"Brasil no puede convivir con la violencia en el fútbol"

Dilma reclamó medidas efectivas como la presencia de la policía en los estadios.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, condenó el lunes la violencia en los estadios tras un enfrentamiento el domingo entre hinchas del Atlético Paranaense y el Vasco, a casi seis meses de la Copa del Mundo, y reclamó medidas efectivas como la presencia de la policía en los estadios.

"El país del fútbol no puede más convivir con la violencia en los estadios", dijo Rousseff en su cuenta de Twitter.

"Son chocantes las escenas de peleas entre hinchas del juego Atlético Paraná y Vasco. Esta violencia va contra todo lo que consideramos que es el fútbol, un deporte de pasión, pero también de tolerancia", dijo la presidenta.

Rousseff afirmó que habló con el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, y pidió medidas efectivas contra la violencia en el fútbol "para que escenas como las de ayer (domingo) sean impedidas".

La presidenta propuso como medidas la presencia de la policía en los estadios, prisión inmediata en caso de violencia y creación de una comisaría de la hinchada.

La violenta pelea entre seguidores del Atlético Paraense y el Vasco da Gama -rebajado a la segunda división-, ocurrió la víspera en el estadio de Joinville (sur de Brasil), con brutales escenas de entre seguidores de ambos equipos, con palos, golpes, puñetazos, empujones y patadas, que interrumpieron el partido.

La policía militar tardó en intervenir porque, según señaló un portavoz del organismo, se trataba de un evento privado con la seguridad a cargo de una empresa.

Tres de los cuatro hinchas que ingresaron en el hospital la víspera continuaban hospitalizados, uno de ellos grave.

El país sudamericano se empeña en mejorar su imagen y su seguridad pública, ante la celebración del Mundial de 2014 y también en vista de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro-2016. Joinville no es sede mundialista.