El seleccionado argentino, poblado por figuras de elite, iniciará hoy, a las 21.50, el camino hacia una consagración obligada en la Copa América Venezuela 2007, al recibir a un inexperto Estados Unidos en el estadio José «Pachencho» Romero, de Maracaibo.
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El equipo que conduce Alfio Basile deberá confirmar en la cancha su claro favoritismo en un torneo que no gana hace 14 años, cuando consiguió en Ecuador el último título trascendente para el fútbol nacional.
El arribo de figuras de la tallade Juan Sebastián Verón, Juan Román Riquelme, Carlos Tevez, Pablo Aimar, Hernán Crespo y fundamentalmente-Lionel Messi, sensacionesen un país novato en la pasión por el fútbol, colocan al seleccionado argentino en un sendero estrecho, sin margen para un paso en falso.
Acaso Venezuela 2007 sea la última chance de una generación de jugadores indiscutidos, consagrados, de generoso aporte en el equipo argentino, pero sin registro impreso en las páginas sublimes de un fútbol que, junto al uruguayo, es el más ganador a nivel sudamericano con 14 consagraciones.
Basile, en la primera competenciaoficial desde su regresoal seleccionado, recuperóviejas figuras olvidadas (Verón), respaldó a otras de crédito reducido (Riquelme y Crespo) y confirmó a las más prometedoras (Tevez y Messi) para acabar definitivamente con la sequía.
De acuerdo con sus principios futbolísticos, Argentina perfila como un equipo simple en sus movimientos tácticos (4-3-1-2), elegante en el toque de la pelota e indescifrable en su potencial ofensivo.
El entrenador buscará aproximarse al mito del «equipo que le gusta a la gente», con el liderazgo de Verón, la conducción estratégica de Riquelme, que llega en su esplendor, y la frescura maradoniana de Messi.
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