15 de septiembre 2008 - 00:00

Empate de Arsenal y River en un atractivo espectáculo

Radamel Falcao García abre sus brazos para festejar el gol del empate. Arsenal y River jugaron un partido vibrante con muchas situaciones de gol.
Radamel Falcao García abre sus brazos para festejar el gol del empate. Arsenal y River jugaron un partido vibrante con muchas situaciones de gol.
El partido tuvo todos los condimentos para entretener. Dos equipos con vocación ofensiva; algunos errores defensivos, cuatro goles y situaciones de gol en los dos arcos.

Arsenal y River terminaron empatando con justicia en un partido vibrante y con dominio alternado.

Arsenal, a pesar de su planteo 4-4-1-1, a priori muy defensivo desprendió muchos jugadores en ataque, llegando los cuatro mediocampistas a posición de gol en distintas situaciones y teniendo en Carrera y Yacuzzi a dos antiguos «wines» que desbordaban y mandaban centros. Por eso Sava, siempre tuvo compañía, con un Alejandro «Papu» Gómez que se movió libre por todo el frente de ataque.

River, por su parte, presentó un esquema clásico (4-3-1-2) lejos de los planteos «modernos» de Diego Simeone. Con Diego Buonanotte como enganche, aunque más volcado por los costados (en el primer tiempo a la izquierda y en el segundo a la derecha), con dos delanteros netos (Radamel Falcao García y Salcedo) que intercambiaban su posición, para no jugar los dos en la misma línea.

El primer gol lo marcó Cristian Villagra apareciendo por sorpresa por izquierda y pegándole de derecha cruzado y con mucha comba para dejar sin chances a Cuenca. El empate de Arsenal fue casi un calco del gol de River, con la diferencia que Casteglione apareció sorpresivamente por derecha y le pegó de zurda, con el mismo efecto.

Cuando River dominaba, Arsenal desequilibró con un tiro libre de Yacuzzi y, cuando el partido se le complicaba, Radamel Falcao García con un gran cabezazo empató el partido.

Antes y después de cada gol, hubo muchas situaciones perdidas. Algunas armadas de gran factura y otra producto de rebotes, lo que hizo que el partido fuera vibrante y emocionante. Pudo haber ganado Arsenal y no estaría mal, pero también pudo haber ganado River y hubiera sido justo, por lo que el empate marca un equilibrio entre dos equipos que salieron a ganar y entretuvieron al público con un espectáculo sin gran relieve futbolístico, pero con mucha emoción.

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