Kirchner diseña una Corrientes peronista

El 23 de octubre la provincia elige gobernador y, según los cálculos que hacen en el gobierno, el PJ -en soledad, reconfeccionando su alianza con la UCR o, eventualmente, pactando con partidos locales- podría quedarse con la jefatura correntina.Los números que llegan a los despachos nacionales alientan esa posibilidad que se sustenta, básicamente, en que salvo que el actual gobernador, el radical Ricardo Colombi, pueda pelear por su reelección, la UCR no tiene candidatos potentes para oponer a los peronistas.
Hay tres factores adicionales que explican la nueva táctica que se planifica para Corrientes:
 1- Luego del traspié en Santiago del Estero, donde -se entiende en la Casa Rosada- una estrategia oportuna le habría permitido al PJ ganar la elección, no se puede perder la oportunidad de «recuperar» Corrientes para el peronismo.
  2- La decisión de Kirchner de aspirar a contar con un bloque sólido, que le responda
sin reservas en el Congreso Nacional.
 3- El plan de «plebiscitar» su gestión el 23 de octubre podría ofrecerle, en Corrientes, un triunfo propio que, claro, no se equiparará a que su esposa gane en Buenos Aires pero que le aportaría impacto nacional a su victoria. De todos modos, Corrientes es un territorio enmarañado, donde se mezclan las pertenencias políticas y los intereses. Aquí un paneo de cómo está hoy el panorama:
c En la actualidad, la provincia está en manos de un pacto entre la UCR, encarnada por el gobernador Colombi y un sector del PJ, en manos del vicegobernador Eduardo Galantini. Esa alianza perdura pero choca con un problema: cuando se estableció en 2001, se acordó que en el primer turno el candidato a gobernador sería radical y que a la hora del recambio ese lugar lo ocuparía un peronista. Pero ahora, la UCR no quiere respetar aquel acuerdo.
c La maniobra consistió en impulsar una reforma de la Constitución para permitir la reelección de Colombi. Pero la misma, salvo un acuerdo con el Partido Nuevo de «Tato» Romero Feris -que tiene votos suficientes en la Cámara de Diputados para frenar la reforma-, resultaría imposible. Sin Colombi, la UCR se queda sin candidatos fuertes, y debe recurrir al apellido, el ministro Arturo Colombi, al jefe de la UCR local y senador provincial Sergio Flinta o al ministro de Educación Carlos Vignolo.
c Pero la reforma parece, a esta altura, condenada al fracaso. Por eso, el PJ -que hace negocio si Colombi no puede reelegir- recibió nuevas directivas del gobierno. Hoy, Galantini estará en la Casa Rosada para reunirse con los Fernández, Alberto y Aníbal, y analizar cómo sigue la pulseada correntina. «Vamos por todo» mandó a decir Kirchner a los correntinos que tienen en agenda tres candidatos: el ministro de Gobierno Jorge Barrinuevo (muy elogiado en la Casa Rosada), el intendente de Curuzú Cuatiá, Carlos Rubín -presidente del Foro de Intendentes de Corrientes y del Foro de Intendente del PJ- y el diputado nacional, Rubén Pruyas. Rubín es quien mayores chances tiene.
c Como dato lateral hay que observar otros movimientos. Los de los provinciales de Proyecto Corrientes que comanda Adolfo Navaja Artaza, un veterano empresario, dueño de «Las Marías», que aspira a la gobernación. Navaja Artaza tiene como operador al diputado nacional Gustavo Canteros, un peronista con nexos intactos con el PJ correntino. ¿Es probable un acuerdo entre Navaja y el peronismo que maneja Galantini? Hay puertas abiertas y, si se cae el acuerdo PJ-UCR -los peronistas proponen internas abiertas para definir quién pone el candidato a gobernador, pero los radicales recelan- esa chance comienza a sumar adeptos.
Pablo Ibáñez