Una frase que se usa mucho en el fútbol argentino en la previa de los clásicos, tanto por sus protagonistas como sus hinchas, es que son “partidos aparte”. Esto suele descomprimir en caso de que alguno de los clubes no llegue en buenas condiciones o incluso cuando ambos no atraviesan su mejor momento.
A 19 años del partido que marcó a toda una ciudad: el histórico 7-0 de Estudiantes a Gimnasia
En La Plata aún queda grabado el recuerdo de una de las jornadas más importantes de la historia del fútbol argentino.
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El Pincha y una jornada imposible de olvidar en el fútbol argentino.
Esta clase de partidos suelen ser parejos, debido a la presión que conllevan, pero se cumplen 19 años de cuando Estudiantes rompió con esta regla. Sin piedad alguna, le convirtió siete goles a Gimnasia en el Estadio de la ciudad, un duelo que al día de hoy trae sus particularidades.
La mayor goleada del clásico del fútbol platense: Estudiantes 7 - Gimnasia 0
Ese domingo 15 de octubre quedará en la memoria de todo el fútbol argentino, pero en especial en la mente de los hinchas del Pincha. Era la primera vez que el León oficiaba de local en el Estadio Único y los dirigidos por Diego Simeone sabían que, del otro lado, estaba su rival de toda la vida que no venía con malas campañas.
El Lobo había peleado con Boca el torneo anterior, aunque esta vez era Estudiantes el que buscaba arrebatarle el título al conjunto azul y oro, que marchaba líder del certamen. Pero eso no era lo que estaba en juego, era el honor de uno de los partidos más picantes que hay en todo el país.
Apenas cuatro minutos le tomó al Pincha tomar la ventaja en el marcador, ya que Diego Galván convirtió el primero. A los 24 minutos, José Calderón ponía el 2 a 0 y el clima vaticinaba un baile de los de rojo y blanco. La primera parte culminaría por 3 a 0 gracias a un gol de Mariano Pavone.
Pero todo el fútbol argentino fue testigo de una segunda parte que, en términos futbolísticos, fue una masacre. Nuevamente Galván volvió a anotar, a Gimnasia le expulsaron a Germán Basualdo y desde allí en adelante, todo fue del Pincha. Ya con nueve jugadores, por otra roja a Matías Escobar, no hubo piedad.
A los 73, Calderón puso el 5 a 0, cuatro minutos más tarde Pablo Lugüercio encajó el sexto y Caldera cerró una tarde mágica con su triplete y el 7 a 0 a los 85. El partido fue suspendido por incidentes, Héctor Baldassi reanudó y antes de que llegue a los 90 minutos, decretó el final de una jornada inolvidable para el fútbol argentino.
El insólito pedido de los jugadores de Gimnasia
El clásico dejó secuelas que al día de hoy siguen marcando el folclore del fútbol argentino. Al ser el clásico de una ciudad entera, se vive de una manera particular. Desde cargadas que han terminado mal tanto de los jugadores como de los mismos hinchas hasta revelaciones de esa tarde que se conocen con el correr de los años.
Diego Galván fue uno de los grandes protagonistas de esa tarde histórica, y no hace mucho confesó algo que le pidieron los jugadores de Gimnasia a los de Estudiantes: “pedían que no hagamos más goles y bajemos el ritmo”.
Eso sí, el ex River remarcó que “lo bueno fue que mantuvimos la intensidad todo el partido”. Y no fue para menos, ya que el duelo terminó de manera prematura para evitar que la violencia escale, aunque las secuelas han quedado de forma permanente en dicho clásico.
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