.
 Residuos
El río Salí recibe por día aproximadamente 94 toneladas de residuos industriales y varios miles de metros cúbicos de aguas servidas. Esto motivó una fuerte polémica entre Tucumán y Santiago del Estero, ya que el lago ubicado en la localidad santiagueña de Río Hondo es víctima de la contaminación provocada por empresas radicadas en la vecina provincia. La polémica fue fogoneada por ambientalistas santiagueños que realizaron múltiples protestas en Río Hondo.
El caso de la minera Barrick Gold en La Rioja también es obra de la resistencia de ecologistas. La compañía, de origen canadiense, confirmó este martes que abandonará las tareas de exploración en la zona montañosa del oeste riojano, cediendo ante el airado reclamo de ambientalistas. Los grupos realizaron constantes piquetes y protestas en Famatina contra la explotación de minas de oro a cielo abierto, cortando el camino que comunica la ciudad de Chilecito con la zona minera.
Más al Sur, en la patagónica ciudad de Esquel, el «no a la mina» de pobladores locales logró expulsar a la firma Meridian Gold. Tras un largo litigio, la empresa dedicada a la exploración y explotación de yacimientos de oro debió claudicar ante un fallo de la Corte Suprema de la Nación, del 17 de abril pasado. Ese día, el alto tribunal rechazó el argumento de la compañía, que señalaba que las leyes nacionales deberían tener prioridad sobre las provinciales que prohibieron la reanudación de la actividad en Esquel. Aun así, la empresa radicada en Nevada, Estados Unidos, asegura que no se ha retirado por completo.
En los casos de Barrick y Meridian, la lucha se dio contra la extracción de oro bajo el sistema de lixiviación por cianuro. Fue justamente Picolotti quien, a poco tiempo de asumir, el año pasado, alzó la voz contra este proceso, en declaraciones a las que luego bajó de tono tras una polémica con el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral.

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