Luego de que Alberto Fernández anunciara desde La Pampa que laudará en contra de la obra de Portezuelo del Viento en Mendoza, en el gobierno de Rodolfo Suarez aguardan que el Presidente oficialice su postura para poner en marcha un Plan B y reencausar hacia otros desarrollos hídricos los u$s1.023 millones con que Nación se había comprometido a financiar la represa.
Mendoza espera negativa oficial a Portezuelo para encarar el Plan B
Gobierno de Suarez aguarda que se oficialicen declaraciones del Presidente en La Pampa. Convocará a diversos sectores para reencauzar monto.
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“No cayó bien que el Presidente hiciera esas declaraciones desde La Pampa, uno espera más neutralidad en quien debe ser el árbitro”, decía ayer un funcionario de confianza de Suarez. Un nuevo cortocircuito entre la Casa Rosada y Mendoza que hará, por ejemplo, que el ministro de Agricultura Julián Domínguez no llegue al distrito cuyano el sábado para la Fiesta de la Ganadería.
En la práctica, Fernández aclaró esta semana desde La Pampa que pedirá nuevos estudios de impacto ambiental por Portezuelo del Viento. Así, se abrazó a la postura del gobierno de Sergio Ziliotto, que frenó la obra hace dos años en el seno del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO) con el visto bueno de Río Negro, Neuquén y Buenos Aires. En Mendoza aseguran que bastaba con los trabajos ya realizados por las universidades del Litoral y La Plata, y que habían sido avalados en el COIRCO durante la gestión de Mauricio Macri, quien a su vez había laudado a favor de la obra. Luego, en 2020, el ministro del Interior Wado de Pedro desarchivó la carpeta Portezuelo y la posición pampeana ganó apoyos, con nuevos vientos que soplaban en la Casa Rosada.
El revés hará que Mendoza cancele sus planes de llevar adelante el complejo hídrico sobre el Río Grande, y que prometía energía para 130.000 hogares y empleo para más de 5.000 personas. Entienden que nuevos estudios seguirán demorando un desarrollo que se remonta a 2006, cuando fue acordada la construcción de la represa entre el entonces presidente Néstor Kirchner y el entonces gobernador Julio Cobos, en tiempos de concertación. El objetivo: saldar una deuda de Nación a Mendoza con un arreglo extrajudicial por los efectos ocasionados por una vieja ley de promoción industrial que perjudicó al distrito cuyano.
Nación comenzó a pagar en cuotas los u$s1.023 millones acordados a través de Letras. Y en la provincia aseguran que no corren riesgo los futuros depósitos, aunque se cancele la obra. “Cornejo y su exministro de Finanzas Lisandro Nieri impusieron una cláusula en los bonos: si Nación no paga esa deuda, entra en default”. De hecho, en 2020, la primera buena señal de que el gobierno de Fernández acataría el pago negociado en gestión Macri fue la decisión de Martín Guzmán de no reperfilar los títulos mendocinos.
Por lo pronto, una vez cerrado el capítulo del laudo, Suarez convocará a un abanico de sectores sociales, empresarios y políticos para discutir el destino de los u$s1.023 millones. El plan B ya estaba redactándose para distribuir el monto en varios desarrollos hídricos. El principal: El Baqueano, represa proyectada en los 80 como parte del circuito de diques del Diamante en San Rafael. No obstante, en La Pampa no pierden de vista lo que ocurre en Mendoza. Por caso, ayer el diputado nacional por La Pampa Hernán Pérez Araujo dijo que “esas obras es muy probable que están emplazadas en las cuencas que comparten La Pampa con Mendoza, sea el Atuel o el Colorado”. “Debemos estar atentos. La lucha continúa”, agregó.
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