En los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, millones de personas siguen cada competencia con la esperanza de presenciar nuevos récords. Un ejemplo reciente fue en Tokio 2020, cuando se batió la marca mundial en los 400 metros vallas. Pero, aunque algunos rompen tiempos, otros los extienden de formas insólitas, como lo demuestra la historia del maratonista Shizo Kanakuri.
La insólita historia del atleta japonés que participó de una maratón en 1912 y llegó a la meta en 1962
Shizo Kanakuri, el atleta japonés que participó en los Juegos Olímpicos de 1912, tardó más de 50 años en completar la maratón de Estocolmo.
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A lo largo de los años, millones de aficionados son testigos de momentos sorprendentes en el deporte. Sin embargo, pocos pueden igualar la singular travesía de Kanakuri, el atleta japonés que tardó más de 50 años en completar una maratón. Lo que ocurrió en 1912 se convirtió en una anécdota única que todavía asombra.
Shizo Kanakuri, el atleta que tardó 50 años en llegar a la meta
La historia cuenta que Shizo Kanakuri, un joven de 20 años, viajó a Estocolmo en 1912 para representar a Japón en su primera aparición en los Juegos Olímpicos. La maratón, que debía poner a prueba su resistencia, terminó convirtiéndose en una insólita desaparición. Al alcanzar el kilómetro 30 del recorrido, agotado y deshidratado por el intenso calor, el atleta japones decidió detenerse en la casa de un espectador que le ofreció refugio. Lo que inicialmente iba a ser un breve descanso se transformó en una larga siesta, tras la cual, abrumado por la vergüenza de no haber terminado la carrera, Kanakuri decidió regresar a Japón en silencio.
Durante más de medio siglo, nadie supo qué había sucedido con él, hasta que un periodista sueco lo localizó en su ciudad natal en 1962. Así fue como su historia volvió a la luz, y en 1967, a los 76 años, fue invitado a completar la maratón que había dejado inconclusa. Finalmente, cruzó la meta tras un insólito tiempo de 54 años, 8 meses, 6 días, 8 horas, 32 minutos y 20 segundos, marcando uno de los récords más inusuales de la historia olímpica.
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