La autopsia determinó que el motociclista francés murió de un edema pulmonar

El francés Pascal Terry

El Dakar 2009 registró su primera desgracia con la muerte del piloto de motos francés Pascal Terry, de 49 años, del equipo MD Rallye Sport, y por eso los rostros de tristeza fueron el denominador común en San Rafael.

Terry falleció en las primeras horas del lunes pasado cuando corría la segunda etapa entre Santa Rosa y Puerto Madryn, aunque su cuerpo fue recién encontrado este miércoles a la madrugada en territorio pampeano, tras una serie de problemas de comunicación entre los responsables de la carrera que demoraron su búsqueda, dijeron los propios organizadores.

La muerte de este motociclista oriundo de Normandia, casado y con un hijo, eleva a 54 el número personas que perdieron la vida desde la creación hace tres décadas de esta competición, que por primera vez se traslada fuera de Africa y se seguirá corriendo aquí y en Chile hasta el 18 de enero.

Entre los muertos figuran el francés Thierry Sabine, considerado el "alma mater" del Dakar, fallecido en la edición de 1986.

"Es una noticia muy triste, se ve en los rostros del campamento, pero hay que entender que esto es una carrera", dijo poco después de enterarse el líder de la carrera de motos del Dakar, el catalán Mark Coma.

Terry, competidor número 192 con una moto Yamaha 450WR y parte del equipo MD Rallye Sport, se había quedado sin combustible el domingo pasado, cuando corría por el kilómetro 196 del tramo especial (a campo traviesa) de la segunda etapa, hasta Puerto Madryn, pero otro motociclista le pasó nafta y lo sacó de ese apuro.

La ASO (Amaury Sport Organisation), entidad organizadora, reportó incluso en sus informes oficiales esos problemas de combustible de Terry.

Después, a través de sistema de seguimiento satelital Iritrack del que disponen todas las maquinas en competencia, se determinó que la Yamaha se había detenido definitivamente, según las coordenadas en un sitio muy cercano, apenas a un kilómetro, de donde fue encontrado su cuerpo por los equipos de rescate.

A las 6.30 y a las 7.14 de la tarde de ese domingo hubo dos intentos de la ASO de comunicarse con el propio Terry a través de Iritrack, pero sin resultados.

Sin embargo, aunque los organizadores en la carrera no lo sabían en ese momento, un rato antes, a las 5.13 de esa tarde, el piloto ya había activado su baliza de emergencia, desde el paraje de donde casi ya no se movió y por razones que todavía se ignoran.

Los responsables de organizar el rally reconocieron hoy que el aviso de la baliza llegó a tiempo a la empresa satelital SARSAT, contratada para el DAKAR, y que esa alarma se envió al puesto de control central de la ASO en París, pero que por alguna falla de comunicación los controles del Dakar aquí en Argentina sólo pudieron enterarse el día después, el lunes pasado.

La autopsia hecha por la policía de La Pampa confirmó que el competidor falleció entre el domingo en la noche y el lunes en la mañana, dijeron portavoces provinciales, y la causa del deceso fue un edema pulmonar que le produjo un paro cardiorrespiratorio, precisó un vocero policial.

Reponerse del error fue inesperadamente más complicado para los organizadores todavía, porque durante algunas horas se creyó que Terry sí había logrado llegar al vivac de Neuquén, el martes, y entonces se desactivó la búsqueda en ese corto lapso.

Los gestos, las miradas de los pilotos al llegar al campamento de San Rafael reflejaron la tristeza general por la noticia, aunque la competencia mañana continuará como si nada hubiera pasado.